Fuentes revelan que el director de SQM ha establecido contactos con distintas autoridades del Gobierno buscando detener la disputa por la concesión del salar de Atacama. Su acción –no autorizada por el directorio– es llamativa, pues desde que entró a la mesa los negocios de la minera con Ultramar han crecido sustancialmente.
Los hermanos Sven y Wolf von Appen son conocidos por su bajo perfil y por sus pocas apariciones e intervenciones en público. En privado, sin embargo, los dueños del grupo Ultramar –unos de los principales empresarios del rubro portuario y de transporte marítimo– suelen romper esa aparente timidez.
La última vez que se conoce de su acción ha sido este año y no por sus negocios portuarios, o al menos no directamente, sino por su rol como directores de empresas.
Wolf, el hermano mayor, es integrante del directorio de SQM desde 2008. Y este año, a propósito de la disputa con Corfo de la compañía que controla indirectamente Julio Ponce Lerou, decidió actuar y asumir un rol activo en la pugna.
Según fuentes de Gobierno, Wolf no ha escatimado esfuerzos en intentar y, en algunos casos, concretar contactos con altos funcionarios del Ejecutivo para tratar de detener la avanzada de Corfo dirigida a terminar con el contrato de concesión con SQM.
Las fuentes afirman que, a través de colaboradores, ha llamado a distintas autoridades, logrando en algunos casos reunirse con algunos funcionarios de alto nivel, ante los cuales ha expresado su queja respecto de la obstinada actitud de Eduardo Bitran, vicepresidente ejecutivo de Corfo, de presionar públicamente para que Ponce deje la compañía, pese a que él y gran parte de su familia ya abandonaron los directorios de SQM y de las sociedades cascadas que forman parte de la cadena de control de la minera no metálica.
Es tal el temor de SQM en relación con la posibilidad de que la disputa –ahora en arbitraje– termine en tribunales y con un juez dictando el término de la concesión del salar que genera más de dos tercios de los ingresos de la minera, que la firma está buscando distintas salidas.
Pero todas ellas han generado polémica. La última fue la inclusión, en su representación, de Rafael Guilisasti como presidente de las cascadas. El ex CPC y director de CorpBanca venía saliendo del Consejo de Corfo y, cruzando la vereda de intereses, se instaló en las oficinas de El Trovador, el clásico centro de operaciones de Ponce, quien ya abandonó todas las mesas.
Rol de Wolf von Appen
Aunque no hay evidencias públicas de las citas de Von Appen y una alta fuente de SQM asegura que el directorio no ha autorizado al empresario de origen alemán a hacer lobby, lo cierto es que fuentes del Gobierno afirman que los encuentros ocurrieron y que se ha dado una serie de llamados desde las oficinas de Von Appen en los últimos meses.
Su gestión –explican– no es la única de cercanos a Ponce. También han efectuado diligencias Juan Antonio Guzmán, presidente del directorio de SQM, el abogado Darío Calderón y el propio Enrique Correa. Pero todos a través de terceros e intentando no dejar huellas.
Von Appen es millonario. El patrimonio del grupo bordea los US$ 1.000 millones. Por su rol como director en SQM recibe más de 150 millones de pesos al año. Pero podría no ser la dieta que recibe como director la que lo haya incitado a buscar salvar SQM. Von Appen también tiene intereses en juego, los que poco después de que asumió como director –en abril de 2005– han venido creciendo.
En 2014 Wolf no solo estuvo en la mesa sino también en el Comité de Directores, lugar que lo tuvo como protagonista desde el año 2011, pero que debió abandonar este 2015 cuando Ponce dejó el timón de la minera y comenzó a cambiar la composición de las instancias de gobierno corporativo interno.
Wolf abandonó el Comité de Directores y, con ello, se desligó para siempre del rol de revisor de las políticas más peliagudas que le asigna el directorio, entre ellas, revisar las operaciones con partes relacionadas.
