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Columna: “Amazon y los caníbales digitales” Opinión

Columna: “Amazon y los caníbales digitales”

Javier Sepúlveda Hales. Director General de ebooks Patagonia.


Amazon Kindle Service

Por qué Amazon lanzó su servicio Kindle Unlimited en donde ofrecerá todos los ebooks que puedas leer por solo US$9.99 al mes si es una librería que vende esos mismos ebooks a esas mismas personas por más dinero. Es una pregunta que ha estado dando vueltas estos días alrededor del mundo en un invierno del hemisferio sur cargado de hitos en la industria editorial. El poder de las empresas globales se hace cada vez más fuerte, aparecen nuevas empresas, nuevos servicios y nuevos modelos de negocio. Pequeños avisos de un #TsunamiDigital que se acerca a la costa.

En este invierno se está discutiendo en Francia la ley “Anti-Amazon” para defender sus pequeñas librerías de este gigante que ofrece descuentos y despacho gratuito en donde los libreros franceses no pueden competir. Cruzando el Atlántico, en EE.UU, Apple y su tienda iBookstore acaban de arreglar con la institución antimonopolio de ese país un pago de 450 millones de dólares (¿vale tanto la industria del libro electrónico?) por elevar los precios de los ebookscoludido con grandes editoriales. Amazon en su pelea con el Grupo Hachette, que ha durado más de lo que todos pensábamos, ofreció a los autores de la editorial que los publicaba directamente y les pagaría mucho más de lo que reciben hoy con Hachette. Mientras en este lado del mundo las editoriales tradicionales siguen moviéndose muy lento en digital y muchas ni siquiera tienen el 10% de su catálogo en EPUB.

Me llegó por Twitter una infografía sobre la evolución de la publicación digital, publicación de contenido sea cual sea su formato. De una manera muy clara muestra hitos que parecen parte del siglo pasado pero ocurrieron hace muy pocos años. Según esta infografía, el 2007, hace solo 7 años, apareció por primera vez el Kindle, el lector de libros electrónicos de Amazon basado en una pantalla con tecnología de tinta electrónica que no brilla y permite leer bajo el sol, y el mismo año Apple sacó el iPhone que revolucionó la telefonía móvil y se creó el concepto de los teléfonos inteligentes. El 2010 apareció el iPad y el 2011 Amazon anuncia que las venta de ebooks en su tienda superó la de los libros impresos. Hoy hay una infinidad de tablets en el mercado y los teléfonos inteligentes se encuentran a costo cero con algunos planes de empresas de telecomunicaciones (Telcos).

Todo se está moviendo a dispositivos. Libertad de movimiento. El video Introducing Google Play publicado en Youtube (nacida el 2005) es un claro ejemplo. Muchas de las herramientas que utilizamos día a día nacieron después del cambio de siglo y cuesta imaginarse qué es lo que nos sorprenderá el próximo año. Hace un tiempo atrás existía una unidad de negocios de mensajes de texto en las Telcos que, con la aparición de Whatsapp (fundada el 2009), dejó de existir. Este fue un cambio tecnológico que borró a los mensajes de texto del mapa de negocios.

El futuro al 2020 según esta infografía suena apocalíptico para la industria editorial actual, pero va de la mano con varios artículos que he estado leyendo estos días. Según estos, los lectores digitales serán tan competitivos como los teléfonos móviles, los libros serán aplicaciones, los libros impresos y las librerías morirán, los libros digitales interactivos serán algo común, los títulos autopublicados superarán a los publicados por editoriales y por último, modelos de negocio como paga-lo-que-lees y de suscripción serán la norma. ¿Será tan radical?

Cuando imagino el futuro de la industria editorial muchas de estas cosas me hacen sentido. No creo que ocurran en un plazo tan corto como 6 años pero en el largo plazo suena muy real. Eso si, veo un par de diferencias. La primera es que no creo en la muerte del libro de papel ni de las publicaciones impresas. Claramente existirá una reducción notable (es hora de dejar los árboles y los ríos tranquilos) y los libros de papel se moverán a un culto por el objeto, publicaciones más caras, más cuidadas y con un valor agregado sobre lo que es masivo hoy en día. La segunda diferencia tiene que ver con la afirmación que “los autopublicados superarán a los títulos publicados por editoriales”. Si bien es cierto que nunca antes en la historia había sido tan sencillo publicar un libro y que el número de publicaciones sube todos los años en el mundo (de acuerdo a registro ISBN), esto no significa una inevitable tendencia hacia la autopublicación. Por dos razones, el masivo surgimiento de micro editoriales, pequeños sellos editoriales que los bajos costos de la publicación y distribución digital permiten su existencia, y que la gran mayoría de autores seguirá prefiriendo salir publicado bajo el respaldo de un sello editorial, por muy pequeño que sea, que debería asegurar que su obra pasó por un comité editorial.

Entonces, por qué Amazon lanzó su servicio Kindle Unlimited en donde ofrecerá todos los ebooks que puedas leer por solo US$9.99 al mes si es una librería que vende esos mismos ebooks a esas mismas personas por más dinero? Porque Jeff Bezos y su equipo, dejando de lado juicios de valor sobre su actuar empresarial y la relación con sus trabajadores y proveedores, son unos visionarios, actúan como una Start-up y hablando de canibalización es mejor comerse uno que te coman otros.

La industria del contenido se mueve muy rápido y en nosotros, todos los latinoamericanos, está ser espectadores o surfear la ola del #TsunamiDigital.

 

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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