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Se va el general Baquedano: Consejo de Monumentos decide sacar estatua de Plaza Italia para someterla a restauración PAÍS

Se va el general Baquedano: Consejo de Monumentos decide sacar estatua de Plaza Italia para someterla a restauración

En medio de la controversia por la permanencia de la escultura en su emplazamiento actual, el Consejo de Monumentos Nacionales resolvió en forma unánime que la estatua será retirada momentáneamente para someterla a reparaciones, sin que hasta ahora haya un pronunciamiento sobre su destino final [En Desarrollo]


Esta tarde, el Consejo de Monumentos Nacionales (CMN), en su primera sesión del año, decidió en forma unánime trasladar la estatua del general Manuel Baquedano, desde su emplazamiento en la plaza que lleva su nombre, hacia otro lugar donde será restaurada, después de que fuera objeto de controversia a partir de las vandalizaciones que le han afectado, en el contexto de manifestaciones ciudadanas.

La estatua que divide a la derecha

En medio del debate, rápidamente la coalición oficialista mostró que en su interior existen dos opiniones sobre este tema. Desde la UDI, la bancada de diputados expresó su rechazo a que la estatua pudiera ser removida de su ubicación actual.

El jefe de la bancada UDI, Juan Antonio Coloma, además del diputado Sergio Bobadilla, advirtieron que si el Consejo de Monumentos Nacionales (CMN) decide esta tarde trasladar el monumento al General Baquedano a raíz del vandalismo que ha sufrido en el último tiempo, la ministra de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, Consuelo Valdés, “se quedará sin respaldo político de esta bancada”.

“Las democracias sólidas nunca ceden ante la violencia. Al contrario, la combaten con las armas que le otorga el imperio de la ley, y en este caso es el Gobierno el principal responsable de mantener el orden público en nuestro país”, argumentaron los diputados. En esa línea, Coloma y Bobadilla agregaron que, si finalmente se resuelve trasladar la histórica estatua, el Consejo de Monumentos Nacionales “estaría haciendo eco de aquellas señales de los diputados de extrema izquierda, que lo único que han hecho es llamar a quemarlo todo y a rodear la Convención Constitucional, utilizando la violencia como forma de acción política”, afirmaron.

Finalmente, los gremialistas se preguntaron «si fuese así, ¿van a trasladar todos los monumentos que un grupo de desadaptados y violentistas decidan atacar?”, cuestionaron los diputados UDI, insistiendo en ese sentido que “esta es una decisión que el Gobierno tiene que tomar pensando en la grave y equívoca señal que estaría dando si es que resuelve trasladar un monumento”, subrayaron.

En una posición contraria está el candidato presidencial de RN, Mario Desbordes. «Con 10 mil personas ahí, no hay policía en el mundo que a usted le asegure el cuidado de esa estatua, ninguna policía. A no ser que usted esté dispuesto a un baño de sangre y la verdad es que yo, que soy pro estatua, pro Baquedano y muchas cosas más, no estoy dispuesto a un baño de sangre. Por lo tanto, esa estatua, saquémosla de ahí ahora ya», dijo Desbordes en el matinal de La Red.

«Arreglémosla, hagámosle mantención. Hagámosle un desagravio al soldado, a la tumba de un hombre chileno que falleció en combate defendiendo nuestra bandera. Tomémoslo y llevémoslo al lugar que corresponde. Pero sacar a Baquedano no va a solucionar el drama que viven los vecinos de Plaza Italia, a quienes les han destruido su calidad de vida. Por lo tanto, condenemos la violencia y en serio», concluyó.

El problema de la «deliberación»

Desde comienzos del año, que el Ejército está preocupado por la situación del emplazamiento donde no solo está la estatua sino también el memorial del «soldado desconocido». En enero, el comandante en Jefe del Ejército, Ricardo Martínez, envió una carta al Consejo de Monumentos Nacionales pidiendo que «en la eventualidad que se evalúe que no es factible garantizar su protección en la ubicación actual, en las condiciones de seguridad y dignidad que la obra amerita, la institución es partidaria de su traslado a un lugar que garantice su permanente cuidado y conservación, con la dignidad que el héroe merece”, decía la misiva.

La expresión de molestia de la institución castrense llegó después del 5 de marzo, cuando un grupo de personas prendió fuego a la estatua durante la ya habitual manifestación de los viernes en la plaza. El Ejército difundió un comunicado en que se expresó de la siguiente manera:

«Los cobardes desadaptados que cometieron este acto indignante y repudiable para todos nuestros compatriotas son antichilenos, porque desconocen la historia y, en su ignorancia, son incapaces de descubrir el extraordinario aporte que el General Baquedano, junto a miles de soldados chilenos le entregaron al país, al integrar los extensos y valiosos territorios del norte, que hoy nos enorgullecen y son muy importantes para Chile”.

El comunicado fue leído por la oposición como una abierta «deliberación» de la institución armada, algo prohibido por la ley. Tanto las candidatas Paula Narváez como Ximena Rincón aseguraron que, si estuvieran en el Gobierno, le pedirían la renuncia al comandante en Jefe del Ejército, Ricardo Martínez. Mientras, el senador Alejandro Navarro pidió a la Contraloría iniciar un sumario contra Martínez. Paralelamente el Gobierno defendió al Ejército, asegurando que la respuesta por el incidente de la estatua fue una opinión y no una deliberación.

De todas maneras, la interpretación del comunicado sigue generando debate. Esta mañana Laura Albornoz, abogada DC, exministra y candidata a la Convención Constitucional, insistió en que fue una mala decisión de la institución castrense referirse en estos términos. «Efectivamente creo que el Ejército se pasó tres pueblos. No se puede dividir el país entre buenos y malos nuevamente, menos a propósito de una estatua. El tema de la deliberación desde el punto de vista doctrinario, puede estar en debate. Pero al comandante en Jefe no le corresponde sacar ninguna carta a propósito de la actuación de la sociedad civil. No está dentro de sus facultades, ellos tienen mandatos precisos. Se han convertido en instituciones no deliberantes, profesionales, jerarquizadas. Eso es lo que uno espera y no que emitan opiniones cada vez que les parezca, por muy enfurecidos que estén. Esa no es su misión. Para eso no se les paga», expresó en el programa El Mostrador en La Clave.

En el mismo programa, el analista Richard Kouyoumdjian afirmó que no se trató de una deliberación por parte del Ejército. «Hay algunos adjetivos que yo no hubiese usado. Pero el comunicado refleja un sentir, una herida muy profunda respecto de lo que ocurre ahí. Y cuando las palabras salen del alma, desde las emociones, pueden usarse palabras. Probablemente el Ejército estaba en su derecho de expresar su sentir. Creo que el Ejército no deliberó. Cuando las Fuerzas Armadas entran a deliberar es porque inciden o empujan la política en una u otra dirección. Creo que nunca fue el interés del Ejército entrar a deliberar», sostuvo.

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