Este proyecto de ley sobre “envejecimiento positivo” no recoge la reciente doctrina internacional que busca posicionar a las personas mayores en el centro del desarrollo país, manteniendo una visión asistencialista, delegando el cuidado en gran parte al sector privado, sin fortalecer los controles del Estado. Además, es un proyecto miope que homogeniza la percepción de envejecimiento, puesto que no considera a las diversas vejeces y no interpreta las interseccionalidades tales como género, identidades de género, orientación sexual, discapacidad, pertenencia a pueblos originarios, situación de pobreza y habitabilidad, así como privación de libertad y estado migratorio.
A pocos días de terminar su mandato, el Presidente Sebastián Piñera activó el ingreso de 51 proyectos de ley con urgencia para aprobarse antes del 11 de marzo en la Cámara Alta y, entre ellos, destaca el proyecto que promueve un “Envejecimiento positivo, el cuidado integral de las personas mayores y el fortalecimiento de la institucionalidad del adulto mayor”, despachado por la comisión especial del adulto mayor del Senado.
Sin embargo, como organizaciones que trabajamos y velamos por los derechos de las personas mayores, nos declaramos en alerta, pues este proyecto presenta cuatro deficiencias que deben ser corregidas a la brevedad:
Así, hacemos el llamado al Senado a rechazar sin vacilaciones este proyecto y corregir las inconsistencias del texto, de manera de poder regular de forma integral las variables relativas a los procesos biológicos, de cuidados, derechos humanos e institucionalidad que tanto necesitamos hace décadas y que, en estos momentos de la historia, nos parecen tan necesarias para el desarrollo sostenible del nuevo Chile, y que no pueden depender de presiones políticas de última hora.
¡Por las personas mayores de hoy y las de mañana!