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Chile sucumbe ante el mecanismo naranja Juego táctico de Van Gaal marca derrota 2-0 ante Holanda

Chile sucumbe ante el mecanismo naranja

greso de Jean Beausejour reflejó que Sampaoli no esperaba un cambio en el guión del encuentro. Mandó al 15 a la cancha para sumar verticalidad en la tenencia del balón, pero los europeos pasaron de esperar a «La Roja» a tomar la pelota e intentar definir con velocidad. Y se fueron encima de los chilenos, quienes se vieron sorprendidos por la intensidad.


chile-holanda-3La táctica de Van Gaal se impuso al corazón nacional. Gracias a una falla propia y a un contragolpe fulminante, Holanda ganó el grupo y jugará contra México, el segundo del grupo A. Los chilenos dejaron todo en la cancha y se tiene fe de cara al duelo con Brasil para luchar por un lugar en los cuartos de final.

Lo anunciaba Sampaoli en la previa. Iba a ser un partido táctico, en el cual los talentos individuales podían pasar a segundo plano. Así fue, porque ni Alexis Sánchez ni Jorge Valdivia pudieron desarticular a la dura defensa holandesa. Van Gaal hizo su apuesta, condicionado por un plantel joven y por la suspensión de van Persie. Acertó. La lucha táctica derivó en una batalla cuerpo a cuerpo, donde los chilenos fueron superados.

Al igual que en el partido contra España, Chile perdió el mediocampo y le permitió a Holanda jugar en horizontal. Nigel de Jong y Wijnaldum apretaron a Díaz y a Aránguiz, e intentaron llevar el juego a las bandas para diluirlo contra la línea lateral. En ese lugar a Isla y a Mena les costó mucho, chocando constantemente con una defensa que les dobló en la marca. Con las líneas bien apretadas y con los centrales pegados, ni Sánchez ni Vargas pudieron girarse con espacios, por lo que intentaron engancharse para sacar a los defensores de su zona.

Alexis sacó sus ventajas, pero en una zona donde la sorpresa de sus jugadas estuvo siempre destinada a diluirse. Las mejores oportunidades de Chile llegaron del trabajo táctico de Sampaoli: el cambio de posiciones. De la misma forma que en los dos partidos anteriores, Charles Aránguiz aprovechó los espacios que provocaban los recogimientos de los delanteros nacionales y sorprendiendo con un par de internadas importantes que el equipo chileno no supo aprovechar al llegar demasiado exigido.

Sneijder, el director de orquesta de Van Gaal, deambuló como un fantasma por la cancha. El planteamiento táctico no le favoreció. A balonazo largo buscando las espaldas de Silva y de Jara, la estrategia naranja fue buscar exclusivamente a Arjen Robben, quien con sus endemoniadas diagonales apiló chilenos siempre que quiso. Felipe Gutiérrez, en dos jugadas preparadas, tuvo las ocasiones más claras de Chile.

Era un rival durísimo, y en el segundo tiempo quedó demostrado. El ingreso de Jean Beausejour reflejó que Sampaoli no esperaba un cambio en el guión del encuentro. Mandó al 15 a la cancha para sumar verticalidad en la tenencia del balón, pero Holanda pasó de esperar a Chile a tomar la pelota e intentar matarlo por velocidad. Los naranjos se vinieron encima de los chilenos, quienes se vieron sorprendidos por la intensidad.

Y cuando intentaron responder, llegaron los goles. Jara perdió la marca para dejar solo al recién ingresado Fer. Y ni las diferencias de Valdivia pudieron cambiar el final del cuento. Depay terminó una contra de Robben para cerrar el marcador. Así, a puro oficio, Holanda gana el grupo, evita a Brasil y enseña a Chile el camino para jugar con los mejores del mundo con una cura de humildad importante. Y a pensar en el sábado, en un partido que será de matar o morir.

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