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Otra de las renuncias aceptadas por Francisco fue la del obispo Horacio Valenzuela, quien fue formado por Fernando Karadima, a quien fue absolutamente leal e incluso envió una carta al Vaticano para exculparlo cuando las víctimas peregrinaban contando la bestial repercusión del abuso en sus vidas.
Durante la mañana de este jueves, el Papa Francisco aceptó la renuncia del obispo de Rancagua, Alejandro Goic, un momento que -aseguró- siempre había esperado, y que para él tiene un «sabor amargo».
«La dolorosa circunstancia que vive la Iglesia le imprimen un sabor amargo a este momento, un momento que siempre había esperado, poder asumir con la humildad de quien se va a colaborar desde un servicio sencillo mientras la salud lo permita», dijo Goic en una conferencia de prensa tras confirmarse su dimisión.
El ex obispo hizo un fuerte mea culpa. Su salida de la diócesis se da en el contexto de una «cofradía» llamada «La familia», liderada por alguien que se hacía llamar «La abuela», en donde ocurrieron delitos de índole sexual.
«Yo me pregunto cada día si pese a las denuncias que dieron origen a los procesos canónicos que terminaron en duras sanciones en contra de los responsables, y en mi condición de testigo de estos tristes acontecimientos que tienen en crisis a la Iglesia, si pude hacer más, si debí hacer más, qué me falto para entregarme mejor al servicio de todos estos hermanos víctimas sufrientes en todos los períodos de nuestra historia».
El religioso también estaba siendo fuertemente cuestionado por las conductas impropias de 14 o más sacerdotes de la Diócesis de Rancagua, hechos ocurridos desde 2007 en adelante, por lo cual se realiza una investigación a cargo del Ministerio Público desde marzo pasado. Asimismo, fue el propio Goic quien, ante la crisis de la iglesia Católica por estos asuntos, afirmó que obedecería «lo que el Papa me pida».
Goic brindó palabras de agradecimiento a «quienes me han aportado con juicios críticos y opiniones discrepantes» .
El obispo Luis Fernando Ramos será quien asuma como administrador apostólico de la diócesis, cuya trayectoria fue destacada por Goic y aseguró estar a su «plena disposición para ayudar a todo lo que contribuya a esclarecer la verdad respecto de las situaciones que involucran a sacerdotes de Rancagua. Nunca he eludido los desafíos que se me han propuesto, tampoco las responsabilidades».
Otra de las renuncias aceptadas por Francisco fue la del obispo Horacio Valenzuela, quien fue formado por Fernando Karadima, a quien fue absolutamente leal e incluso envió una carta al Vaticano para exculparlo cuando las víctimas peregrinaban contando la bestial repercusión del abuso en sus vidas.
A través de un comunicado, Valenzuela pidió perdón ante «tantas deficiencias y limitaciones que el señor conoce. Les pido también perdón a quienes causé algún sufrimiento y no traté bien; a quienes presté poca atención y no les di un buen testimonio de Cristo y su Evangelio; por todo lo que no concluí, por lo que no hice o hice mal, les pido su perdón y comprensión».
