PAÍS
La Conferencia Episcopal manifestó su preocupación por el impacto de la pandemia en el desempleo que, según estimó ayer el Presidente Sebastián Piñera, podría superar el millón de personas.
Los obispos de la Iglesia Católica, reunidos en su Asamblea Plenaria, apuntaron a que el «drama» de la pandemia los interpela a promover una solidaridad activa y a trabajar en un pacto social para aminorar el impacto de la cesantía y sus consecuencias. «Este empeño requiere el esfuerzo de todos, sin excepción», señalaron.
La Conferencia Episcopal envió un mensaje de paz y apuntó a que no es solo se requiere una estrategia, dicen que es un «imperativo ético» mirar más al bien común que a las causas o proyectos particulares.
«No basta el aplanamiento de una curva o el cumplimiento de una meta económica para superar esta crisis. El trasfondo, antes que sanitario o económico, es el drama humano ante nuestros ojos», comentaron según consigna Cooperativa.
En ese sentido, ofrecieron acompañamiento, escucha y solidaridad a la ciudadanía porque «queremos que nadie se sienta solo en este tiempo, que a nadie le falte una voz esperanzadora».
Los obispos además llamaron a ser cercanos con las «personas sin techo o sin hogar, adultos mayores, inmigrantes, grupos familiares que viven en hacinamiento, sin agua y sin condiciones de salubridad ni conectividad. Junto al dolor de quienes han perdido a familiares o los ven sufrir, nos conmueven también los episodios de violencia al interior de la familia, el miedo y los problemas de salud mental a causa de esta crisis».
«En Chile y en la Iglesia -agregaron- hay todavía muchos asuntos pendientes que no pueden ser olvidados. Las mesas de diálogo social que hoy se han abierto por la pandemia son un camino para retomar la búsqueda de un Chile más justo, solidario y dialogante», concluyeron.
