PAÍS
El Mandatario aseguró estar abierto a la conversación con todos los que quieran dialogar respetando el Estado de derecho y renunciando a la violencia. Además, señaló que existe un propósito para «la paz» en la región y eso, según dijo el Jefe de Estado, requiere de la condena a la violencia «venga de donde venga”.
El Presidente Sebastián Piñera se refirió este domingo a la situación en La Araucanía. El Mandatario aseguró que su Gobierno está dispuesto a sentarse a conversar. Eso sí, mientras se respete el principio de gobernanza que rige en el país.
Desde Rancagua, y en el marco del anuncio de la reducción de la tarifa eléctrica para 10 comunas del país, el jefe de Estado aseguró que «el compromiso del Gobierno con el Estado de derecho, con el orden público y la seguridad ciudadana es total». Por esa razón, añadió Piñera, «el Gobierno está abierto al diálogo con quienes quieran hacerlo, respetando el Estado de derecho, renunciando a la violencia y colaborando en avanzar en las soluciones».
Las palabras del Presidente se dan luego de una semana marcada por diversos hechos de violencia en La Araucanía y que llevaron a La Moneda a tener que buscar otras fórmulas para intentar apaciguar los ánimos en una región que, en los hechos más recientes, vivió un episodio inédito de civiles armados al momento del desalojo de diferentes municipalidades en toma.
Una de esas fórmulas fue el abrirse a dialogar con voceros de los presos mapuche que piden pasar la condena en sus hogares mientras dure la pandemia. Si bien se lograron comunicar entre el ministro de Justicia y los representantes de quienes se encuentran en huelga de hambre hace ya 97 días, no se logró el objetivo del Ejecutivo de que estas se depusieran.
Recordemos que el ministro de Justicia y Derechos Humanos, Hernán Larraín, calificó como “una muy buena conversación” su diálogo con los representantes del machi Celestino Córdova, concretada este viernes vía Zoom, pero lamentó que los representantes de los otros ocho comuneros mapuche en huelga de hambre no hayan aceptado reunirse.
“Ha sido un día importante, hemos avanzado y no hemos perdido la esperanza de seguir conversando a quienes representan a los ocho comuneros de Angol”, señaló Larraín, en alusión al acercamiento con los representantes del machi, que tiene por objetivo lograr el fin de su huelga de hambre.
Respecto de los ocho comuneros, también en huelga de hambre, Larraín lamentó que sus representantes “no se sumaran a nuestra invitación a conversar. Fue por distintas razones que no vamos a entrar a juzgar”, dijo.
Al mismo tiempo, durante la semana, desde la Multigremial Nacional amenazaron con quedar en libertad de acción si el Estado no se hacía cargo del tema.
