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Sebastián Piñera apunta hacia los ineficientes organismos de inteligencia en su declaración ante la fiscal Chong PAÍS Créditos: Agencia Uno.

Sebastián Piñera apunta hacia los ineficientes organismos de inteligencia en su declaración ante la fiscal Chong

Fueron 85 páginas con las que el ex mandatario contó para declarar ante la fiscal Ximena Chong por la causa en la que se le imputa responsabilidad por delitos de lesa humanidad durante el estallido social. En esa declaración, el ex Presidente Piñera reveló que siempre hubo una doble instrucción: resguardar el orden público y los DD.HH. Además, sostuvo que no hubo un sistema de inteligencia a la altura, lo que constituye “un problema grave”.


El ex Presidente Sebastián Piñera finalmente declaró ante la fiscal Ximena Chong, jefa de Alta Complejidad de la zona metropolitana Centro Norte, por la causa en la que se le imputa responsabilidad por delitos de lesa humanidad durante el estallido social, mientras ejercía como autoridad máxima del país. En la declaración, entre distintas temáticas, declaró que el trabajo de inteligencia fue insuficiente: “No hubo información previa y precisa de los organismos de inteligencia. Este es un problema grave”. 

En su declaración, el ex presidente advirtió que “pocos días antes del 18 de octubre hubo una reunión del Comité de Inteligencia (…); yo muchas veces preguntaba si había algo adicional en materia de seguridad pública que el Presidente debiese conocer. No hubo respuesta a esa pregunta”. En ese momento explicó que hubo un problema grave en tanto el actuar de inteligencia, pues la información no fue oportuna y, además, no era acertada respecto a lo que estaba sucediendo. 

Así lo consignaron los informes que le llegaron al ex Mandatario  durante el estallido social. El ex ministro de Defensa de Piñera, Alberto Espina, hizo llegar un informe a Piñera que aseguraba que el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (SEBIN), que supuestamente era una célula del G2 (Servicio de Inteligencia cubano), había logrado introducir en Chile “un batallón de 600 agentes clandestinos expertos en guerrilla urbana”. 

El documento, aseguraba que el líder de esta facción era Pedro Carvajalino, jefe de una organización chavista llamada Zurda Konducta. Un elemento clave que no se incluyó en dicho informe, fue que Zurda Kondurcta  no es el nombre de una organización guerrillera, sino que un programa de televisión. Además, tampoco consignó que Carvajalino era un youtuber y tuitero fanático del Gobierno de Nicolás Maduro. 

Un informe paralelo a este, pero de la Agencia Nacional de Inteligencia (ANI), se aclara que Pedro Carvajalino, no cuenta con un perfil para ser una agente de inteligencia, se esclarece que no es ciudadano venezolano, sino colombiano y que Carvajalino “probablemente sea una estrategia comunicacional por parte del Gobierno de Nicolás Maduro para exacerbar sus capacidades o adjudicarse acciones que no son generadas por él”.

Ahora bien, ante la fiscal Chong, Piñera aseguró que “existió una organización criminal”, en algunos casos, “como por ejemplo, la simultánea de siete estaciones de metro”. En ese tenor, el ex Presidente habría entregado una “doble misión” luego de declarar estado de excepción. Por una parte “resguardar el Control de Orden Público y el respeto a los DD.HH”. Con eso, “además de fortalecer el cumplimiento de protocolos y reglas de uso de la fuerza (…), también incluía la necesidad de iniciar sumarios administrativos y poner los antecedentes en manos de la justicia”. 

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