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Maestros Artesanos Chilenos: Walka y la magia de crear joyas CULTURA Crédito: Pilar Castro

Maestros Artesanos Chilenos: Walka y la magia de crear joyas

En esta edición podremos leer sobre la importancia de la transferencia de la técnica, filosofía y habilidades creativas del emprendimiento: WE WALKA, prestigiosa escuela de diseño de joyeros chilenos que nos representan con mucho éxito en el extranjero. Esta es una colaboración entre Chile Crafts y El Mostrador, para informar sobre la vida, obra, vivencias y el alma de los artesanos y artesanas más importantes de nuestro país.


Claudia Betancourt y Nano Pulgar

Nadie ama lo que no conoce, hasta que alguien te lo muestra y te hace vivir un instante extraordinario que cambia tu vida y le da sentido. Desde ese momento mágico, las cosas comienzan a darse como dentro de una cadena de acontecimientos, donde el artesano es el principal protagonista, es el centro de una dinámica que, como un torbellino, nos lleva a un proceso creativo singular.

A ello se suma la tradición, el encuentro con los maestros creativos, siempre generosos con sus lecciones de experiencia y sabiduría. Apostar por la vida artesana y creativa es quizá la decisión más difícil, por el miedo al fracaso o a perder una posición social que alguna profesión ya conseguida, podía haberte dado y que tú, tercamente, abandonas y apuestas por la inseguridad y la incertidumbre de un oficio con futuro incierto, pero íntegramente dependiente de tu voluntad y de la destreza de tus manos: es la artesanía.

Esta maravillosa historia le escuchamos contar, embelesados, a Nano Pulgar, un abogado graduado de la Universidad Católica, con un futuro “brillante” en los pasillos de las dependencias de justicia y en las cortes, que, sin embargo, extrañamente, cambió por la humilde artesanía de hacer objetos con cachos de buey y diseñar y crear joyas con diversos materiales.

Fue un enorme desafío. Difícil y dura tarea debe haber sido, para una joven pareja, salir a las calles y ferias a ofrecer el producto de sus manos, durante ocho años en la feria del “Parque Bustamante” y sentirse, muchas veces, incomprendidos, pero, persistir heroicamente, escuchando y llevando a la práctica, las grandes enseñanzas tomadas de la sabiduría de los ilustres maestros artesanos de Latinoamérica y de Dominga Neculmán, una reconocida alfarera mapuche, amiga.

Claudia y Nano lucharon con perseverancia e inquebrantable dedicación, con el apasionamiento y certeza de su arte y con la pulcritud impecable de sus obras, hasta lograr la cumbre y el reconocimiento del excelso mundo del arte de la joyería contemporánea, que les llevó a conquistar: cuatro Sellos de Excelencia UNESCO Chile; Premio Maestra Artesana Contemporánea, participar y ganar reconocimientos en: Harper´s BAZAAR (Chile), Beijing Bienal Art Jewelry (China), Museo de Arte y Diseño MAD NYC (USA), Bienal de Diseño de Chile y España, Libro Éclat: New Master of Jewelry Design, Revista ELLE y VOGUE.

Una trayectoria incomparable de éxitos y progreso, digna de aplausos y emulación.

Anillo Walka, oro negro y esmeralda en bruto. Crédito: Karen Clunes.

Todo eso es fruto del amor, cuenta, Nano Pulgar, el director de WE WALKA, quien dice que fue “adoptado” por la familia Betancourt, la familia de su esposa Claudia, quienes, desde el abuelo Juan, y su suegro Hernán, trabajaban en una artesanía tradicional que habían reinventado e innovado a partir de los cuernos o cachos de ganado de vacuno.

La pareja, como tercera generación, dio el paso gigantesco al crear la escuela WE WALKA, después de repensar los paradigmas, las técnicas, materiales, modelos y conceptos, para competir con éxito en un mercado exclusivo y de alta competencia, agregaron el diseño, una incomparable herramienta estratégica, para diferenciarse.

Broches de cacho de buey, plata y oro creados por Claudia Betancourt y Nano Pulgar. Crédito: Karen Clunes

WALKA escuela: taller de proyectos. Valentina Pérez, plata y piedras en casting. Crédito: Noli y Provoste

Ahora, reposados ya, con el respaldo que les otorga la fama bien ganada, se preparan, generosamente, como hacen los verdaderos maestros, a compartir sus conocimientos y saberes con las nuevas generaciones, con el objetivo expreso de contribuir a la construcción de una sociedad nueva y mejor.

Así se hace patria, demostrando con el ejemplo, con buena voluntad y positivo entusiasmo, con valor, sacrificio y trabajo en libertad.

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