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La cátedra de Tamara Agnic ante comisión investigadora AFP Cuprum-Argentum y el duro entrevero con Fuad Chahin

La cátedra de Tamara Agnic ante comisión investigadora AFP Cuprum-Argentum y el duro entrevero con Fuad Chahin

Héctor Cárcamo
Por : Héctor Cárcamo Periodista El Mostrador Mercados
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Se aprovechó de la aparente ignorancia de algunos de los miembros para ganar el primer round de la comisión que investiga la polémica operación. Diputados haciendo preguntas que parecían innecesarias, ir y venir a otras comisiones y una superintendenta que se sentó en la legalidad para justificar la fusión que le generó a Principal $80 mil millones en beneficios tributarios.


Dada la visibilidad que ha tenido la polémica por la fusión de AFP Cuprum con AFP Argentum, la que generó un beneficio tributario de $ 80.000 millones para el grupo estadounidense Principal, la primera sesión de la comisión investigadora que creó la Cámara de Diputados y que tenía como invitada a la figura central del caso, la superintendenta de Pensiones, Tamara Agnic, se aventuraba al menos como tensa.

Sin embargo, la sesión tuvo tensión laxa. A excepción de algunas intervenciones críticas del diputado Fuad Chahin (DC), la comisión generó poco riesgo para Agnic, quien se mantuvo en la defensa del actuar legal formal de la autorización a Principal y tuvo pocas consultas que le incomodaran tanto. Más se molestaba su asesora, la fiscal María Lorena Salinas.

El desconocimiento del caso por parte de varios parlamentarios asistentes a la comisión era evidente. Leopoldo Perez de RN preguntó si al 11 de septiembre de 2014, cuando Principal envía la primera carta solicitando la fusión de Principal Institucional Chile (PIC) con AFP Cuprum, la firma estadounidense ya poseía la propiedad de Cuprum, consulta cuya respuesta estaba en sus manos desde el inicio de la sesión gracias a la presentación que les entregó previamente la asesora de Agnic. Por cierto, la compra de Cuprum a Penta se había concretado un año y medio antes.

José Perez (PRSD) le preguntó cuántos días demoraba en responder una duda de un afiliado la Superintendencia, buscando determinar si la autoridad había demorado muy poco tiempo en aprobar la operación de Cuprum, sin abordar la discusión de fondo, compleja, técnica y política que exigía la instancia.

El presidente Pedro Browne (RN) no asistió y debió ser reemplazado por Daniel Farcas (PPD). Paradójico escenario luego de la disputa que se generó la semana pasada, cuando la diputada Karol Cariola (PC) no votara a favor del ex director del Sence y provocara que la presidencia de la comisión la asumiera Browne, de la coalición opositora.

En medio de esto, varios diputados entraban y salían, pues en la Sala contigua se discutía un proyecto de ley sobre partidos políticos, provocando en varias ocasiones la incomodidad de Agnic y la falta de continuidad de la instancia. Tanto que la propia Agnic reclamó cuando el diputado derechista Jaime Bellolio dejó preguntas y se fue. Luego volvería al final.

En esta desorganizada taza de leche, Agnic se movió con soltura. Explicó una y otra vez el proceso legal ya conocido públicamente e insistió en que no le compete considerar el objetivo tributario que pudo haber tenido Principal al pedir la fusión de PIC con Cuprum, originalmente rechazada, y luego la creación de AFP Argentum, posteriormente fusionada con Cuprum.

Les explicó reiteradamente aspectos básicos del Decreto Ley 3.500 y la Ley 18.046, que dieron pie a la aprobación de la cuestionada operación, recordándoles varias veces que esta normativa y en especial la reforma tributaria que abrió la ventana para el goodwill de Principal «fue aprobada por este Congreso”.

Negó que la aprobación de la fusión de Cuprum con Argentum hubiera sido en pocos días (la solicitud formal fue el 26 de diciembre de 2014 y la aprobación el 2 de enero de 2015), pues la decisión final fue parte de un proceso que se fue construyendo desde el 11 de septiembre de 2014. Tal fue el relajo de su intervención, que incluso ironizó con la crítica a los plazos. “Llama la atención que nos reprendan por ser eficientes”, comentó irónica.

El factor Chahin

Al igual como ha ocurrido en otras comisiones investigadoras, el diputado Fuad Chahin (DC) era el más conocedor del proceso y el único que intentó poner en cuestión el rol de la superintendenta, aunque Agnic navegó bien en los pocos minutos de aguas turbulentas que vivió.

Chahin tuvo dos intervenciones que generaron irritación en Agnic y la fiscal de la Superintendencia, María Lorena Salinas. Primero, cuando peguntó por qué Agnic recomendó a Principal crear una AFP “de papel” como Argentum, si sabía en ese momento que dicha operación sólo buscaba obtener el goodwill por $ 80.000 millones y no pretendía crear una AFP que funcionara realmente en el mercado.

