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CorpBanca vuelve a la carga contra Sbif, la acusa de “inventar” hechos y suma a Ramiro Mendoza como punta de lanza Informe de ex Contralor es uno de cuatro que presentó el banco ante la Corte

CorpBanca vuelve a la carga contra Sbif, la acusa de “inventar” hechos y suma a Ramiro Mendoza como punta de lanza

Héctor Cárcamo
Por : Héctor Cárcamo Periodista El Mostrador Mercados
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CorpBanca complementó su presentación inicial acusando, a través de un nuevo escrito previo a los alegatos (previstos para mañana pero que podrían postergarse por la solicitud de suspensión de la Sbif), directamente a la autoridad de mentir respecto del procedimiento administrativo llevado a cabo. De paso, la entidad financiera sacó a la cancha nuevas cartas para enfrentar el litigio. Cuatro informes externos destinados a demostrar el incumplimiento de la superintendencia en la fase administrativa, así como la inexistencia de violación de límites legales, son parte de la última artillería preparada por el banco que desde hace pocos días está fusionado con Itaú y controlado por la firma de capitales brasileños.


Sin cuartel es la batalla entre CorpBanca y la Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras (Sbif) por la multa de US$ 30 millones que el regulador le aplicó a fines de 2015, acusándolo de violar los límites de créditos individuales en la entrega de financiamiento al grupo de sociedades Cascada que conforman la cadena de control de SQM.

Si ya habían intercambiado duros cuestionamientos en la presentación de recurso ante la Corte de Apelaciones por parte del banco y luego en la contestación de la autoridad, esta vez CorpBanca complementó su presentación inicial acusando, a través de un nuevo escrito previo a los alegatos (previstos para mañana pero que podrían postergarse por la solicitud de suspensión de la Sbif), directamente a la autoridad de mentir respecto del procedimiento administrativo llevado a cabo.

De paso, la entidad financiera sacó a la cancha nuevas cartas para enfrentar el litigio. Cuatro informes externos destinados a demostrar el incumplimiento de la superintendencia en la fase administrativa, así como la inexistencia de violación de límites legales, son parte de la última artillería preparada por el banco que desde hace pocos días está fusionado con Itaú y controlado por la firma de capitales brasileños.

Los informes fueron elaborados por el abogado Arturo Yrarrázaval –quien sostiene la no vulneración de límites de créditos individuales–; por el conocido director de empresas, Nicolás Majluf –quien junto a Tomás Reyes presentó un escrito sobre la malla de control de SQM y el nivel de independencia de las acciones– y un trabajo de la consultora vinculada a José Ramón Valente, Econsult RS Capital –que presentó un informe financiero sobre grupos económicos–.

Sin embargo, la carta bajo la mango hasta ahora desconocida fue la contratación del ex Contralor General de la República, Ramiro Mendoza, quien elaboró un informe en derecho, donde cuestiona el procedimiento administrativo seguido por la Sbif, dando la razón al reclamo de CorpBanca.

En el escrito, Mendoza dice que la aludida carta infringe gravemente el ordenamiento jurídico vigente, en la forma y el fondo, puesto que desconoce la pertenencia de la Sbif a la administración del Estado, deja de aplicar normas que son de obligatorio acatamiento por parte de ese organismo y afecta gravemente los derechos del interesado.

Mentiras

El escrito presentado por CorpBanca a través de los abogados Juan José León Bustos e Ignacio Orellana García, denuncia que en su contestación la Sbif incurre en afirmaciones “incorrectas” respecto del proceso que llevó a la multa, las que –a su juicio– “restan todo valor a cualquier argumento que se pretenda construir a partir de ellas”.

Agrega que resulta “particularmente grave” la “invención de supuestos hechos, inexistentes en la realidad, a partir de los cuales se pretende construir la fantástica tesis de que en la especie habría existido un procedimiento administrativo sancionatorio”.

Según CorpBanca, estos errores de la Sbif quedan demostrados, “en la mayoría de los casos”, en los propios documentos agregados a la causa por el regulador. Por eso, concluye que el “desafortunado” traslado de la Sbif –la contestación al recurso de CorpBanca– “deja intacto el contenido de la reclamación”.

En términos gruesos, los abogados de CorpBanca abordan tres aspectos cuestionables de los dichos de la Sbif: el nivel de conocimiento que el banco habría tenido de la investigación que llevaba la Sbif, la participación de la entidad financiera en el procedimiento y, finalmente, algunas apreciaciones de la autoridad, en particular sus duras críticas al gobierno corporativo del banco.

Respecto del primer punto, CorpBanca recuerda lo dicho por la Sbif en cuanto a que ya con la carta que les envió el regulador el 15 de octubre de 2015, al banco “no pudo caberle duda” que se había iniciado una investigación respecto de las operaciones de crédito realizadas y sus consecuencias respecto a los márgenes de crédito.

Según CorpBanca “esta afirmación es incorrecta y carece de todo fundamento”, pues al leer dicha carta se confirma que “se trata de una solicitud de información de carácter omnicomprensivo” y “sin indicación de propósito alguno ni mucho menos el atisbo de algún reproche”. Incluso, el banco advierte que al final de la carta la Sbif apunta específicamente a créditos a entidades vinculadas al director Rafael Guilisasti, es decir, créditos relacionados y no créditos individuales.

Para afincar su tesis de que el banco no sabía que existía una investigación por posibles vulneraciones a límites individuales de crédito, revela detalles del acta de directorio del banco del 20 de octubre de 2015, con comentarios del presidente de la entidad bancaria, Jorge Andrés Saieh, quien –de acuerdo al documento– responde a una consulta en la mesa, indicando que “el banco no ha tenido ninguna comunicación formal de la Superintendencia en que se indique las razones que han originado esta revisión pero lo que ha aparecido en la prensa es que lo que estaría investigando la Sbif es si habría existido ‘vulneración de las normas de créditos a relacionados’ en el otorgamiento de los financiamientos del 9 de septiembre último”.

