Hablar abiertamente de las dificultades de su transformación, dice, puede servir de inspiración a otras personas transgénero.
Ahora es Adam y vive en Glasgow, pero nació como una niña en Egipto. Según él mismo relata con extraordinaria sinceridad, nunca le ha dicho a nadie (ni lo hará) su nombre verdadero.
Su historia, que incluye haber huido de Egipto a los 19 años para empezar una vida como hombre en el Reino Unido, se cuenta en una obra de teatro que él mismo protagoniza.
Hablar abiertamente de las dificultades de su transformación, dice, puede servir de inspiración a otras personas transgénero.