“Por qué no utilizó herramientas que le da el Artículo 130 para haber rechazado el prospecto (de Argentum), no haberle prestado todas las facilidades, como lo hizo más bien como una especie de asesoría gratuita y altamente especializada a la empresa para que pudiera conseguir los dos objetivos que buscaba: mantener la AFP y obtener goodwill?”, dijo, abriendo el ambiente más tenso, hasta ese momento somnífero.

La respuesta de Agnic fue clara. “Si hubiéramos rechazado la solicitud porque no era viable debido a que iban a obtener un goodwill habría puesto a la institución completa en problemas, estaría en otra instancia investigadora, así es que estoy feliz de estar aquí con ustedes”, dijo sonriente.

La polenta de la Agnic creció al agregar que Argentum se creó con el único fin de absorber a Cuprum. “La autorización estaba condicionada a que se fusionaran. Si no se hubiesen fusionado, Argentum muere, porque estaba condicionada a que se unieran”, agregó la autoridad, reconociendo que siempre el objetivo fue unirlas, aunque no reconozca que sabía desde el principio que Principal no buscaba ningún cambio relevante en la estructura societaria sino simplemente $ 80.000 millones menos en tributos. Aunque discutiría incluso eso, pues –a su juicio– Argentum realmente no es de papel.

La confusión cundía en los parlamentarios que no comprenden aún la trama de operaciones, reglamentos y esa larga lista de vacíos legales que permiten que una autoridad autorice la creación de una AFP que nunca va a existir, pero que sí es útil para que el controlador se ahorre el equivalente a las millonarias sumas que recibieron los sancionados del caso Cascada, Julio Ponce, Leonidas Vial, Aldo Motta y compañía.

Un diputado preguntaba si no le “llamó la atención” que se quisiera crear una AFP y, a la vez, estar pensando que absorbiera a la otra, pero que al mismo tiempo estuvieran planificando devolverle el nombre a la desaparecida Cuprum. Un ir y venir legalista que abrumaría en Londres, pero que en Chile es norma. Agnic volvía al libreto y respondía que no es parte de sus atribuciones verificar las consecuencias tributarias de una reestructuración.

“Tal cual como he indicado, los órganos del Estado están obligados a cumplir ciertas acciones, con legislación vigente, con atribuciones específicas que se asigna a Órganos del Estado y así está señalado en nuestro marco jurídico. La Constitución dice que sólo podemos hacer lo que nos está encomendado. No podemos hacer más que eso. No podemos hacer acciones en ámbitos que sean propios de otras instituciones públicas”. Así, crudo.

La Cátedra

Pero aún faltaba más en la clase de tecnocracia moderna a los agotados diputados.

Agnic les advirtió incluso del derecho que las empresas tienen a cuidar sus intereses. “(…)  Así como en la Constitución se señala que las instituciones privadas están posibilitadas de hacer todo lo que la Ley no prohíbe y dentro de esas cosas está el tomar decisiones sobre sus inversiones: fusionarse, dividirse, crecer, invertir, etc.”. Derecho de propiedad.

Sobresaltados por la complejidad del caso, el desconocimiento que parecían tener del mismo y la labia diestra de la ex consultora que alguna vez asesoró a Penta, los diputados terminaron validando la tesis de Agnic o, al menos, absteniéndose de opinar.

Solo Chahin se reveló.

El mediático diputado le enrostró que, al evaluar la creación de Argentum y luego la fusión de esta con Cuprum, no había considerado el objetivo de conveniencia para los afiliados. Que no existía o no se conocía.

“Por qué la superintendenta dijo que era conveniente si a los afiliados de Cuprum les era indiferente (la fusión)? ¿Qué ganaron los afiliados? Usted dijo que era conveniente, obviamente fue conveniente, para los dueños, pero no para los afiliados. Si usted no aprueba la fusión no pasaba nada con los afiliados. Porque seguía con las mismas rentabilidades, etc. Pero no pasa lo mismo con los dueños, porque su decisión favoreció a los dueños y no a los afiliados”, le reprendió.

Agnic replicó dura. Recordó que el artículo 130 de la Ley 18.046, que aprobaron varios de los sentados a la mesa, no establece condiciones específicas para rechazar una fusión. Cómo está en la ley, no corre.

“La evaluación de factibilidad y conveniencia de acuerdo a la jurisprudencia que ha llevado adelante la Superintendencia debe fundarse en razones objetivas, no puede quedar al arbitrio. Sería muy bueno para nosotros que el articulo 130 diga exactamente cuáles son las razones para negar la conveniencia de una…”, sostuvo.

Continuó, sin dejar dudas. “¿Era conveniente repartir los 650 afiliados de Cuprum? Era conveniente liquidar los fondos de pensiones, la voluntad soberana de las sociedades administradoras, no podemos interferir en decisiones que toman entes privados, si ellos resuelven transformarse en AFP no podríamos haber negado la creación de la AFP bajo argumento de consideraciones que no está en la ley”, siguió Agnic mirándoles a los ojos.

