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Los disparos de cohetes palestinos y los ataques israelíes en represalia que sacudieron desde el sábado el enclave -atrapado entre Israel, Egipto y el mar Mediterráneo- y las ciudades israelíes cercanas a Gaza cesaron antes del amanecer, tras dos días de tensión en los que murieron 23 palestinos y cuatro personas del lado israelí.
Las autoridades palestinas en la Franja de Gaza anunciaron este lunes un acuerdo de alto al fuego con Israel, luego de un fin de semana donde hubo al menos 27 muertos tras una serie de ataques, la mayor escalada armada desde la invasión de la Franja, en 2014. Con la mediación de Egipto, las partes acordaron callar las armas a partir de las 4.30 horas (1.30 GMT).
Los disparos de cohetes palestinos y los ataques israelíes en represalia que sacudieron desde el sábado el enclave -atrapado entre Israel, Egipto y el mar Mediterráneo- y las ciudades israelíes cercanas a Gaza cesaron antes del amanecer, tras dos días de tensión en los que murieron 23 palestinos y cuatro personas del lado israelí.
Un representante de la Yihad Islámica dijo que el acuerdo de tregua se basaba en una relajación del bloqueo de la Franja de Gaza por parte de Israel. Entre las medidas aceptadas estaría un alivio de los límites para la pesca, dijo, y mejoras en la situación relativa a la electricidad y el combustible en la Franja. Wisam Zoghbar, representante del Frente Democrático para la Liberación de Palestina, dijo en un comunicado que el acuerdo establece el cese de los ataques de Israel contra Gaza.
Si bien las autoridades de Israel no se han referido públicamente al tema, las Fuerzas Armadas dijeron que las restricciones impuestas en las localidades del sur fronterizas con la Franja fueron levantadas. Según fuentes israelíes, más de 650 cohetes y otros proyectiles fueron disparados desde Gaza, 150 de los cuales fueron interceptados por el sistema antimisiles «Domo de Acero”.
Israel dijo haber atacado más de 350 objetivos de Hamás y la Yihad Islámica en toda la Franja de Gaza, apuntando sobre todo contra talleres de fabricación de cohetes, almacenes de armas, posiciones y bases militares, así como un túnel de la Yihad Islámica hacia Israel y edificios que alojaban oficinas de Hamás. De los 23 palestinos muertos, 9 serían milicianos. Sin embargo, hay también dos mujeres embarazadas y varios niños fallecidos por los ataques.
