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Se le agitan las aguas de la política interna a Alberto Fernández en la controversia por la plataforma continental con Chile MUNDO Crédito: Reuters

Se le agitan las aguas de la política interna a Alberto Fernández en la controversia por la plataforma continental con Chile

“El macrismo se expresó a favor del gobierno de Chile” y el “PRO no apoya la defensa de la soberanía argentina”, tituló Página12 para cuestionar la postura del partido opositor, del expresidente Mauricio Macri, frente a esta nueva controversia. En un año de elecciones legislativas, otros políticos de oposición en Argentina también han levantado una voz de alerta en este tema. Pablo Daniel Blanco, senador de la Unión Cívica Radical por Tierra del Fuego señaló que si bien la postura chilena “constituye un acto unilateral que viola los institutos bilaterales”, dijo que “si el Poder Ejecutivo hubiera manejado las Relaciones Exteriores con prudencia, responsabilidad y competencia (…)  difícilmente sucederían estas cosas”.


La controversia por la plataforma continental austral entre Chile y Argentina tiene definitivamente agitadas las aguas en la política interna trasandina. La postura del Gobierno peronista de Alberto Fernández fue cuestionada  por el opositor partido Propuesta Republicana (Pro), del exmandatario Mauricio Macri, lo que ha provocado un cruce entre ambas fuerzas en un año de elecciones legislativas allende los Andes.

El Pro, integrante de Juntos por el Cambio, el mayor frente de oposición política en Argentina, había propuesto este lunes que las Cancillerías de Argentina y Chile iniciaran un diálogo que permita «zanjar las diferencias hoy existentes» en el trazado de las plataformas continentales de ambos países.

En un comunicado, el Pro recordó que «en los últimos 30 años, Argentina y Chile han podido resolver pacíficamente más de 25 diferendos fronterizos a lo largo de 5.000 kilómetros, que habían producido graves tensiones durante más de un siglo».

«Con ese mismo espíritu, no podemos retrotraernos a los tiempos de desconfianza recíproca», dijo el partido que en 2015 llevó a Mauricio Macri (2015-2019) a la Presidencia argentina.

La prensa argentina afín al Gobierno de Alberto Fernández interpretó estas declaraciones como que “el macrismo se expresó a favor del gobierno de Chile”. “PRO no apoya la defensa de la soberanía argentina”, tituló Página12.

Es más, Página 12 recuerda que “la posición del PRO sobre este tema se suma a una serie de exabruptos sobre la soberanía de Malvinas que en los últimos meses tuvieron la candidata Sabrina Ajmechet y la presidenta del PRO, Patricia Bullrich. Pero además, este documento borra lo realizado en su momento por el gobierno de Macri y entonces canciller Susana Malcorra, cuando la ONU respaldó la postura argentina que ahora el PRO desconoce”.

Y en este debate, el canciller argentino, Felipe Solá, cuestionó la posición adoptada por el partido opositor y señaló que “el Pro ha puesto en un plano de igualdad el reconocimiento de la ONU de los derechos argentinos sobre el mar austral con una decisión unilateral expresada en un decreto presidencial de Chile. Reniegan de nuestros derechos dejando de lado los intereses de la patria. Sin palabras”.

Tras las críticas de Solá al Pro, Juntos por el Cambio emitió también un comunicado abogando por una «abierta predisposición a resolver las diferencias» entre ambos Gobiernos en instancias de diálogo bilateral «a fin de identificar los caminos más adecuados para llegar a un entendimiento por la vía del consenso y la cooperación».

Otros políticos de oposición en Argentina también han levantado una voz de alerta en este tema. Pablo Daniel Blanco, senador de la Unión Cívica Radical por Tierra del Fuego, señaló en una columna publicada en Clarín que “la promulgación de los decretos mencionados por parte del gobierno chileno constituye un acto unilateral que viola los institutos bilaterales que tanto esfuerzo y energía han consumido para lograrse así como los multilaterales del derecho internacional público que rigen las relaciones entre estados y son la referencia del orden internacional”.

Sin embargo, lanzó una crítica a la Casa Rosada y señaló que “si el Poder Ejecutivo hubiera manejado las Relaciones Exteriores con prudencia, responsabilidad y competencia, construyendo un espacio de diálogo permanente y búsqueda de coincidencias, con la cortesía como puente natural del entendimiento cuando no alcanzan los instrumentos, difícilmente sucederían estas cosas”.

Las diferencias

La nueva controversia bilateral se originó a partir de la publicación oficial por parte del Gobierno chileno de la actualización de su Carta Náutica N° 8, relativa a sus espacios marítimos adoptada el pasado 23 de agosto.

Según el Ejecutivo argentino, esa medida pretende proyectar la plataforma continental chilena al este del meridiano 67º 16′ 0, lo cual, a juicio de Buenos Aires, «claramente no condice» con el Tratado de Paz y Amistad celebrado entre ambos países en 1984.

La Cancillería argentina afirmó el pasado sábado en un comunicado que «Chile pretende apropiarse de una parte de la plataforma continental argentina y de una extensa área de los fondos marinos y oceánicos».

«Nadie se apropia de lo que le pertenece. La zona señalada, la llamada plataforma continental jurídica, que llega hasta las 200 millas, le pertenece a Chile de pleno derecho desde el principio simplemente porque tenemos la calidad de Estado ribereño», indicó el domingo pasado el canciller chileno, Andrés Allamand.

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