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De acuerdo a la acción revocatoria concursal subjetiva presentada por el abogado del liquidador de la empresa, José Jofré, califican como «impresentable» que el controlador de la empresa «le reste $3.436.580.610 de su patrimonio, y escasos meses después solicite su liquidación voluntaria, entregando migajas a sus acreedores, mientras la millonaria cifra en cuestión termina en sus propios bolsillos”.
El gimnasio Balthus Vitacura, ubicado en la Av. Escrivá de Balaguer, vive una nueva polémica ya que el abogado liquidador de la marca, Cristián Herrera, acusó al controlador de la firma, Jorge Gálmez Puig, de “actos defraudatorios” y de “extraer” millonarios recursos desde la empresa antes de solicitar la quiebra, lo que ocurrió en julio de este año, acusando los efectos del estallido social y la pandemia del Covid-19.
De acuerdo a la acción revocatoria concursal subjetiva presentada por el abogado del liquidador de la empresa, José Jofré, a la que tuvo acceso el Diario Financiero, califican como «impresentable» que el controlador de la empresa «le reste $3.436.580.610 de su patrimonio, y escasos meses después solicite su liquidación voluntaria, entregando migajas a sus acreedores, mientras la millonaria cifra en cuestión termina en sus propios bolsillos”.
“En largos años de estar inmersos en el mundo concursal, hemos visto operaciones de todo tipo, -algunas de las cuales podrían sonrojar a los no iniciados-, pero con toda honestidad, muy pocas cosas pueden llegar a compararse siquiera de lejos con los hechos que han dado pie a la presente acción”, añaden.
Debido a esto, el abogado pidió revocar los actos llevados a cabo por la empresa deudora, como la cesión de créditos en dinero de Balthus Vitacura S.A. a Inversiones Alto Cielo SpA. y otras, plasmado en escritura pública del 24 de enero de 2020, operación por $2.379 millones; y transferencias desde la sociedad anónima hacia las cuentas corrientes de otras empresas relacionadas y controladas por Jorge Gálmez, efectuadas el día 26 de diciembre de 2019, por $1.058 millones.
“El controlador de Balthus Vitacura usurpa a la sociedad sus principales activos, acto seguido quiebra a la empresa, y de esta forma entrega un mero cascarón de la firma a sus acreedores, al modo de las fieras de las planicies africanas que, luego del festín, abandonan simples osamentas para los carroñeros u otros animales menores», hace una analogía Jofré.
Según sus datos, los pasivos de la fallida, según consta de la nómina de créditos reconocidos de fecha 8 de octubre de 2020, llegan a los $6.792 millones y el activo incautado alcanza los $600 millones. Además dijo que hay más de 100 ex trabajadores a los que se les adeudan acreencias laborales por casi $1.000 millones.
El citado medio no pudo obtener la versión de Gálmez. El que sí lo obtendrá será el 12º Juzgado Civil de Santiago; ya que citó para el 1 de febrero a las partes a una audiencia de contestación y conciliación.
