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Director de El Mostrador: «La propuesta constitucional no es un examen de lectura, es una decisión política sobre qué país queremos» PAÍS

Director de El Mostrador: «La propuesta constitucional no es un examen de lectura, es una decisión política sobre qué país queremos»

Concluido el proceso constituyente y emplazado cada chileno y chilena mayor de edad a expresarse obligatoriamente –en el plebiscito del próximo 04 de septiembre– sobre si Aprueba o Rechaza la propuesta constitucional entregada al Presidente de la República, cabe preguntarse: ¿ambas posturas son legítimas? Por supuesto que sí. Así es la democracia, y la postura que gane tendrá total validez; y sea que gane el Apruebo o el Rechazo, significará el inicio de un largo “proceso constituyente”, en pleno curso. En este contexto, de bastante polarización, en conversación con El Mostrador en La Clave, Federico Joannon se refiere a la función democrática de los medios de comunicación en general, y de El Mostrador en particular, como puentes, espacios de diálogo y lugares para fortalecer la convivencia cívica.


Este día, 04 de julio de 2022, en que la Convención Constitucional hizo entrega al Presidente Gabriel Boric, y puso a disposición de todo el país, la propuesta para una nueva Constitución, El Mostrador, a través de su director, Federico Joannon, en el espacio radial de El Mostrador en la Clave, recordó la postura editorial que ha tenido este medio, desde su fundación, sobre la necesidad de tener una Constitución con legitimidad, que sea verdaderamente democrática y que sepulte el origen ilegítimo y tramposo de la Constitución de Pinochet, aprobada bajo amenaza de fusiles en 1980.

«Llevamos más o menos 20 años postulando y haciendo presente la necesidad de contar con una nueva Constitución para Chile. Empezamos a comienzos de la década del 2000, con un primer editorial, en el que hicimos presente que la Constitución de Pinochet, la Constitución del 80, era una Constitución sin legitimidad, una Constitución tramposa porque les daba más poder a las minorías que a las mayorías. Con mecanismos contramayoritarios, brutales, incluso con la posibilidad de tener al dictador como senador. Era un desastre», sostiene Joannon.

Desde entonces, El Mostrador ha venido cubriendo, editorializando y abriendo espacios de opinión sobre el tema constituyente, y cubrió la gran reforma del Presidente Ricardo Lagos el 2005, que fue un gran avance, pero en lo medular siguió siendo la Constitución del 80, con muchos de sus graves defectos. Instaló mecanismos mayoritarios, pero coexistiendo, todavía, con determinantes mecanismos contramayoritarios, manteniendo un presidencialismo exacerbado. 

Lo propio se hizo también con el proceso bajo el segundo mandato de Michelle Bachelet, por nueva Constitución para Chile, cubriéndose el esfuerzo de los cabildos ciudadanos y la marca AC, pero recuerda Joannon lo que ocurrió con el texto final: «Ya sabemos que la elite chilena fue sorda y ciega y no le dio la pasada y quedó guardada en un cajón».

Y después vino el estallido social, con todo lo que sabemos, “donde apoyamos como medio la salida institucional a la profunda crisis, que nos estaba costando demasiado caro, en todo sentido”. Y, en esta salida, consistente en un proceso constituyente, Convención Constitucional de por medio, El Mostrador ha puesto todos sus esfuerzos en llevar adelante una cobertura detallada y confiable de los avances, los retrocesos, los ruidos y, especialmente, los acuerdos plasmados en los consensos supramayoritarios de los 2/3. «Todo lo que se aprobó ahí fue por 2/3, nunca hay que olvidarlo, y 2/3 es una mayoría súper difícil de lograr», señala el director de este medio.

Concluido el proceso y emplazados todos los chilenos a expresarse obligatoriamente en el Plebiscito del próximo 04 de septiembre, en que la ciudadanía tendrá el derecho a decir Apruebo o Rechazo, cabe preguntarse: ¿ambas posturas son legítimas? Por supuesto que sí. Así es la democracia, y –expresa Joannon– “en estos momentos de polarización y acaloradas discusiones, la función democrática que se nos exige como medios de comunicación es la de ser puentes, espacios de diálogo para fortalecer la convivencia cívica”.

Heredera de la tradición constitucional chilena, la propuesta de nueva Constitución tiene elementos de la tradición liberal francesa, de la Constitución del 25, del 80 y de la tradición latinoamericanista. Pero ese reconocimiento implica también despejar las mentiras, porque bajo ningún concepto –advierte Federico Joannon– se puede seguir dando espacios a las fake news, como aquella que, basándose precisamente en la tradición latinoamericana, afirma que se trata de una «Constitución boliviana».

A fin de cuentas, dice el director de El Mostrador, lo que se requiere es una ciudadanía informada, de forma veraz y con transparencia, para lo cual no es necesario conocer de memoria la Constitución, «porque la propuesta constitucional (…) no es un examen de lectura, es una decisión política sobre qué país queremos, y si de verdad la Constitución que se nos presenta, con sus defectos y virtudes, responde o no al Chile del siglo XXI».

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