Monckeberg también estaba

Nicolás Monckeberg, de RN, levantó la mano y preguntó, como para zanjar el asunto, si puede dar la razón para entender que hayan autorizado la creación de una AFP solo con el fin de fusionarlas. ”No puede haber dos AFP dentro de un mismo grupo económico. Y la voluntad de controladores de la AFP era hacer la reorganización de la malla societaria, había que eliminar una intermedia, la decisión soberana que ellos tomaron esta en el marco de la legislación, era absorber Cuprum, era eliminar una capa intermedia”, explicó Agnic con violenta claridad, mientras el RN respiraba al comprender la forma en que funcionaba la ley. Luego de ello, Monckeberg dejaría de dudar de que Agnic está en la razón.

La batalla final de Chahin y Agnic corrió luego que el diputado DC le lanzara que ella no había velado por el interés de los afiliados. “Principal, asesorado por usted, que le diseñó el modelito, después que rechazó la fusión que implicaba la disolución de Cuprum, lo que afectaba a afiliados, ¡bien!, pero presenta el prospecto de nueva AFP y la ley dice que al mirar debe calificarlo, que implica aprobar o rechazar, especialmente en cuanto a la conveniencia de establecerlo. Ya no estamos en la hipótesis de fusión con disolución. ¿Cuál es esa conveniencia del prospecto?, qué ganaron los afiliados? No responda que se iba a disolver porque es argumento es retórico. Qué ganaron los afiliados. Usted respondió con viabilidad. Hable de conveniencia”, disparó Chahin.

Agnic le responde que, desde el 11 de septiembre de 2014, cuando Principal informa la decisión de absorber a la AFP Cuprum y mantener el giro, eso hace que ellos deban recibir una explicación fundamentada en caso de que se rechace. «Porque hay múltiple jurisprudencia que señala que no podemos decir que no sin justificación, debemos fundamentar decisiones, no solo porque estamos obligados sino porque ese es el derecho de las personas naturales y jurídicas”. En el fondo, no le pidan más a ella, que aplica el paradigma de regulación inanimada que se viene usando desde que se inició el sistema de AFP en Dictadura, en 1981, con su creador José Piñera.

“Una AFP sólo se puede fusionar con otra AFP. En consecuencia, dado que ellos habían resuelto mantener el giro de AFP, resuelven transformarse en una AFP”. Suena lógico. La Superintendenta, cumpliendo la ley y, según dice, sin saber, les pavimentó el camino para ahorrarse $ 80.000 millones en impuestos.

Y se enfoca en Chahin. “Me pregunta el diputado cuál es la conveniencia o inconveniencia de un proyecto. ¿Podría haber calificado de inconveniente que transforma una AFP que triplica su patrimonio?, ¿podría haber calificado de inconveniente un proyecto que permite capitalizar toda la estructura societaria hacia arriba y, por tanto, tener una AFP cuyo sostén económico y de administración de fondos de pensiones iba a ser más sólido?, ¿podría haber calificado de inconveniente que los estatutos que se sometieron pasaron los estándares de última generación y no los de 1981?, ¿podría calificar de inconveniente que nuevas políticas de inversión presentadas en el proyecto representaban una mejora en comparación a lo que existía en AFP Cuprum? No podría haberlo calificado de inconveniente. ¿Teníamos argumentos para negar la creación de AFP Argentum? Objetivamente no”. Directo al medio del asunto.

La autoridad buscó el cierre del debate compartiendo la “inquietud” de la comisión, en el sentido de que podría estar bien definido (el marco de sus atribuciones), pero de paso reconoció la debilidad del argumento original de que el patrimonio y los otros elementos técnicos también les importaban a los afiliados.

“En esta continuación que tenemos ahora, si comparamos Cuprum antes de la fusión con la de ahora: tenemos clara diferencia. Beneficios directos para los afiliados no hay, pero indirecto sí, una AFP que tiene más de 3 veces el patrimonio de Cuprum de antes, que ha permitido revisar 14 estructuras societarias hacia arriba, también exigir capitalización igualando patrimonios de la AFP”, siguió, para luego concluir que han podido revisar estatutos de la AFP, a quienes componen la propiedad y que ha habido críticas a la falta de supervisión a controladores aguas arriba, en alusión a los conglomerados financieros, lo que justo ahora han podido hacer con Principal y Cuprum.

“¡Qué beneficiosos son esos, si el beneficio fue para los dueños de Principal!”, diría más tarde Chahin a la salida de la 314 de la Cámara.

Agnic deberá volver en la siguiente sesión. Podría subir el tono. Chahin quiere que Contraloría verifique si Agnic cumplió bien su función administrativa. Agnic salió sonriente.

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