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«Sólo soy un hombre blanco común»: el perfil de Brenton Tarrant, uno de los terroristas que atacó una mezquita en Nueva Zelanda MUNDO

«Sólo soy un hombre blanco común»: el perfil de Brenton Tarrant, uno de los terroristas que atacó una mezquita en Nueva Zelanda

Con rasgos supremacistas y xenófobos, Brenton Terrant transmitió en vivo la matanza en una de las mezquitas, con el objetivo de «evitar el fin de mi raza».


Nueva Zelanda comenzó su día de la peor forma posible. Dos ataques terroristas a mezquitas dejaron 49 muertos y más de 50 heridos. La policía local ya ha arrestado a 4 involucrados en los ataques, tres hombres y una mujer, de acuerdo a lo informado por la primera ministra del país oceánico, Jacinda Ardern.

Uno de los detenidos se identificó como Brenton Tarrant. El sujeto fue el terrorista que transmitió en vivo, a través de Facebook, la totalidad de la masacre, desde su auto hasta su ingreso a la mezquita.

El hombre, de 28 años y que llegó vestido con uniforme militar, fue calificado por las autoridades oceánicas como un «terrorista de extrema derecha». Lo cierto es que él tampoco se preocupaba de ocultar sus pensamientos.

De hecho, antes del ataque, tuiteó que «solo soy un hombre blanco común, de una familia normal que ha decidido tomar una postura para asegurar el futuro de su gente». El tuit fue posteriormente borrado por la misma red social.

Quizá sabiendo que eso ocurriría, dejó un manifiesto en donde defendía su ataque. El título del panfleto era «La gran sustitución: hacia una nueva sociedad». El documento, publicado horas antes de cometer el atentado, está plagado de tópicos de extrema derecha supremacista, odio hacia los musulmanes, la democracia y el capitalismo.

En él, Tarrant dice su ataque se inspiró en la masacre realizada por Anders Behring Breivik, el terrorista noruego que en julio de 2011 mató a 77 personas en Noruega y que afirmó que no se sentía culpable porque a veces hay que «cometer una barbarie para frenar otra aún mayor”.

Su objetivo con esto era crear «una atmósfera de miedo» en contra de los musulmanes, a los que quería enseñarles que «nuestras tierras nunca serán sus tierras, nuestra patria nunca será suya, al menos hasta que el hombre blanco viva y que nunca conquistarán nuestro país y nunca sustituirán a nuestra gente».

Contra todo pronóstico, en el mismo manifiesto reconoció que su ataque tiene un «componente racista», sin embargo, espera que le den «el Nobel de la Paz» de la misma forma que se lo dieron «al terrorista Nelson Mandela» una vez que su propio pueblo consiguió el poder.

De acuerdo a Terrant, realizó el ataque para «vengar la muerte de miles de personas asesinadas por extranjeros invasores» a lo largo de toda la historia y asegura que representa «a millones de europeos y otros etnonacionalistas que quieren vivir en paz entre su gente […] con sus propias tradiciones».

Finalmente, reconoce que en el futuro pretende suicidarse, porque está «satisfecho de haber hecho lo que mejor que he podido para evitar el fin de mi raza».

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