Continúa el banco indicando que la SBif “va más allá” y afirma que al banco se le mantuvo en conocimiento permanente de la revisión de las referidas operaciones para confirmar si se habían respectado los límites que indica el artículo 84 de la Ley General de Bancos, incluso luego de haber renunciado Guilisasti a la mesa, después de los cuestionamientos públicos a su doble rol como presidente de las sociedades cascadas y como director del principal acreedor de estas, CorpBanca.

“Ello jamás ocurrió. Entre los documentos aportados por la Sbif supuestamente para acreditar esta y otras afirmaciones no existe ni una sola comunicación –formal o informal– en la cual se manifestara que se estaba investigando el incumplimiento de los límites individuales de crédito del artículo 84 N°1 de la LGB, ni antes ni después de la renuncia del señor Rafael Guilisasti”, dice el escrito.

Recuerda el banco que en la contestación de la Sbif se señala que la fiscalización tuvo un giro desde los créditos relacionados a crédito individuales. “CorpBanca jamás fue informada ni del supuesto foco inicial de la fiscalización ni del supuesto giro”, sostienen los abogados del banco.

Frente a los dichos de la superintendencia sobre el foco posterior en límites individuales de créditos se generó tras conocer información de los préstamos por parte del propio banco –cuando reconoce vulneración de ellos en 2011, aunque advirtiendo de su prescripción por los plazos–, el banco sostiene que aquello “simplemente no se ajusta a la realidad” y que “ninguno de los documentos que la Sbif ofreció y acompañó a su escrito permite sustentarla”.

“Secretismo”

En cuanto a la participación de CorpBanca en el procedimiento, la entidad cuestiona que en algún momento haya hecho ver su opinión sobre posibles vulneraciones a los límites de crédito individuales. Dice que justamente la documentación entregada por la Sbif a la Corte confirma lo contrario y que en ninguna de las respuestas de CorpBanca “consignó su parecer ni expuso opinión alguna en relación a la forma de aplicar el límite individual de crédito establecido” en la norma, limitándose sólo a entregar los antecedentes que le eran requeridos.

Alude el banco el correo electrónico enviado por Américo Becerra a la Sbif el 29 de septiembre de 2015, donde adjunta el cálculo de límite individual de crédito realizado por el banco el 9 de septiembre de ese año a propósito del crédito a Pampa Calichera y donde sostiene que “aun no considerando los depósitos a plazo como garantía las colocaciones estarían dentro de los márgenes autorizados a la fecha de su otorgamiento”. A juicio de CorpBanca, dicho correo “no constituye una ‘opinión’ sobre la forma en que debía aplicarse la ley” y que incluso frente a dichos comentarios la Sbif no hizo consultas ni pidió aclaraciones “para simplemente limitarse a cursar, meses después, una infracción”.

Dice el banco que, lejos de evidenciar que se expresó una opinión del banco en dicho correo, lo que queda de manifiesto con dicho antecedente es “el secretismo con que operó la superintendencia, que en ningún momento indagó sobre los criterios aplicados por el regulado ni menos manifestó algún reparo al respecto”.

También refuta lo dicho por la referida superintendencia acerca de que CorpBanca habría tenido activa participación del procedimiento y que dispuso de audiencias y ocasiones para explicar lo que considera oportuno de indicar. Dice el banco que solo pudo entregar la información que se le pedía en forma “perentoria” y sin que la Sbif explicara el por qué.

En esa línea añade que la única audiencia fue el 21 de diciembre de 2015, donde hicieron la autodenuncia por la violación de límites en 2011, pero recalca que jamás sus representantes dijeron en tal encuentro que la separación de Oro Blanco y Pampa Calichera, con la consecuente creación de Potasios, buscaba dar alivio financiero a las sociedades. Y advierte que tampoco, como señala la Sbif, los ejecutivos del banco dijeron en esa reunión que las operaciones de 2011 estaban prescritas.

En la misma línea, agrega que la Sbif nunca les indicó en tal cita que investigaba posibles violaciones de límites para operaciones de 2013 y 2015 y que “en una actuación rayan en la mala fe, en lugar de otorgar a los asistentes la posibilidad de plantear sus puntos de vista, la superintendencia calló por completo en la citada reunión”.

Luego enfrenta parcialmente los cuestionamientos a gobiernos corporativos de CorpBanca, advirtiendo que “llama la atención, por una parte, por no ser la materia discutida en autos, y sobre todo, por tratarse de faltas o deficiencias inventadas por el propio regulador, en contradicción no sólo con los hechos sino también con los documentos acompañados por la propia Sbif”. Manifiesta que la Sbif ignora por completo los debates internos que hubo en CorpBanca a propósito del doble rol de Guilisasti, cuando el regulador afirma que no hubo reacción del gobierno corporativo frente al hecho.

Lo más grave, dice, es que la Sbif miente cuando señala que, al revisar los créditos a las cascadas en la mesa del 29 de septiembre de 2015, Guilisasti habría estado presente. Revela que, según el acta del directorio, Guilisati dejó la sala en ese momento.

Recordando que su inclusión en el caso es irrelevante, sostiene que “sólo vendría justificada por el propósito de menoscabar la seriedad y apego a la ley de los órganos que ejercen el gobierno corporativo de CorpBanca, como si con eso pudiera dar algún sustento a las sanciones que le ha impuesto en forma contraria a la ley y la Constitución”.

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