Y es que todos los años SQM debía entregar un informe de gestión del Comité en que Von Appen participó por cuatro años. Dicho informe revelaba los contratos firmados con Ultramar, por su condición de dueño de dicha empresa portuaria y de transporte marítimo.
Ultramar es el holding desde el cual manejan distintas firmas de negocios vinculados al transporte marítimo. Uno de sus principales negocios es el Terminal Pacífico Sur (TPS), con que operan el Puerto de Valparaíso. En 2014 TPS generó ingresos de US$ 97 millones y registro ganancias netas de US$ 11 millones, un poco menos que los US$ 16 millones de 2013. El otro es a través de Puerto Angamos, que opera el puerto de Mejillones.
Los millones con SQM
Pero no son sus únicos negocios. También presta servicios vinculados a la gestión de transporte marítimo. A partir de este tipo de servicios, Ultramar comenzó a subir rápidamente su facturación a SQM desde que arribó a su directorio. Según la memoria, en 2009 facturó US$ 661,000 a SQM, el año siguiente a la llegada el empresario.
La cifra, mínima hasta ese momento, solo aumentó en los períodos siguientes. En 2010 llegó a US$ 11 millones, en 2011 sube a US$ 13 millones y en 2012 da el salto a US$ 22,6 millones. En 2013 la facturación afloja hasta los US$ 16,8 millones y en 2014 asciende a US$ 12,3 millones, según los estados financieros de la minera.
Según los informes del Comité de Directores de SQM, Von Appen nunca ha votado cuando se trata de decidir sobre un contrato con su compañía –se abstiene– y, de acuerdo a los informes del Comité, “fue convenido en precios, términos y demás modalidades similares a las prevalecientes en los mercados respectivos”.
En el Comité de Directores ahora participa Hernán Büchi y el director del Centro de Gobiernos Corporativos de la Universidad de Chile, Dieter Linneberg, que se sumó al directorio hace unos meses, cuando Ponce salió de la presidencia y se renovó la mesa bajo la presión de inversionistas minoritarios e institucionales.
Von Appen –presente en el comité de salud, seguridad y medioambiente– cumple funciones en el Comité Ad Hoc destinado a enfrentar el caso de aportes irregulares a la política, por el que está formalizado el ex gerente general y mano derecha de Ponce, Patricio Contesse.
En 2013 se aprobaron al menos tres contratos con el grupo Von Appen. El 1 de abril de 2013 se suscribió un contrato de suministro de flexibags para transporte de salmuera por 2013-2014 y un contrato de cabotaje. El 27 de agosto de ese año se firmó otro de Contrato de Servicios de Remolcador en Tocopilla.
En 2014, en tanto, se firmaron otros cinco contratos de transporte marítimo, según se deduce del informe de gestión anual del Comité de Directores. En todos estos comités participó Von Appen, pero –según el acta– se inhabilitó.
Modus Operandi
Una alta fuente vinculada a SQM señala que si Von Appen ha intervenido ante Corfo o el Gobierno, “lo ha hecho de forma personal, nunca le hemos dado la instrucción ni autorización para que lo haga a nombre del directorio, cuya representación está en manos del presidente y del gerente general”.
Pero Von Appen cree en su presencia y apellido. Recordado es el episodio del 18 de agosto pasado, relatado por Qué Pasa. Ese día Bitran abría un seminario sobre innovación en la minería en las oficinas de Corfo en pleno centro. Aunque Bitran había advertido que no quería tener contacto con nadie de SQM mientras estuviera vigente el arbitraje, sorpresivamente mientras hablaba entró al salón Wolf. Cruzó el auditorio y se sentó en primera fila para escuchar al orador. Visiblemente molesto, Bitrán terminó su presentación y se retiró del salón sin quedarse al término de la actividad.
Ayer por la tarde se intentó contactar a Von Appen, sin embargo, no fue posible.
