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Personeros de centroizquierda publican carta a favor del Rechazo de cara al plebiscito de salida  PAÍS Crédito: Agencia Uno

Personeros de centroizquierda publican carta a favor del Rechazo de cara al plebiscito de salida 

Entre los actores políticos que suscribieron la carta, se encuentra el exministro de Michelle Bachelet, Andrés Velasco; el exconvencional y senador del PPD, Felipe Harboe; la gestora cultural y exmilitante de RD, Javiera Parada; el exministro de Eduardo Frei, Manuel Marfán; el expresidente de Codelco, Oscar Landerretche, entre otros. 


Un grupo de expersoneros de la Concertación en conjunto con actores políticos de centro y centroizquierda, difundieron una carta invitando a votar Rechazo de cara al plebiscito de salida fijado para el próximo 4 de septiembre, criticando que la oportunidad de elaborar un texto que «nos identificara a todos y todas» fue «desperdiciada».

La misiva fue firmada por el exministro de Michelle Bachelet, Andrés Velasco; el abogado Antonio Bascuñán; la exsubsecretaria de Ciencias de Sebastián Piñera, Carolina Torrealba; el exconvencional y senador del PPD, Felipe Harboe; la gestora cultural y exmilitante de RD, Javiera Parada; el exministro de Eduardo Frei, Manuel Marfán; el expresidente de Codelco, Oscar Landerretche; Pablo Díaz, actor; el ex director del Museo de la Memoria y DDHH, Ricardo Brodsky y la historiadora Sol Serrano.

En el texto remarcan que están comprometidos con una nueva Constitución, que han impulsado «un nuevo acuerdo de convivencia política» y que «también fuimos entusiastas partidarios del Apruebo en el plebiscito de entrada de 2020».

De todas formas, sostienen que «el actual proceso constitucional ofrecía una oportunidad única para elaborar un texto que nos identificara a todos y todas: un genuino punto de encuentro institucional, una auténtica casa común. Hoy resulta evidente que esa gran oportunidad fue desperdiciada».

Los firmantes sostienen que «en el texto propuesto es posible constatar graves déficits y fondo. En la forma, desde su inicio la Convención optó por un tono adversarial y excluyente, donde ha sido más importante subrayar las causas identitarias y la reivindicación de dolores pasados que la construcción de un horizonte nacional compartido».

«En lugar de un foro de deliberación entre proyectos constitucionales alternativos, en un marco de amistad cívica y buena fe, se impusieron los particularismos en un clima de sospecha y cuentas pendientes», manifiestan.

Ante esto señalan que «es muy difícil que el nuevo texto constitucional genere lealtad y legitimidad transversal en la población. En lugar de haber resuelto el llamado ‘problema constitucional’, este proceso solo lo alarga».

Sobre el fondo de la propuesta de Carta Magna reconocen «avances virtuosos» en «el reconocimiento de la plurinacionalidad, la importancia de la paridad de género, la inclusión de los imperativos medioambientales, la expresión clara de nuevos derechos políticos y sociales».

«En materia de sistema político la propuesta no es un avance respecto de lo que tenemos. La combinación de un Ejecutivo debilitado, un Congreso de los Diputados y Diputadas muy poderoso, y una Cámara de las Regiones con facultades muy menguadas, en el marco de una fragmentación política galopante, anticipa un sistema más propenso al conflicto que a la colaboración, y eventualmente también a la captura por sobre los contrapesos», advierten.

Otro punto que mencionan es  la «excesiva fragmentación de la estructura del Estado», el «debilitamiento de la independencia de la judicatura» y que «se abre la puerta al populismo» al limitarse la iniciativa presidencial en materia de gasto y de seguridad social.

En síntesis, quienes firmaron la carta declararon que  «se nos ha dicho que frente a la papeleta tenemos solo dos opciones: aprobar este mal proyecto de Constitución, o quedarnos con la constitución actual. Los chilenos y chilenas no estamos obligados a aceptar esa dicotomía».

«La Constitución del 80 murió políticamente en el plebiscito de 2020. Si gana el Rechazo, el proceso constituyente continúa. La obligación del mundo político y la ciudadanía comprometida es seguir trabajando hasta contar con una Constitución que cumpla su doble rol: unir a los chilenos y chilenas en un marco de valores y reglas básicas compartidas y forjar un régimen de distribución del poder moderno, flexible y eficiente», enfatizaron.

«Sin arrogarnos ningún tipo de representatividad especial ni en nombre de ningún colectivo específico, y sólo como ciudadanos comprometidos con la necesidad de una nueva constitución —pero no de cualquier constitución— invitamos a votar Rechazo este próximo 4 de septiembre», sentenciaron.

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