Publicidad
Biógrafa de Bolaño: «Si estuviera vivo hoy estaríamos discutiendo si debería ganarse el Nobel» Alquimia Ediciones publica en Chile «El hijo de Mister Playa»

Biógrafa de Bolaño: «Si estuviera vivo hoy estaríamos discutiendo si debería ganarse el Nobel»

Esta semana llega a las librerías la primera edición chilena del texto publicado originalmente en México. «Es uno de los últimos autores realmente comprometidos con su obra, que no miraba para afuera de lo que pasaba en el mundo literario», comenta la autora, la argentina Mónica Maristain.


La periodista argentina Mónica Maristain es conocida por haber publicado la última entrevista que concedió el escritor Roberto Bolaño (1953-2003), que en su momento apareció en la revista Playboy de México.

A partir de esa experiencia, la cronista editó en 2012 «El hijo de Mister Playa», una emotiva biografía del autor chileno de 18 capítulos. Este libro ahora fue editado en Chile por Alquimia Editores y llegó esta semana a las librerías.

La obra aborda su infancia en Chile, juventud en México y adultez en España, una vida de transhumante entre la precariedad y la literatura que se vio coronada hacia el final con el éxito editorial, e incluye el espinoso tema de su última mujer, la catalana Carmen Pérez de Vega.

Otros testimonios corresponden a Rodrigo Fresán, uno de sus grandes amigos; su editor en Anagrama, Jorge Herralde, el crítico español Ignacio Echevarría y la escritora mexicana Carmen Boullosa, además de familiares y otros amigos.

 

Singular conexión

Maristain alcanzó a tener una singular conexión con Bolaño, con quien mantuvo contacto por teléfono y mail. Hoy recuerda que el escritor podía escribirle a cualquier hora, incluso de madrugada, con tanta confianza que con el humor negro que lo caracterizaba le propuso en esos días hacer «una entrevista, ligera, levísima, frívola incluso –son las que más me gustan– casi póstuma».

Bolaño también podía hacer literatura en sus misivas, como atestigua este mail: » Los chilenos no son modestos. Yo soy modesto. Humilde. Un pobre ermitaño lleno de llagas. Un río de lágrimas. Un árbol seco en medio del desierto».

Esa conexión «no tiene mucha explicación, una amistad por correo, tan normal en estos días, pero que se dio rápidamente», cuenta casi 15 años después Maristain a Cultura + Ciudad.

«Le pedí a Santiago Gamboa, un amigo en común, que le dijera si lo podía llamar para pedirle un cuento para Playboy. Santiago llamó de Roma a Blanes para anunciarle mi llamado y fue una de las pocas veces que hablé con él. Su voz atiplada, me dijo inmediatamente: ‘Mónica, de Playboy’, y como en el final de Casablanca, ahí se dio una gran amistad».

Mónica Maristain

Testimonios de vida

En este libro, la intimidad es total, desde el primer capítulo, «Cuando su padre le compró un caballo», que lleva por subtítulo «El sabor de la salsa pebre y del charquicán – Lo bonito que era todo en Quilpué», y que narra su nacimiento en la comuna de Recoleta y su infancia en Valparaíso, alternando anécdotas de su infancia con episodios de su literatura.

Y que termina con palabras de Joan Planells, un pastelero de la localidad de Blanes, donde vivió el final de su vida,  quien gestionó que la sala de actas de la Biblioteca del pueblo lleve el nombre de Bolaño.

«Es un libro honesto, familiar, hablan las voces que más lo acompañaron en los últimos días, hablan con verdad, con afecto», comenta Maristain.

«Las personas lo querían mucho y esto es raro. (…) las personas que hablan en el libro, incluso Ramón Méndez (poeta del movimiento de los infrarrealistas en México) hablan de él con inusual cariño. Es un libro biográfico, si quiere saber más cosas de Bolaño, el libro puede quitarle algunas dudas».

Con este libro, Maristain se ocupó de desmontar algunos mitos en torno al escritor, como una supuesta adicción a la heroína.

«No se drogaba. No andaba mendigando por las calles», dice. «Su vida consistía en noviar, escribir mucho y mirar cantidad innumerable de películas».

Su legado

A la hora de hablar de su legado, Maristain comenta que las obras de Bolaño «son cada vez más modernas».

«Era un auténtico vanguardista y estaríamos hoy discutiendo si debería ganarse el Nobel. Entre los jóvenes, Roberto Bolaño sigue arriba, sigue interesando. Su novela Los detectives salvajes tiene la virtud de empezar una vida, de marcar rumbos –aunque sean temporales- trascendentes», y que, como el resto de su literatura, «abre caminos y posibilita horizontes».

«Es uno de los últimos autores realmente comprometidos con su obra, que no miraba para afuera de lo que pasaba en el mundo literario», concluye.

Publicidad

Tendencias