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Diputado Boric critica al Fondart y lo califica de «sistema macabro de competitividad» La crítica la hizo en el marco aprobación por parte de la Cámara del proyecto de ley que crea el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio

Diputado Boric critica al Fondart y lo califica de «sistema macabro de competitividad»

Justo en el período de cierre de la postulación al Fondo Nacional de Desarrollo Cultural y las Artes 2016, el parlamentario por Magallanes Gabriel Boric criticó la relación subsidiaria y clientelar que existe entre los artistas y el Estado. También aprovechó de remarcar que una de las misiones del futuro Ministerio de la Cultura tiene que ser la de «disputar la hegemonía de las elites».


Este martes, por 109 votos a favor, se aprobó el proyecto que busca crear el nuevo Ministerio de la Culturas, las Artes y el Patrimonio. Al respecto, Boric apuntó a la crisis del carácter subsidiario del Estado: “El Ministerio de las Culturas no puede terminar siendo el edificio de los Fondarts”.

Buena acogida tuvo el proyecto que pretende crear un nuevo Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio: 109 votos a favor y una abstención, avanzando así al segundo trámite constitucional en el Senado.

La iniciativa tiene por objeto “velar por la coordinación, consistencia y coherencia de las políticas, planes y programas en materia cultural y patrimonial”.

Una de las intervenciones parlamentarias más ovacionadas fue la del diputado independiente Gabriel Boric, quien comenzó por matizar la eficiencia de los procesos de cultura realizados por el Consejo de Cultura y las Artes, señalando que “en Magallanes parte importante de sus demandas no fueron acogidas” y también el carácter subsidiario del Estado en lo que respecta a la producción artística: “La solución al financiamiento por vía de fondos de carácter concursable no sólo ha ido consolidando una relación clientelar entre el creador y el Estado, sino que también ha construido un sistema macabro de competitividad entre pares que es único en Latinoamérica”.

Profundizando en las consultas del Consejo de Cultura y las Artes, el diputado recalcó que los Consejos Regionales que contempla el futuro ministerio dejan en minoría a los habitantes prehispánicos, “como lo son las comunidades Yagán Kawésgar, ya que ambas debieran tener representación en el Consejo Regional, como también los Huilliches, que hoy viven en el territorio”.

Luego dice: “Preocupa también el carácter transitorio del Consejo de Pueblos Originarios, institución que queda sujeta a la creación del anunciado Ministerio de Pueblos Indígenas, cuyo texto legal se encuentra recién en primera trámite constitucional”.

Boric valoró el actual proyecto de Ministerio, pero señaló que será insuficiente si no existe un real derecho a la cultura que esté consagrado en la Constitución chilena. “Esta es otra de las ya innumerables razones para darnos a nosotros mismos una nueva Carta Fundamental, pero es siempre indispensable volver sobre este tipo de discusiones profundas para iluminar el sentido de estas importantes reformas”.

Otro de los puntos que el diputado comentó fue la extensa paralización de funcionarias y funcionarios de la Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos, que según él fue invisibilizada por la prensa. “Sus demandas no tenían nada que ver con sueldos ni cargos, sino con el rol que se otorga a este actual servicio. ¿Son tan poco importante los servicios públicos como DIBAM? ¿Cuál es la razón por la cual éstos organismos poseen una invisibilidad radical? Y, sin embargo, en este proyecto de ley parte importante de la herencia institucional se encuentra precisamente en la DIBAM, un servicio público que declara como su misión la promoción cultural y la memoria colectica”.

Por último, el diputado finalizó su intervención con una reflexión, que tuvo como objetivo cuestionar el rol de la elite en la sociedad chilena.

“El Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio debiera ser un espacio para disputar la hegemonía de la elite. Una elite que en los últimos años ha ido perdiendo el consenso, la hegemonía que ejercía sobre nuestra sociedad”.

Y agregó: “Poco a poco se va convirtiendo en clase dirigente perdiendo su carácter de dominante. Y el rol de las culturas en este proceso es esencial”.

Ahora, el proyecto debe pasar al Senado, donde tendrá lugar una votación. Luego, el proceso continúa en la Comisión de Hacienda y, después, otra votación particular en la Sala del Senado.

Cabe destacar que, si ocurren cambios en el proyecto despachado por la Cámara Baja, ésta última tendrá que “revisar y dar su aprobación, quedando en condiciones de ser promulgado como Ley de la República”.

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