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Conflicto entre México y Bolivia: Áñez ordena la expulsión del país de la embajadora de México y de diplomáticos españoles MUNDO

Conflicto entre México y Bolivia: Áñez ordena la expulsión del país de la embajadora de México y de diplomáticos españoles

Bolivia dio 72 horas para la salida del país de la embajadora de México, María Teresa Mercado; así como de la encargada de Negocios de España y su cónsul, Cristina Borreguero y Álvaro Fernández. España respondió expulsando de Madrid a tres diplomáticos bolivianos.


La presidenta interina de Bolivia, Jeanine Áñez, ordenó este lunes la salida del país de la embajadora de México, María Teresa Mercado; así como de la encargada de Negocios y del cónsul de España, Cristina Borreguero y Álvaro Fernández, respectivamente.

«El gobierno constitucional que presido ha decidido declarar personas ‘no gratas'» a los tres altos diplomáticos, dijo Áñez, a quienes dio un plazo de 72 horas para abandonar el país.

La tensión entre México y Bolivia escaló desde el pasado mes de noviembre tras la acogida del expresidente boliviano Evo Morales en calidad de asilado político por parte del gobierno de Andrés Manuel López Obrador.

Tras conocer el anuncio de Áñez, la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) de México comunicó que ha instruido a la embajadora Mercado regresar a su país con el fin de resguardar su seguridad e integridad.

«El Gobierno de México confirma que el actuar de nuestra embajadora (…) siempre cumplió con los principios de política exterior consagrados en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y en el Derecho Internacional, por lo que considera que esta decisión es de carácter político», dijo la SRE en un comunicado.

¿Cuál es el origen del conflicto?

En las últimas semanas, el conflicto diplomático no hizo más que aumentar entre México y Bolivia.

México acusó duramente a La Paz por «la presencia excesiva de personal de servicios de inteligencia y de seguridad bolivianos que vigilan tanto la Residencia como la Embajada de México» en la capital boliviana, donde un grupo de personas vinculadas al expresidente Morales se encuentran solicitando asilo, y elevó su queja a organismos regionales como la Organización de Estados Americanos.

Bolivia rechazó dichas acusaciones y aseguró que era «imposible» que autoridades del país ingresaran a un recinto diplomático de México.

Policías en el exterior de la embajada de México en BoliviaLos policías y militares están presentes en la embajada de México en La Paz para hacer cumplir órdenes de detención, según el gobierno boliviano.

El pasado viernes, sin embargo, la tensión aumentó cuando el gobierno boliviano denunció que diplomáticos españolesintentaron entrar de forma «subrepticia» en la embajada mexicana acompañados de «encapuchados», en referencia a agentes de la Policía Nacional española destinados en Bolivia.

«Este grupo de representantes de los gobiernos de México y España han lesionado gravemente la soberanía y la dignidad del pueblo y el gobierno. La conducta hostil intentando ingresar de forma subrepticia y clandestina a la residencia de México en Bolivia son hechos que no podemos dejar pasar y han generado consecuencias», dijo este lunes Áñez al anunciar la expulsión de los diplomáticos de ambos países.

«Nosotros tememos que lo que se iba a hacer era sacar a un delincuente común como es (el exministro de la presidencia) Juan Ramón Quintana; esto se ha abortado», dijo este sábado sobre el incidente el ministro boliviano de Gobierno, Arturo Murillo.

Maria Teresa MercadoLa embajadora de México en Bolivia, María Teresa Mercado (derecha), tiene 72 horas para abandonar el país sudamericano, al igual que los altos diplomáticos de la embajada española en La Paz.

El gobierno español confirmó que su encargada de Negocios en Bolivia, Cristina Borreguero, realizó una visita «exclusivamente de cortesía» a la embajada de México en La Paz el pasado viernes, pero negó rotundamente que tuviera como objetivo «facilitar la salida de las personas que se encuentran asiladas en aquellas dependencias».

Tras el anuncio de Áñez, la ministra interina de Exteriores en Bolivia, Karen Longaric, aclaró que la medida «no implica la ruptura de las relaciones diplomáticas» ni con México ni con España.

Según la ministra, se trata de una exigencia de Bolivia para que ambos gobiernos acrediten a nuevos funcionarios que sustituyan a aquellos que «violaron la soberanía e irrespetaron las normas bolivianas».

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