La expresidenta de la UDI dijo que vio cómo el segundo mandato de Sebastián Piñera estuvo a punto de derrumbarse en medio del estallido social. La senadora que deja la conducción del partido en manos del diputado Javier Macaya contó en una entrevista lo que se vivía en el oficialismo tras el 18-O y relató sus momentos más complejos. Según Van Rysselberghe, si todos hubiesen actuado irresponsablemente al interior de la coalición de gobierno lo más probable es que hubiesen terminado en una situación «insostenible» y con el gobierno más que contra las cuerdas.
Jacqueline Van Rysselberghe no sabe si la UDI fue el principal soporte del Gobierno durante el estallido social pero asegura que al interior del gremialismo entendían, sobre todo después del 18 de octubre, «que lo peor que le podía pasar a Chile es que se quebrara la democracia». Y, en ese contexto, dijo que en el partido que presidía hasta hace poco estuvieron «dispuestos a pagar los costos de lo que eso significaba».
La expresidenta de la UDI conversó con La Tercera y aseguró que no se arrepiente de haber estado del lado del Ejecutivo cuando en las calles pedían por lo bajo el cargo de Sebastián Piñera. En ese sentido, recalcó que «el gobierno estuvo muy cerca de caer, probablemente más cerca de lo que la gente piensa».
«Si el país seguía en esa escalada de violencia que estábamos viviendo para el 15 de noviembre, la misma gente de derecha le habría pedido a Piñera que se fuera», sentenció la senadora UDI, explicando que si todo se salía de sus casillas se habría generado una situación política muy compleja que habría puesto en jaque la estabilidad del gobierno.
Según JVR, si todos hubiesen actuado irresponsablemente al interior del oficialismo «lo más probable es que hubiéramos terminado en una situación en que se hace insostenible que el gobierno pueda seguir gobernando».
«Eso, aquí y en cualquier parte, es un golpe de Estado blanco, pero golpe de Estado al fin», comentó.
Consultada por la visión del Presidente Piñera en los momentos más álgidos, JVR aseguró que el Mandatario «siempre estuvo con la cabeza fría y dispuesto a avanzar».
