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13C censura rostros de condenados por violación a los derechos humanos en cortometrajes sobre desaparecidos

La situación que afectó la serie «Una historia necesaria» fue denunciada por la Corporación Londres 38, que indicó que «el ocultamiento y silenciamiento de los responsables de crímenes de lesa humanidad cometidos en dictadura prolongan la cultura de impunidad y desobediencia con el que las FFAA actúan el día de hoy». El canal respondió que quiso centrarse en la historia de las víctimas y negó que haya habido censura.


Una censura a la serie de cortometrajes «Una historia necesaria», una obra de 16 capítulos sobre detenidos desaparecidos, que comenzó a ser emitida el pasado lunes 11 de septiembre en el Canal 13 Cable, fue denunciada este jueves por la Corporación «Londres 38-Espacio de memorias».

La situación fue repudiada por diversos actores del mundo de los derechos humanos en momentos en que se analiza en el Congreso dar a conocer los nombres de los torturadores incluidos en el Informe Valech.

Los cortometrajes, además de su emisión por el canal de cable de lunes a sábado a las 21:50, han sido subidos a Youtube a medida que son emitidos.

Al final de cada capítulo en Internet se puede ver una placa con los nombres de los responsables de los crímenes, entre quienes figuran el dictador Augusto Pinochet, el jefe de la DINA Manuel Contreras y su subordinado Miguel Karassnoff, entre otros.

La placa que figura al final del capítulo sobre el sacerdote español Antonio Llidó, secuestrado y desaparecido por la DINA en 1974, tras pasar por el centro clandestino José Domingo Cañas de Ñuñoa.

Sin embargo, en la versión que se emite al aire, hasta este miércoles la placa no ha aparecido.

«Para nuestra amarga sorpresa la exhibición que realiza Canal 13C corta y saca del aire los minutos finales y pasa abruptamente al bloque publicitario; quitándole el espacio a la reflexión en torno a la historia y restando el contenido sustancial, aquel que le dota de principio de realidad al capítulo en cuestión», señaló en las redes sociales Londres 38, que además prestó parte de sus instalaciones para la filmación de la obra.

El hecho también fue duramente criticado por la presidenta de la Asociación de Familiares de Detenidos Desaparecidos, Lorena Pizarro, y la abogada Carmen Hertz.

El productor ejecutivo de Canal 13 Cable, Claudio Gárate, señaló que su intención no fue censurar sino «poner el foco en las víctimas, en sus circunstancias y en el dolor de sus familias”. Ni productora de la serie, Tridi 3D Films, ni la Escuela de Cine de Chile, que trabajaron en la serie, quisieron comentar el hecho.

Hasta el momento, la serie ha contado las historias del empleado Alfredo García, el sacerdote español Antonio Llidó y el dirigente sindical Julio Vega. Todos fueron secuestrados y desaparecidos por la DINA entre 1974 y 1975.

El jueves estaba previsto emitir un episodio dedicado al conscripto de la FACH Rodolfo González, asesinado por la DINA en Santiago en 1974, mientras el viernes será el turno del campesino Sergio D’Apollonio y su hijo Carlos, muertos a manos de Carabineros en Santa Bárbara, en la Región del Biobio, en 1973. El cuerpo de uno de ellos incluso fue sacado de su casa cuando se realizaba su velatorio para evitar su funeral.

El caso de Llidó permitió el arresto de Pinochet en Londres en 1998.

Denuncia al CNTV

Erika Hennings, integrante de Londres 38, cuyo esposo Alfonso Chanfreau fue secuestrado y desaparecido por la DINA en 1974 y quien también estuvo detenida en ese recinto, fue una de las asistentes al lanzamiento de la serie y en su momento celebró la aparición de los nombres de los responsables de los crímenes al final de cada capítulo.

«Me pareció que era justicia para el país, en la medida en que lo iba a poder ver el público de Canal 13 Cable», afirma.

Cuando vio que la versión en televisión no lo incluía, lo sintió como «un golpe, una indignación. Pensé que podía ser un error, que algo pasó, porque pusieron una publicidad luego de un relato emotivo, fuerte», pero la situación se repitió en el segundo y tercer capítulo.

«Nos parece que es una censura a todas luces, pero nos parece aún más grave en el contexto en que estamos, donde Canal 13, no sé por la decisión de quién, se hace cómplice, si no lo ha sido siempre, de los pactos de silencio, porque eso es silenciar, es ocultar quienes fueron condenados por la justicia», indicó.

Hennings agregó que actualmente Londres 38 analiza realizar una denuncia por la situación al Colegio de Periodistas y el Consejo Nacional de Televisión. «Es inaceptable», insitió.

