MERCADOS
Crédito: Agencia Uno
«Chile importa prácticamente todos los combustibles fósiles que consume, por lo que el incremento en los precios internacionales representa un shock de términos de intercambio adverso bastante claro», dijo la consultora Gemines en un informe.
En el «Informe de coyuntura latinoamericana», de la Alianza Latinoamericana de Consultorías Económicas, la consultora Gemines indicó que el incremento en los precios internacionales de los combustible fósiles -que en el país se importan prácticamente todos- representa «un shock de términos de intercambio adverso».
«Ha comenzado a aparecer alguna evidencia precoz de desaceleración en la actividad económica con datos a enero. Con políticas monetaria y fiscal muy agresivas, se espera que hacia fines del primer semestre haya evidencia clara del menor crecimiento», señaló la consultora en el reporte.
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«Chile importa prácticamente todos los combustibles fósiles que consume, por lo que el incremento en los precios internacionales representa un shock de términos de intercambio adverso bastante claro, al mismo tiempo que un impulso adicional a la inflación que será más costosa de frenar», añadieron.
«Adicionalmente, el aumento en los precios de los cereales también golpeará negativamente a la economía chilena, ya que el trigo y el maíz son principalmente importados y contribuirán a la ya muy alta inflación de alimentos», prosiguieron en el documento.
Por último, apuntaron que la desaceleración en el crecimiento de la economía mundial, especialmente en Europa, afectará negativamente los precios de las exportaciones, acentuando el efecto negativo.
«Dependiendo de la magnitud y duración de los shocks descritos, el impacto sobre la economía chilena puede ser bastante significativo en un año en que el crecimiento ya iba a ser bajo y acentúa la posibilidad de una contracción en 2023», agregó Gemines.
