Quien fuera jefe de la billetera fiscal durante el primer año de Michelle Bachelet antes de ser reemplazado por Rodrigo Valdés, abordó el debate por la nueva carta magna desde la responsabilidad fiscal, en una nueva jornada de Viernes Constitucionales de la Universidad de Chile. En la cita, señaló también que «el país cambió y hay que estar pensando más en el siglo XXI que en el siglo XX».
El primer ministro de Hacienda en ser removido de su cargo desde el regreso a la democracia hizo su primera aparición en el debate público este viernes.
Alberto Arenas, que fue reemplazado en el cambio de gabinete del 11 de mayo de 2015 por Rodrigo Valdés tras sostener una tensa relación con el empresariado en el marco de la tramitación por la reforma tributaria, ya había sido parte del seminario organizado por la Cepal el pasado 16 de marzo de este año.
Cabe destacar que arenas ingresó al brazo económico de la ONU el 1 de junio de 2015, y no fue hasta entonces cuando realizó su primera presentación pública.
Esta vez, sin embargo, lo hizo como miembro de un panel de expertos donde se debatió la responsabilidad fiscal en el marco del proceso por una nueva constitución, discusiones que lleva adelante la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile.
«Chile necesita una Constitución que sea fuente de unidad, porque la de hoy día no nos une», al momento en que señaló que «el país cambió y hay que estar pensando más en el siglo XXI que en el siglo XX».
Arenas, quien fuese además director de presupuestos durante los gobiernos anteriores de la Concertación, debatió con la vicepresidenta de Libertad y Desarrollo, Rosanna Costa, quien también se desempeñase como directora de presupuestos durante el gobierno de Sebastián Piñera, y el abogado Javier Couso, académico de la Universidad Diego Portales y miembro del Comité Ejecutivo de la Asociación Internacional de Derecho Constitucional.
En la oportunidad, Arenas apuntó a que una nueva carta magna «le permitirá a Chile recuperar el prestigio de las instituciones, de la política, y se podrá hacer cargo de las urgentes demandas de representatividad y participación».
