Eduardo Galeano falleció esta mañana en Montevideo
«Las venas abiertas de América Latina» es considerada la obra esencial del escritor, caricaturista y periodista uruguayo. En el libro, el autor analiza la historia de América Latina de modo global desde la Colonización europea de América hasta la América Latina contemporánea, argumentando con crónicas y narraciones el constante saqueo de los recursos naturales de la región por parte de los imperios coloniales, entre los siglos XVI y XIX, y los Estados imperialistas, el Reino Unido y los Estados Unidos principalmente, desde el siglo XIX en adelante. Pese al impacto de esta obra, el año pasado Galeano se refirió a su libro, confesando que cuando lo escribió «no tenía la formación necesaria».
El escritor uruguayo Eduardo Galeano falleció en Montevideo, su ciudad natal, a los 74 años, a causa de un cáncer al pulmón. Galeano, escritor y periodista, es conocido por su obra esencial Las venas abiertas de América Latina, publicada en 1971. Sus obras, como la trilogía Memorias del fuego (1986), Días y noches de amor y de guerra (1978) o El Libro de los abrazos (1989) dieron vuelta al mundo y fueron traducidas a más de 20 idiomas
Eduardo Germán María Hughes Galeano nació el 3 de setiembre de 1940. Comenzó a trabajar en los medios gráficos a fines de los años 50 siendo un adolescente. Paradójicamente se inició como dibujante bajo el seudónimo de Gius, la pronunciación de su primer apellido. A los 14, vendió su primera caricatura al semanario socialista El Sol y los 20 años ya era secretario de redacción de Marcha.
Pese a que formó parte de una familia de clase alta y católica de ascendencia italiana, española, galesa y alemana, siempre fue un militante de izquierda independiente.
Durante la dictadura fue encarcelado y obligado a dejar Uruguay. En Argentina tampoco fue bien recibido. Los escuadrones de la muerte lo condenaron a muerte.
Vivió un largo tiempo en España. En 1984, cuando dejaba Barcelona para volver a Uruguay tuvo un infarto. Sus deseos de volver al país le jugaron una mala pasada.
Entre 1987 y 1989, integró la «Comisión Nacional Pro Referéndum», constituida para revocar la Ley de Caducidad de la Pretensión Punitiva del Estado, promulgada en diciembre de 1986 para impedir el juzgamiento de los crímenes cometidos durante la dictadura militar en su país (1973-1985).
Esta es una de las últimas entrevistas concedidas a la televisión española. «No vale la pena vivir para ganar, vale la pena vivir para seguir tu conciencia», dijo al escritor al periodista catalán Jaume Barberá, en el programa Singulars del Canal 3 de Barcelona.
Las venas abiertas de América Latina es considerada su obra fundamental. En el libro, el autor analiza la historia de América Latina de modo global desde la Colonización europea de América hasta la América Latina contemporánea, argumentando con crónicas y narraciones el constante saqueo de los recursos naturales de la región por parte de los imperios coloniales, entre los siglos XVI y XIX, y los Estados imperialistas, el Reino Unido y los Estados Unidos principalmente, desde el siglo XIX en adelante. La obra recibió mención honorífica del Premio Casa de las Américas.
El libro cabecera de todo aquel que adhiera a teorías de izquierda en latinoamérica, se reedita de modo permanente desde su primera edición y hasta fue el obsequio elegido por el fallecido presidente venezolano Hugo Chávez para entregarle a su par norteamericano Barack Obama.
La obra fue prohibida por todas las dictaduras militares del continente. Base de la cultura de izquierda moderna, se hace referencia a ella y a su autor en numerosas canciones, películas y libros. Desde 1997, las ediciones cuentan con prólogo de Isabel Allende.
A 43 años de su edición original, Galeano afirmó que «no sería capaz de leer el libro de nuevo», y agregó que «esa prosa de izquierda tradicional es pesadísima». Luego, confesó que cuando escribió el libro «no tenía la formación necesaria», y que si bien no está «arrepentido de haberlo escrito», afirmó que es «una etapa que está superada». Por si fuera poco, sostuvo que el libro fue escrito «sin conocer debidamente de economía y política».
