PAÍS
En Argentina, algunos participantes habrían agredido a dos camarógrafos y un periodista, esto por rechazar la cobertura de los medios de comunicación.
Los chilenos en el extranjero se han sumado, desde la distancia, a las manifestaciones que ocurren en el país. Aunque no solo han protestado chilenos, sino que gente de otras nacionalidades que apoyan la demanda nacional.
Por ejemplo, hoy, desde las 17 horas de Argentina, decenas de personas comenzaron a manifestarse afuera del Consulado de Chile en Buenos Aires.
La movilización no solo tenía este objetivo, sino también cuestionar el actuar del Gobierno de Sebastián Piñera y la represión policial y militar que se ha desplegado en las calles durante los últimos días.
De acuerdo al diario argentino El Clarín, la convocatoria habría sido organizada por el Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS), CTA Autónoma, Partido Obrero y agrupaciones anarquistas. Además, de asistir chilenos residentes en el país trasandino.
La manifestación que en un inicio comenzó tranquila, no terminó bien, ya que algunos participantes habrían agredido a dos camarógrafos y un periodista, esto por rechazar la cobertura de los medios de comunicación. “La prensa burguesa no nos interesa”, fue parte de las consignas que se escucharon en la actividad.
En España, en concreto Barcelona, la situación fue más calmada. Casi mil personas protestaron al medio día del lunes 21 de octubre frente al Consulado Chileno en Barcelona.
Se trataba principalmente de chilenas residentes en la ciudad, además de algunas simpatizantes europeas y de otros lugares de América Latina.
Al respecto, Daniela Figueroa, de la Colectiva Katari, dijo que “como chilenas no podemos sino hacernos parte de este momento de despertar popular en Chile. No somos el oasis en Latinoamérica que Piñera y la elite dice que somos. Y lo que están viviendo nuestras hermanas en Chile es parte de la misma lucha contra la elite colonial, capitalista, patriarcal y neoliberal que se vivió hace poco en Ecuador y se sigue librando en otros lugares del mundo”. Añade que “La represión y autoritarismo son la misma única respuesta de la clase dominante, a todas nuestras luchas”, y advierte que “hay que estar atentos a las posibles violaciones a los derechos humanos durante el estado de excepción”.
