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El libro sobre Juan Demarchi, el anarquista que inspiró a Allende CULTURA

El libro sobre Juan Demarchi, el anarquista que inspiró a Allende

Ambos se conocieron en Valparaíso, cuando el futuro mandatario cursaba el liceo. El texto será presentado esta tarde en Valparaíso por el historiador Manuel Lagos Mieres.


El historiador Manuel Lagos Mieres (1979) presenta esta tarde en Valparaíso su libro «Juan Demarchi (1866-1943)-La tempestuosa vida de un anarquista», un personaje histórico del anarquismo que inspiró al presidente socialista Salvador Allende cuando este era un adolescente.

La presentación será a las 17:00 horas en la librería Flora, en Serrano 591, oficina 6, en el barrio Puerto.

Demarchi fue un carpintero anarquista italiano que emigró de Turín, primero a Argentina y luego a Chile. Dedicó su vida a la defensa de los derechos de los trabajadores.

Memoria histórica

Lagos es Magister en Historia, Universidad de Santiago, especialista en historia social y cultural del anarquismo y comunismo en Chile.

Antes ha escrito «Feminismo Obrero en Chile. Orígenes, experiencias y dificultades» (1890-1930), (Fondo del Libro y la Lectura, 2019); «Los comunistas en tierras australes. experiencias de lucha, discursividades y relaciones con la resistencia huilliche, 1917-1927» (Talleres Sartaña, 2020); «La agitadora Carmen Serrano» (2019), «Experiencias educativas y prácticas culturales anarquistas en Chile, 1890-1927» (2013); «Los Subversivos. Las maquinaciones del poder «república» de Chile, 1920″ (Quimantú, 2012), entre otras varias publicaciones.

Consultado sobre el origen del libro, Lagos cuenta que «se trata de una inquietud que viene de años, cuando con un grupo de amigos historiadores reunidos en torno al periódico El Surco, comenzamos la cruzada por el rescate de la memoria histórica del anarquismo en Chile».

«En este marco, Demarchi aparecía como un candidato de preminencia, pues, en prácticamente todas las biografías de Allende aparecía nombrado, como un personaje relevante en su formación política, pero nunca había surgido el interés por saber quién era realmente este personaje», explica.

«¿Quien fue Juan Demarchi? Un anarquista, de aquellos que la prensa oficial y las autoridades de la época calificaron bajo el epíteto de ‘agitador social’, por ende, un hombre permanentemente perseguido por las autoridades, en prácticamente todos los países que tuvo incidencia en Subamérica: Brasil, Argentina, Chile. sin nombrar sus actividades en Italia, Francia, Marruecos, Portugal y España. Un hombre que asumió sus ideas como una gran revelación y que, cual apóstol peregrino, quiso darlas a conocer al mundo. En ese trance, sus pasos le llevaron a Chile».

En ese sentido, «esta visión se aleja entonces de las especulaciones y caricaturizaciones sobre Demarchi, como un aventurero, un personaje romántico, fugitivo. Se trata ante todo de un luchador social que hizo de su vida una entrega total a las ideas que propagaba. Este libro, en este sentido, constituye una primera aproximación a lo que pronto será una publicación definitiva que salde la deuda histórica que se tiene con este luchador».

Lagos destaca que «en esta investigación hemos contribuido varios, y de distintas formas. No quiero hablar de ‘hallazgos’ pues la presente es también una historia viva, que se puede ir construyendo al fragor de los acontecimientos. En este sentido, quizás el logro más importante fue el haber contactado a sus familiares, o más bien éstos dieron conmigo. Este encuentro, tal cual lo fue el de Allende y Demarchi en los años 20 y 30 en Valparaíso, fue un encuentro mágico, lleno de aciertos, en donde muchas piezas de un rompecabezas lograban encontrarse nuevamente, complementándose los conocimientos que yo tenía con la memoria traspasada de generación en generación».

Relación con Allende

En cuanto a la relación con Allende, Lagos cuenta que Demarchi, como militante de la sección porteña del sindicato Industrial Workers of the World (IWW), era uno de los directores en esa época (año 1922-23) del Ateneo Obrero de la Federación de Carpinteros, ubicado en San Ignacio 109, en Valparaíso.

«Allí se reunía obreros de distintos gremios, artistas obreros, cierta vanguardia cultural. Allende salía del Liceo Eduardo de la Barra y caminaba unas cuadras a ese local, que siempre estaba abierto con gente que salía y entraba. Allí mismo tenía su taller de carpintería Juan Demarchi y al lado estaba el taller de zapatería de Pedro Ortúzar (otro ícono del anarquismo porteño)», relata.

«Aquí comienza a forjarse este encuentro mágico, como lo define Jorge Arrate. Es aquí donde además de jugar ajedrez -Allende dice que Demarchi le enseña a jugar ajedrez-, se produce el intercambio natural de ideas, lecturas, inquietudes y sueños que compartía la pléyade de obreros ilustrados que actuaban en este espacio».

Ya en 1926, mientras Allende se va al servicio militar y luego a estudiar medicina a la Universidad de Chile, Demarchi, comprometido con la lucha social en el puerto, se va al exilio. Volverían a encontrase en los años 30′, esta vez con un Allende ya militante socialista. Allende editó un Boletín de los Trabajadores Médicos, y Demarchi colaboró en el mismo, comenta el historiador.

La actualidad de Demarchi

En cuanto a la actualidad de Demarchi en el Chile post estallido y en proceso constituyente, Lagos destaca que «Demarchi y su generación fundaron en Chile una forma de hacer política. esa forma se basaba en el respeto absoluto de la asamblea; toda decisión colectiva pasaba por ésta».

«Se autoformaban al fragor de innumerables actividades culturales constituyéndose como una verdadera seña identitaria el autodidactismo. Aquellos obreros fueron cultivando estas formas al fragor de sus focos de sociabilidad y cultura, para luego exponerlos y plantearlos a la sociedad entera», expone sobre la obra, que a partir de la próxima semana estará en la librería Proyección (San Francisco 51) de Santiago.

«Eso comenzaron a hacerlo ya en los años 20′ y fueron acusados de subversión luego de un burdo montaje dinamitero a la IWW, de ahí se inició el llamado ‘Proceso a los Subversivos’. Por un lado, la construcción política desde las bases, federalista, basada en la acción directa -entendida ampliamente, y no solo como la propaganda por el hecho-, la construcción autónoma, el autodidactismo y por otra, la reacción del poder, que no tolera un tipo de construcción que desborde los canales institucionales. Ambas formas prevalen hasta nuestros días», concluye.

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