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Operadores de bonos no están dispuestos a reinvertir en Argentina

Operadores de bonos no están dispuestos a reinvertir en Argentina

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Ahora, en momentos en que las reservas en moneda extranjera están cerca del nivel más bajo en nueve años y se pronostica que el déficit presupuestario llegará al nivel más alto desde por lo menos la crisis financiera de 2001, los inversores han decidido mantenerse a la espera.


A dos semanas de las elecciones presidenciales de Argentina y los acreedores siguen acosando al país, los tenedores de bonos que observaron cómo su inversión llegaba al vencimiento no están ansiosos por volver a destinarle dinero.

Al gobierno le ha costado atraer compradores luego del pago de US$5.900 millones que hizo Argentina a los tenedores de bonos el 5 de octubre. En una subasta local un día después, vendió sólo US$699 millones de los US$1.500 millones de pagarés que ofrecía. Sus bonos internacionales subieron 1,2 por ciento la semana pasada, por debajo del aumento de la deuda de mercados emergentes.

La deslucida demanda de bonos argentinos marca una reversión de momentos anteriores del año, cuando los inversores acumulaban la deuda con la apuesta a que un nuevo gobierno pondría fin A la batalla legal que el gobierno libra desde hace una década con acreedores encabezados por Elliott Management, del multimillonario Paul Singer. Ahora, en momentos en que las reservas en moneda extranjera están cerca del nivel más bajo en nueve años y se pronostica que el déficit presupuestario llegará al nivel más alto desde por lo menos la crisis financiera de 2001, los inversores han decidido mantenerse a la espera.

‘Cambio de política’

“No tienen reservas y tienen un enorme déficit de flujo de dinero. Ese es el principal motivo de preocupación”, dijo Siobhan Morden, jefa de estrategia de renta fija para América latina de Jefferies Group LLC. “El cambio de régimen no basta como solución. Argentina necesita un cambio de política”.

Agregó que algunos inversores probablemente se mostraron renuentes a comprar los bonos que Argentina vendió el 6 de octubre porque temían quedar atrapados en la disputa de deuda del país.

El mismo día, un grupo de acreedores encabezados por Elliott y Aurelius Capital Management presentó a los inversores internacionales citaciones para buscar información sobre la venta. Tratan de limitar la capacidad de Argentina de obtener dinero en el exterior en un intento de presionar al país para que acate un fallo judicial estadounidense que obliga al país a reembolsar la deuda impaga. Han dicho que la venta a esos inversores hace que se convierta en internacional, lo cual la pone al alcance de una disposición judicial que bloquea los pagos de Argentina de bonos internacionales hasta que se pague a los acreedores.

El fallo contribuyó a desencadenar el segundo impago argentino en 13 años en julio de 2014, cuando la presidenta Cristina Fernández de Kirchner se negó a acatar la disposición. El país, cuyo déficit Morgan Stanley estima llegará a alrededor de 6 por ciento de su producto interno bruto este año, no ha recurrido a los mercados internacionales de deuda desde su impago de 2001 de US$95.000 millones.

La oficina de prensa del Ministerio de Economía no contestó llamados ni correos electrónicos en los cuales se le solicitaban declaraciones sobre la falta de reinversión y el resultado de las ventas de bonos.

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