Este sábado se realizó una nueva «marcha por la ciencia», en la que investigadores chilenos salieron a la calle, a la par con decenas de ciudades del mundo, en demanda de mayor presupuesto y atención al desarrollo de su área.
Este sábado se vivió una nueva edición de la “Marcha por la Ciencia y el Conocimiento”. Antofagasta, Valparaíso, Concepción, Valdivia y Santiago, se sumaron a las voces de los investigadores del mundo una caravana que salió desde el Museo de Bellas Artes y llegó hasta la Plaza de la Ciudadanía.
Se trata de la segunda versión de una protesta que comenzó en 2017 en Estados Unidos, tras una serie de políticas anti científicas aplicadas por el presidente Donald Trump.
“Eso es un fenómeno mundial. Ha bajado un poco el ímpetu. Además, en Chile está el hecho de que ya hay un ministerio (de Ciencias), que era una demanda histórica”, dijo a La Tercera Cristián Undurraga, doctor en biología molecular y representante del Frente por el Conocimiento, la agrupación que organizó la marcha.
En Chile, los convocantes apuntan a la baja inversión en ciencia que actualmente realiza el país. Según el informe del 2015 de la OCDE, el Estado chileno es el segundo país de la OCDE con más baja inversión en ciencia, llegando al 0,38% del PIB, lejos del promedio de la OCDE que llega al 2,4%. A esto se suma una centralización de los recursos de diez veces más en Santiago que en regiones como Los Lagos, Arica, Coquimbo y Magallanes, entre otras, según datos de una encuesta de la Asociación Nacional de Investigadores en Postgrado (ANIP) de 2017.
El objetivo también es llamar la atención por distintas problemáticas que sufre los investigadores, especialmente los más jóvenes, que trabajan muchas veces en condiciones de precariedad laboral, sin contratos, salud ni previsión, donde las mujeres se adjudican aún menos concursos que los hombres.
El petitorio nacional tiene seis ejes: Institucionalidad, talento chileno, derechos sociales y equidad de género, democratización del conocimiento, educación y cambio climático.
