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Bayer respondió a demanda de la ODECU por herbicida «cancerígeno»: estudios aseguran que «no existen riesgos para la salud» PAÍS Crédito: Bayer

Bayer respondió a demanda de la ODECU por herbicida «cancerígeno»: estudios aseguran que «no existen riesgos para la salud»

«Los principales reguladores de la salud en todo el mundo han concluido repetidamente que nuestros productos a base de glifosato se pueden usar de manera segura según las instrucciones y que el glifosato no es cancerígeno», aseguró Bayer, empresa sucesora de Monsanto, demandada por la Organización de Consumidores y Usuarios de Chile debido a la venta de Roundup un herbicida por el que la ODECU aseguró que es dañino para el ser humano.


La empresa sucesora de Monsanto, emitió una respuesta pública respecto a la demanda de acción colectiva presentada por la Organización de Consumidores y Usuarios de Chile (ODECU) en contra de Bayer Chile y Arysta Lifescience Chile por su venta y distribución del producto herbicida Roundup, señalando que «dicho reclamo carece de fundamentos, tanto legales como de fondo».

La empresa aseguró que la demanda no tiene respaldo «debido al fuerte perfil de seguridad de los productos a base de glifosato y su rigurosa revisión por parte de la agencia encargada de aprobar su comercialización en Chile. Ello coincide con las conclusiones de las principales autoridades sanitarias del mundo. Por lo anterior, en Bayer confiamos en que la justicia así lo entenderá y desestimará el planteamiento realizado», sostuvo su comunicado, en el cual mostraron una lista de sus razones.

Bayer aseguró que los productos en base a glifosato se usan hace más de cuatro décadas y es uno de los productos más rigurosamente estudiados de su clase. En efecto, en la actualidad, la molécula glifosato, que hoy es producida y comercializada por muchas compañías en Chile y el mundo, bajo distintos nombres de fantasía, «ya perdió su patente y está abierta al mercado».

Del mismo modo, recalcan enfáticamente que el amplio uso de estos productos a base de glifosato, como Roundup, se debe no sólo a su eficacia y a sus amplios beneficios económicos y ambientales, «sino también al fuerte perfil de seguridad que contienen estos productos si son usados de la manera correcta», por lo que «las afirmaciones de ODECU que señalan que hemos retirado Roundup del mercado mundial son completamente falsas», añadieron.

Ante los antecedentes mundiales que se han querellado contra la compañía, Bayer aclaró que existen más de 800 estudios científicos, presentados ante las autoridades regulatorias de Europa, Estados Unidos y otros países, en relación con el proceso de registro del producto, que respaldan la seguridad del glifosato, «en los cuales no se ha establecido relación con el desarrollo de cáncer».

«Los principales reguladores de la salud en todo el mundo han concluido repetidamente que nuestros productos a base de glifosato se pueden usar de manera segura según las instrucciones y que el glifosato no es cancerígeno», aseguró Bayer.

Estas conclusiones se condicen con las de algunas autoridades sanitarias del mundo, tales como la Agencia de Protección Ambiental de EE. UU. (EPA), la cual en enero de 2020, publicó su revisión provisional del registro del glifosato y declaró que «la EPA ha evaluado exhaustivamente el riesgo potencial para la salud humana asociado a la exposición al glifosato y ha determinado que no existen riesgos para la salud humana derivados de los actuales usos registrados del glifosato y que no es probable que el glifosato sea cancerígeno para los seres humanos».

«Además de la EPA, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), la Agencia Europea de Sustancias Químicas (ECHA) y las principales autoridades sanitarias de Alemania, Australia, Corea, Canadá, Nueva Zelanda, Japón y otras partes del mundo concluyen que los productos a base de glifosato son seguros cuando se usan según las instrucciones».

Finalmente, el comunicado cierra con el argumento de que «los herbicidas a base de glifosato son uno de los productos más estudiados de su clase, lo que constituye una de las principales razones por las que los agricultores de todo el mundo siguen confiando en estos productos no sólo para controlar eficazmente las malezas, sino también para minimizar las prácticas agrícolas de labranza o arado, reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, preservar más tierras para los hábitats nativos y mejorar la productividad para satisfacer las necesidades alimentarias de una población en crecimiento a nivel global».

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