Agresión a estudiante con deuda universitaria: empresa de cobranza desvincula a responsable

Polémica generó la agresión que sufrió un joven por un trabajador de una empresa de cobranza que fue a su domicilio a informar sobre la deuda.

Francisco Jorquera, víctima de la violencia, relató a CHV que tras no poder pagar los cerca de 300 mil pesos que adeuda, comenzó a recibir constantes llamados telefónicos de dicha compañía, hasta que un funcionario llegó al domicilio del joven e intentó golpearlo cuando este se negó a firmar el documento de notificación. Todo esto quedó registrado en las cámaras de seguridad del domicilio.

Crédito: CHV Noticias

Remesa, la empresa a la que pertenecía el trabajador acusado, señaló que lo ocurrido «no es parte del protocolo y procedimientos de nuestra empresa y no se identifica con el espíritu de trabajo de ésta», por lo que iniciaron un sumario interno que resultó en la desvinculación del presunto responsable del hecho.

Junto con informar eso, explicaron que el sujeto no era un cobrador, sino que «un ‘verificador de domicilio, que desconoce la deuda del joven», acción que se realiza «cuando el deudor está inubicable, como ocurrió en este caso y en el evento que en el futuro exista una acción judicial, evitando de esta manera que salgan perjudicados terceros, ante la eventualidad de haber embargos o acciones legales».

«En el caso en cuestión, se cumplieron todos los protocolos y procedimientos, se verificó domicilio, se asistió a la dirección registrada por el estudiante, durante día y hora hábil, preguntando directamente por él, para informarle personalmente la existencia de una deuda. Esta acción obedece a que nunca fue posible contactarlo telefónicamente, existiendo registro de ello», añaden.

Sin perjuicio de lo anterior, la empresa sentenció que «nada justifica los actos de violencia, los cuales repudiamos y atribuimos a un problema personal que se pudo generar entre los involucrados en el momento de la visita».

Desde Remesa además aseguraron que «como política de empresa, buscamos siempre dar una solución al agobio personal que significa para los clientes estar endeudados».

Oficio a casa de estudios

Debido a este incidente, el superintendente Jorge Avilés le ordenó a la institución presentar en un máximo de cinco días hábiles «la copia del contrato de prestación de servicios celebrados entre la universidad y la empresa de cobranza involucrada; luego, un informe que contenga las acciones adoptadas por la institución, para conocer los detalles del incidente mencionado, y para evitar que esto siga ocurriendo en el futuro, porque podría llegar a afectar a otro estudiante».

«Finalmente, el detalle de las acciones realizadas por parte de la institución, a fin de interiorizarse en la situación del estudiante afectado, y de las medidas de acompañamiento y de protección que se hayan dispuesto en beneficio de él», agregó.

La UNAB, en tanto, se defendió asegurando que toda gestión de cobranza la llevan empresas externas, como Remesa, y que ante este caso particular, «queremos ser enfáticos en señalar que el respeto por nuestros alumnos y cualquier miembro de nuestra comunidad es parte fundamental de la institución y sus valores, por lo que rechazamos categóricamente cualquier procedimiento contrario a estos principios, que pueda haber realizado la empresa externa».

«Dado lo anterior, la Universidad ha tomado la decisión de poner fin a la relación contractual con la empresa de cobranza Remesa y se encuentra evaluando todas acciones legales correspondientes para evitar que situaciones como estas vuelvan a ocurrir», agrega su comunicado, en donde añaden que pusieron el equipo legal de apoyo a disposición del estudiante afectado

N. de la R: esta nota fue actualizada con la versión final de la declaración enviada por la empresa involucrada