Publicidad
Colo Colo levanta, el Chupete no

Colo Colo levanta, el Chupete no

El Cacique derrotó por 3 a 1 a Unión Española para sumar su segunda victoria consecutiva en el Torneo de Clausura. Humberto Suazo, sin embargo, volvió a cumplir una actuación para el olvido, obligando al técnico Héctor Tapia a sustituirlo por Vecchio cuando se jugaba el minuto 66. Es verdad: abandonó la cancha entre aplausos, pero cabe preguntarse hasta cuándo le durará el crédito de la difícil hinchada alba.


Colo Colo levanta cabeza, por lo menos en cuanto a resultados. Con Humberto Suazo, en cambio, no ocurre lo mismo. La contratación más bombástica del receso, el gran precio del Cacique para el campeonato local y la Copa, sigue sin rendir lo que de él se esperaba. A los 66 minutos, incluso, Tapia lo sustituyó enviando a la cancha a Emiliano Vecchio. El “Chupete”  se fue a los vestuarios aplaudido, pero cabe preguntarse hasta cuando la hinchada alba le mantendrá el crédito. Sólo la victoria por 3 a 1 sobre Unión Española en el Santa Laura, la segunda consecutiva del Cacique en el Torneo de Clausura, ayudó a soslayar lo mal que anduvo Suazo, que esta vez dejó el área para actuar de “media punta”.

Se suponía que, intentando hacer lo que hace Vecchio, Suazo vendría de más atrás para darle salida a sus volantes de quite, como Esteban Pavez y Claudio Baeza, y para juntarse con Paredes en las  cercanías del área. Pero si en la zona caliente de la cancha el Chupete no ha  funcionado para nada, al punto que en cinco partidos apenas exhibe la pobre cosecha de un gol, como enlace naufragó también  absolutamente.

Demasiado estático, Suazo fue fácilmente absorbido por la marca pegajosa que trató de imponer Unión Española en el mediocampo. Generalmente fue anticipado, pero cuando llegó a controlar el balón, con tiempo y espacio para intentar algo, falló una y otra vez con sus habilitaciones. Cuesta creerlo, pero el Chupete se mostró incluso torpe con pelota dominada. Y jugando de esa forma naturalmente que no podía hacer olvidar a Vecchio, que cuando busca el área partiendo desde tres cuartos de cancha es capaz de limpiarse el camino para crear superioridad numérica o para habilitar al compañero mejor ubicado.

¿Qué le pasa al Chupete? Porque juega mal y ni siquiera trata de compensar con el espíritu de lucha que se le supone a un delantero que en el Monterrey las hizo todas, llegando a ser considerado durante dos temporadas como el mejor jugador del campeonato. El Suazo de hoy, que naturalmente ya no puede tener la chispa ni la explosión de sus mejores épocas, porque los años pasan y jamás en vano, pierde el balón y casi no se empeña en recuperarlo. Baja los brazos y desecha la lucha, evidenciando una resignación impropia de un jugador de su clase.

En plenas clasificatorias para Brasil 2014, el Chupete renunció a una convocatoria de Sampaoli aduciendo que físicamente no se encontraba bien como para transformarse en un aporte para la Roja, pero encargándose de dejar en claro que su decisión tenía que ver sólo con respecto de ese encuentro que habría de poner a la Selección frente a los uruguayos, en el Estadio Nacional. Pasó que Sampaoli no lo llamó más, y viéndolo jugar habría que preguntarse si fue porque el técnico  tomó su no como algo personal o fue porque se enteró de que Suazo ya no mostraba en el torneo mexicano el nivel que ameritara una nueva convocatoria.

El triunfo albo, más expresivo en el marcador que por juego, sin duda será un buen acicate para el Cacique. Colo Colo contó esta vez con la fortuna de su parte, porque luego que reanudado el partido en su segunda etapa Unión Española igualara desde los doce pasos por intermedio de Miroslav Mirosevic, el elenco albo volvió a desnivelar gracias a un disparo de distancia de Claudio Baeza que dio en un defensa rojo para desviarse y dejar completamente descolocado al meta Sánchez. Y cuando Unión se arrimaba al empate, una jugada desafortunada en dos instancias terminó por sepultar sus posibilidades de ir por el empate. Un pase de larga distancia hacia atrás, buscando al arquero, provocó el grosero error del meta Sánchez, que quiso salir jugando frente a Vecchio. Falló y la pelota le quedó  servida a Esteban Pavez, que llegó al gol superando el postrer esfuerzo del zaguero Berardo ubicado sobre la línea de meta.

Si Suazo volvió a decepcionar, el paraguayo Cáceres respondió plenamente. Es fuerte, como todo jugador guaraní, y está claro que de alto es prácticamente impasable. Falta, sin embargo, que alguien le diga que sus compañeros son los blancos, porque cada rechazo suyo invariablemente es pelota que recupera el rival.

Lo de Unión no deja de ser preocupante. Se quedó con su solitario punto y sólo desde los doce pasos pudo sumar otro gol a la solitaria conquista que podía exhibir jugadas cuatro fechas. En el fondo de la tabla, el fin de semana debe enfrentar nada menos que a la Universidad de Concepción, un líder hasta el momento de tranco muy seguro. Tanto, que exhibe campaña perfecta: ha disputado quince puntos y los ha ganado todos.

Publicidad

Tendencias