La necesidad de aportar diferenciación y valor agregado ha generado una importante renovación de los espacios en la oferta de viviendas nuevas. Es así como el diseño se ha ido especializando y adaptando a los clientes, tanto en Santiago como en regiones.
Durante los últimos años, las oficinas de interiorismo han estado ofreciendo una asesoría cada vez más integral a las inmobiliarias para mejorar su oferta, basada en un conocimiento profundo del cliente y del mercado. Como resultado, las casas y departamentos no sólo se están adaptando a las nuevas tendencias estéticas, sino también desarrollando experiencias superiores de habitabilidad y usabilidad de los espacios.
De acuerdo con Cristian Preece, máster en Diseño de Interiores, este fenómeno está tomando cada vez más fuerza en Chile, posicionando al interiorismo como una especialidad más dentro del desarrollo de los proyectos inmobiliarios, dejando atrás el concepto de un producto estandarizado, en serie.
“Hoy es tal la competencia que, mientras más acotado y especializado estés, y más entiendas a tu cliente, más va a aumentar tu velocidad de ventas”, explica el interiorista y diseñador con 15 años de trayectoria en distintas empresas y proyectos inmobiliarios.
A su juicio, detrás de esta transformación, está “comprender, por ejemplo, que las familias no tienen ayuda dentro de la casa, que si las cocinas ahora son integradas no es porque alguien las encontró entretenidas o taquilleras, sino que responde a que ahora son los dueños de casa los que están en la cocina y quieren compartir con su familia. Es así como las inmobiliarias están entendiendo que ha cambiado la forma de habitar”, asegura Preece.
Esta actualización también se está posicionando en regiones. “Es un fenómeno que ha sucedido de manera bastante rápida, principalmente por el interés de los desarrolladores de mejorar su oferta fuera de Santiago, y de la mano de expertos que son capaces de sintonizar con distintos tipos de productos y clientes”, sostiene Diego Croquevielle, gerente general de Inmobiliaria Altas Cumbres, empresa que lleva 25 años desarrollando viviendas en la zona sur.
Preece ha adaptado las nuevas tendencias en regiones. “No sólo estamos introduciendo tendencias globales, sino comprendiendo al público de cada ciudad. En el caso de un proyecto en Puerto Montt, sabemos que es para una persona que vive en esa ciudad que es gris gran parte del año, por lo tanto, busca colores más cálidos. Quizás pueden ser las mismas terminaciones de un proyecto en Santiago, pero en otros colores”, explica.
«Al cliente de un proyecto de segunda vivienda en Puerto Varas lo entendemos como alguien de Santiago o que vive en ciudades cercanas a Puerto Varas. Si tiene su primera casa con un estilo más tradicional y cálido, sí está dispuesto a irse el fin de semana y disfrutar colores más onderos», agrega.
Una vez definido el público, se trabaja en la habitabilidad de los espacios y luego, el desarrollo concept design. “Lo que nosotros hacemos hoy en día son trajes a la medida, porque es muy distinto desarrollar un proyecto para adultos mayores, que otro para parejas jóvenes, para familias que se están formando, o para un público millennial”, sostiene.
También se está incorporando ideas como tener espacios más grandes en el mesón de conserjería para recibir paquetes, atendiendo a la disminución de uso de las cartas y masificación de las compras online. “El diseño debe estar para responder los problemas de la gente. Un buen diseño no debe obligar a vivir de una forma, sino que responder a la forma de vida de las personas”, concluye.