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Inversores nerviosos bajan la cortina conforme se extienden grietas en mercados de capital


Los inversores del mundo entero rehúyen todo lo que huela a riesgo en los mercados de capital.

Las ventas de bonos basura de los Estados Unidos se han estancado, las entidades crediticias chinas se preparan para una nueva serie de impagos y las ofertas públicas iniciales –desde First Data Corp. hasta Albertsons Cos.- no han atraído a los inversores, que se muestran renuentes a abrir sus billeteras. Petróleo Brasileiro SA, la mayor tomadora de crédito de calificación basura del mundo, canceló los planes de su primera venta de bonos en moneda local en 15 años y lo atribuyó a las condiciones adversas.

La cautela de los inversores deriva de temores respecto del crecimiento global como consecuencia de la desaceleración de la economía china, todo ello en momentos en que los bancos centrales más grandes barajan flexibilizar las políticas que no han logrado proporcionar un fuerte impulso a sus economías. Varias próximas ofertas podrían ser una prueba del interés por el riesgo de los inversores. Entre esas ofertas se cuenta la deuda que se estima emitirá Dell Inc. para su adquisición de EMC Corp. por US$67.000 millones.

“Todos se han vuelto conservadores al mismo tiempo”, dijo Ashwin Bulchandani, máximo funcionario de riesgo de la firma de inversión MatlinPatterson. “Los inversores se preguntan si la incertidumbre y los temores respecto del crecimiento son temporarios o si se trata de algo más sombrío. Hay un cóctel particularmente complejo de cosas que convergen”.

El mercado de bonos empresariales basura en los Estados Unidos se encuentra en medio de una desaceleración sin precedentes siete años después de un auge de ese tipo de deuda impulsado por las políticas de dinero fácil de la Reserva Federal. El mercado se encamina al octubre más lento desde por lo menos 2005, según datos que recopiló Bloomberg.

Operaciones de bonos

Solo uno de esos negocios se ha concretado en tres semanas, y quienes no podían esperar lo han intentado y han fracasado. La compañía de alimentos orgánicos canadiense SunOpta Inc. y la fabricante de partes para maquinaria NN Inc. renunciaron a los bonos y podrían verse obligadas a depender de sus bancos para financiamiento.

A un grupo de bancos que encabeza Goldman Sachs Group Inc. le cuesta reunir US$2.800 millones de deuda para Concordia Healthcare Corp. luego de haber proporcionado un compromiso de financiamiento para la adquisición de la compañía farmacéutica canadiense.

“La mayor parte de la gente con la que hablamos ha decidido esperar momentos mejores, a menos que se vea obligada a lo contrario”, dijo en una entrevista John Gregory, jefe de sindicación apalancada de Wells Fargo Co. “Los preparamos para salir al mercado cuando haya oportunidades. No creo que la volatilidad vaya a declinar antes de fin de año”.

T. Rowe Price, que tiene sede en Baltimore, ha reducido su exposición a los bonos de alto riesgo en sus fondos de retiro, dijo Mark Vaselkiv, administrador de los US$9.500 millones de T. Rowe Price High Yield Fund.

“El sentimiento es terrible”, dijo Vaselkiv. “Hay mucho pesimismo respecto del mundo en su conjunto”.

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