Censura

Para la presidenta de la AFDD, la censura resulta «horrorosa». «Me parece extremadamente repudiable lo que está haciendo Canal 13 Cable. Primero está fraccionando una obra completa, y segundo, porque los que aparecen allí son condenados por crímenes de lesa humanidad, cuyas sentencias han sido ratificadas por el Poder Judicial», dijo Pizarro.

«Es inaceptable que nos tengamos que enfrentar a un tipo de amparo de los criminales, además de censura, no puedo entenderlo de otra manera. El canal debe dar explicaciones», expresó la dirigenta, cuyo padre, Waldo Pizarro, fue secuestrado y desaparecido por la DINA en 1976.

En tanto, la abogada Hertz, de destacada actividad en causas de derechos humanos y cuyo esposo Carlos Berger fue secuestrado y asesinado por militares tras el Golpe de Estado en 1973 en el norte del país, «tomar determinaciones de censurar los nombres de los torturadores y una parte de una realización audiovisual, por parte de un canal, está inscrito en el marco del tema de la impunidad».

«Es gravísimo para la libertad de expresión, en un tema tan trascendente como los crímenes de exterminio. Atenta contra la memoria colectiva de este país. Lamentablemente es una conducta reiterada», dijo.

El actor Luis Dubó, que interpretó al sindicalista Julio Vega en el episodio emitido este miércoles, opinó que la censura «no es nada nuevo», aunque admitió que le causó extrañeza y «mucha tristeza que siga ocurriendo, que tengamos tanto miedo todavía. Una pena horrible».

«Todavía no estamos sanos como para permitir que la verdad sea transparente. Es una sociedad totalmente enferma. No se puede esperar que la verdad exista. Además estamos en una señal de televisión que tiene una línea editorial, que es la que le permite estar en el sistema», remató.

Encubrimiento

En su declaración, Londres 38 denunció «la decisión arbitraria de Canal 13C de censurar la imagen de los agentes que participaron en operativos de represión, tortura y asesinato. Esto constituye una forma de encubrimiento considerando que hoy muchos de ellos se encuentran libres y otros prófugos de la justicia. El canal católico de televisión-paga colabora, en ese sentido con la impunidad que hasta el día de hoy gozan los responsables de crímenes de lesa humanidad cometidos durante la dictadura cívico-militar instaurada el año 1973».

«Hoy, más que nunca, es necesario y urgente evidenciar a los responsables y la exención de responsabilidad que rige en estos crímenes y en la violencia sistemática que ejerció el Estado sobre partidos, colectivos y organizaciones sociales. Invisibilizar la autoría de tales atropellos a los derechos humanos, perpetúa la red de protección y pactos de silencio que encubren tanto a criminales como a las instituciones que los albergaron», señaló.

Londres 38 además exigió la reposición y re-exhibición integral de los capítulos de la serie “Una Historia Necesaria” en Canal 13C y «el compromiso ético de este y de todos los medios de comunicación con la verdad de nuestra historia reciente, en el contexto de libertad de expresión y el pluralismo como valores insoslayables del periodismo».

«Finalmente, interpelamos a Canal 13C a dar las razones manifiestas de esta censura directa y explícita sobre los capítulos de ‘Una Historia Necesaria’. Chile necesita que sus medios de comunicación informen y colaboren con toda la verdad para lograr toda la justicia y conciencia respecto de esta deuda que nuestro país aún mantiene», finalizó.

La respuesta del canal

Por su parte, Gárate insistió en destacar que “13C le dio el espacio al proyecto audiovisual ‘Una historia necesaria’ y se la jugó por él, incluso con los desafíos que presenta el formato».

«‘Una historia necesaria’ es un trabajo que busca dar a conocer las historias de los detenidos desaparecidos, sensibilizar respecto a las trágicas circunstancias en que dejaron sus afectos y sus rutinas cotidianas. Para dar el espacio necesario a esta temática, incluso aumentamos la duración de nuestros microprogramas en 13C, dando más tiempo del habitual a estos cortometrajes», aseguró.

«A nuestro juicio, el fondo de la obra y del proyecto sigue intacto: visualizar la historia y figura del detenido desaparecido, terminando cada capítulo con su fotografía y empatizando con el dolor de la familia, de los amigos y en general todos aquellos que vivieron estos hechos en esa época. Buscamos que nuevas generaciones de chilenos conozcan esta historia y por eso la llevamos a nuestra pantalla y a nuestro sitio web. En ningún caso queremos ocultar u omitir a los responsables de estos hechos, cuya culpabilidad ha sido establecida por la justicia; sí poner el foco en las víctimas, en sus circunstancias y en el dolor de sus familias”, concluyó.

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