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Documentalista de “El efecto ladrillo”: ”con más empatía quizás no hubiera habido estallido” CULTURA

Documentalista de “El efecto ladrillo”: ”con más empatía quizás no hubiera habido estallido”

Marco Fajardo
Por : Marco Fajardo Periodista de ciencia, cultura y medio ambiente de El Mostrador
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Carola Fuentes, conocida por «Chicago Boys», participa en el festival Sanfic, que termina este domingo, con un filme co dirigido con Rafael Valdeavellano, que cuenta las historias de una víctima y de un beneficiado por el modelo neoliberal. «Cuando terminamos ‘Chicago Boys’ muchas personas nos dijeron que la película se quedaba corta en hablar de las cosas buenas que había logrado el modelo. Nos dijeron que las marchas que mostrábamos eran añejas y que la gente, la clase media, estaba super bien», recuerda. «Es el fin de un ciclo, ha sido medio siglo que está llegando a su fin y lo que venga ahora, lo estamos construyendo hoy con nuevas y frescas miradas. Y de eso, también se trata la película: de la esperanza que existe luego de todo el dolor que hemos experimentado en este proceso de transformación», reflexiona. La cinta se puede ver este viernes en el Cinemark Alto Las Condes.


La periodista Carola Fuentes exhibe esta semana en el Santiago Festival Internacional de Cine (Sanfic), que concluye este domingo, su documental «El efecto ladrillo», que realizó junto a Rafael Valdeavellano.

Fuentes se hizo conocida anteriormente por la película «Chicago Boys» (2015), también en dupla con el mismo realizador, que cuenta la historia de un grupo de economistas de la UC que estudió en Chicago e introdujo el modelo neoliberal durante la dictadura militar (1973-1990).

En el marco del estallido social, la nueva cinta sigue las vidas de Mariana (50), una profesora y una de las víctimas del modelo, y Ramiro (70), un economista y uno de los beneficiados.

«En un año inolvidable para la humanidad, ambos sufrirán una transformación inesperada, mientras que el país opta por reformar el modelo mediante la creación de una nueva Constitución», señala la reseña oficial.

La cinta se puede ver este viernes a las 17:30 horas en el Cinemark Alto Las Condes (Avenida Kennedy 9001, Local 3092). Además hay disponible hasta esta noche una función online.

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Origen

El génesis de «El efecto ladrillo» está en octubre de 2019, cuando la dupla salió a la calle a filmar lo que estaba ocurriendo.

«Ya habíamos grabado muchas marchas para nuestro primer documental, y en estas nuevas manifestaciones volvimos a ver los mismos carteles de protesta, pero con un mensaje mucho más enfocado a los resultados en el largo plazo del modelo económico», recuerda Fuentes.

«Al principio no sabíamos bien qué historia contar, pero con el pasar de los meses empezamos a observar que se estaba revelando una especie de transformación en el país. Fue en la pandemia que encontramos a nuestros personajes. Y lo primero que nos llamó la atención es cómo cada uno estaba protagonizando un proceso de cambio personal muy potente, que a la vez representaba esa especie de metamorfosis general que estábamos detectando en el país».

El título es una referencia directa al texto «El ladrillo» de los economistas Andrés Sanfuentes, Juan Villarzú y José Luis Zabala Ponce para la introducción del neoliberalismo en Chile.

«Creemos que lo que ha estado pasando es el resultado -para bien y para mal- de esa receta», afirma.

Protagonistas

El documental trata de dos personas que viven en lugares muy distintos de Santiago, La Dehesa y San Bernardo, que tienen orígenes muy diferentes y que han vivido la historia de Chile de los últimos cincuenta años desde lugares opuestos. Sin embargo, a lo largo de la película, el espectador va viendo muchas cosas que sorprendentemente tienen en común.

«Es sorprendente porque uno de ellos es un economista que en los 70 participó en la redacción de El Ladrillo, y la otra, es una profesora que durante toda su vida vivió las consecuencias del modelo económico de los Chicago Boys».

La revista Variety, que en abril destacó que la cinta fue la única latinoamericana en la exhibición de la sección del Works-in-Progress en el festival Hot Docs Fest en Toronto, escribió que frente a los protagonistas, los cineastas, «usando un enfoque amplio, logran una introspección más allá de la rabia, sin vilipendiar, excusar o convertirlos en mártires», en donde ambos reciben un trato «equivalente y justo».

La historia transcurre desde el 18 de octubre del 2019 hasta el 25 de octubre del 2020.

«Un año en que la vida de los personajes, y de millones de chilenas y chilenos, cambió para siempre», comenta Fuentes.

Crédito: Chiledoc

Conexión

La conexión entre las dos cintas de los realizadores es obvia.

«Cuando terminamos ‘Chicago Boys’ muchas personas nos dijeron que la película se quedaba corta en hablar de las cosas buenas que había logrado el modelo. Nos dijeron que las marchas que mostrábamos eran añejas y que la gente, la clase media, estaba super bien», recuerda.

Esta nueva cinta parte hablando de la ilusión que muchos tenían sobre el éxito del neoliberalismo.

«Hoy nadie puede negar que hubo algo que no resultó. Que es verdad que Chile creció, pero también la frustración por la desigualdad; que es verdad que tenemos más infraestructura pero también más problemas medioambientales, y así, una larga lista de cifras positivas junto a una larga lista de costos o impactos sociales».

Fuentes además aventura que si eventualmente la actitud frente al malestar en sectores de la población hubiera sido distinta, otro gallo cantaría.

«Quién sabe… si el 2015 la actitud frente a lo que ya decían las personas en las marchas hubiera sido más humilde, menos a la defensiva, más empática, si los cambios que se están ofreciendo hacer hoy se hubieran hecho entonces… quizás, quizás, la cosa no habría terminado estallando».

Los realizadores Rafael Valdeavellano y Carola Fuentes. Crédito: Chiledoc

Vivencia personal

A nivel personal, Fuentes recuerda que en esos días de octubre no solamente hacía un registro de la situación, sino también ayudaba a llevar gente a sus casas porque no había micros.

«Me pasé muchos días transportando personas que estaban varadas en los paraderos», una experiencia que le resultó «fascinante».

«Hicimos un corto de hecho, que se llama ‘Las Voces de la Protesta’, y que salió en Univisión, en Estados Unidos. Pero sentíamos que nuestro aporte a la comprensión de lo que estaba pasando tenía que ir por otro lado. No sólo mostrar la protesta. Ir más profundo. Y así nació esta película», remata.

Respecto a la coyuntura actual la realizadora ha estado fuera de Chile todo el primer semestre, así que está un poco alejada de los detalles de lo que ha pasado en el último tiempo, «lo que agradezco, porque tengo la convicción de que en el futuro miraremos para atrás y nos quedaremos con la ‘big picture’, como dicen los gringos… no con las peleas chicas, sino con el proceso de transformación histórica que estamos viviendo».

«Es el fin de un ciclo, ha sido medio siglo que está llegando a su fin y lo que venga ahora, lo estamos construyendo hoy con nuevas y frescas miradas. Y de eso, también se trata la película: de la esperanza que existe luego de todo el dolor que hemos experimentado en este proceso de transformación», concluye.

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