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Las cuatro variables que no considera el proyecto de ley sobre envejecimiento positivo y la importancia de corregirlas a tiempo Opinión

Las cuatro variables que no considera el proyecto de ley sobre envejecimiento positivo y la importancia de corregirlas a tiempo

Juan Domingo Milos y Agnieszka Bozanic
Por : Juan Domingo Milos y Agnieszka Bozanic Juan Domingo MIlos de Alianza por la defensoría de las personas mayores. Agnieszka Bozanic Leal, presidenta Fundación GeroActivismo.
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Este proyecto de ley sobre “envejecimiento positivo” no recoge la reciente doctrina internacional que busca posicionar a las personas mayores en el centro del desarrollo país, manteniendo una visión asistencialista, delegando el cuidado en gran parte al sector privado, sin fortalecer los controles del Estado. Además, es un proyecto miope que homogeniza la percepción de envejecimiento, puesto que no considera a las diversas vejeces y no interpreta las interseccionalidades tales como género,  identidades de género, orientación sexual, discapacidad, pertenencia a pueblos originarios, situación de pobreza y habitabilidad, así como privación de libertad y estado migratorio.


A pocos días de terminar su mandato, el Presidente Sebastián Piñera activó el ingreso de 51 proyectos de ley con urgencia para aprobarse antes del 11 de marzo en la Cámara Alta y, entre ellos, destaca el proyecto que promueve un “Envejecimiento positivo, el cuidado integral de las personas mayores y el fortalecimiento de la institucionalidad del adulto mayor”, despachado por la comisión especial del adulto mayor del Senado.

Sin embargo, como organizaciones que trabajamos y velamos por los derechos de las personas mayores, nos declaramos en alerta, pues este proyecto presenta cuatro deficiencias que deben ser corregidas a la brevedad:

  1. Enfoque de derechos humanos: El estado de Chile –desde 2017– firmó y se encuentra vigente la Convención Interamericana sobre Protección de los Derechos Humanos de las Personas Mayores, por lo que es importante aclarar que en este proyecto de ley se observan que esos derechos disminuyen, aminoran o desnaturalizan, dejándolos solo como materias que el Estado debe “promover” o “propiciar”, sin poner énfasis en las garantías y exigencias de los estándares internacionales.
  2. No hay una política de Estado sobre personas mayores y envejecimiento: Este proyecto de ley refuerza el carácter presidencialista y vertical de la política nacional e institucionalidad que proyecta, con los defectos asociados a este diseño, como la preeminencia de criterios políticos coyunturales, por lo que se necesita una mejora para que la ley trascienda las administraciones venideras y considere al envejecimiento como parte de las políticas públicas de Estado. Según proyecciones, en 2050, el 33% de las personas en Chile tendremos más de 60 años, siendo el país más envejecido de Latinoamérica.
  3. No proyecta nuevos paradigmas: Este proyecto de ley sobre “envejecimiento positivo” no recoge la reciente doctrina internacional que busca posicionar a las personas mayores en el centro del desarrollo país, manteniendo una visión asistencialista, delegando el cuidado en gran parte al sector privado, sin fortalecer los controles del Estado. Además, es un proyecto miope que homogeniza la percepción de envejecimiento, puesto que no considera a las diversas vejeces y no interpreta las interseccionalidades tales como género,  identidades de género, orientación sexual, discapacidad, pertenencia a pueblos originarios, situación de pobreza y habitabilidad, así como privación de libertad y estado migratorio.
  4. Una nueva institucionalidad: a 20 años de la creación del Servicio Nacional del Adulto Mayor (Senama), este proyecto de ley no proporciona el debate suficiente ni la discusión sobre su misión en este nuevo contexto. Es urgente pensar en una nueva institucionalidad para mejorar la excesiva orientación público-privada, los conflictos de intereses, las deficiencias en el control del sistema y el discutible rol simultáneo de diseño de políticas, de ejecución y de evaluación de las mismas.

Así, hacemos el llamado al Senado a rechazar sin vacilaciones este proyecto y corregir las inconsistencias del texto, de manera de poder regular de forma integral las variables relativas a los procesos biológicos, de cuidados, derechos humanos e institucionalidad que tanto necesitamos hace décadas y que, en estos momentos de la historia, nos parecen tan necesarias para el desarrollo sostenible del nuevo Chile, y que no pueden depender de presiones políticas de última hora.

¡Por las personas mayores de hoy y las de mañana!

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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