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La Bolsa de Comercio y el proceso de desmutualización Opinión

La Bolsa de Comercio y el proceso de desmutualización

«El gran reto no es simplemente modernizarse, que obviamente es un desafío en sí, sino cómo generar más alternativas de negocios que entreguen a esta nueva empresa que cotiza en Bolsa y que le genere ingresos, y para los inversionistas, les sea además atractivo comprar esa acción».


La principal novedad de la desmutualización es que a partir de ahora se desvincula el hecho de poder operar como agente o corredor en la Bolsa de Santiago y ahora no es necesario tener una acción de la Bolsa, lo que elimina una de las principales barreras de entrada.

La otra cara de la moneda son las exigencias para poder operar en la Bolsa, y aunque hasta ahora no se ha publicado perfectamente el reglamento, van a tener los mismos requisitos que tenía cualquier otro corredor. Por lo tanto, si bien no es necesario tener una acción, hay que cumplir una serie de requisitos tanto financieros como legales para poder ser corredor. Lo positivo de esto es que la Bolsa debe garantizar a los clientes que transen a través de estos corredores que efectivamente tienen el respaldo para poder hacerlo.

Sin embargo, uno tiene que ser cauteloso en que estas exigencias no sean tan altas y que impidan que entren nuevos participantes. Ahí tiene que haber un justo equilibrio en darles tranquilidad a los clientes que operan a través de los corredores, porque, de lo contrario, no va a aumentar la cantidad de oferentes. De concretarse la entrada de nuevos agentes traería un mayor beneficio, porque al haber más participantes que pueden ser corredoras y transar en la Bolsa, dado que no tienen que comprar esta acción, los precios tal vez podrían bajar, no es seguro, pero sí van a existir más alternativas.

Respecto a los eventuales conflictos de intereses que podrían surgir tras la puesta en marcha de este proceso, no considero que sea efectivo, sino todo lo contrario. Esto, porque la desmutualización va borrando los conflictos de intereses al no ser necesario contar con una acción, lo que efectivamente conllevará que un corredor se va a beneficiar del mejor servicio y de las comisiones que tengan que cobrar a los clientes, pero él no va a participar de las utilidades que genere la Bolsa. Por lo tanto, se desliga la propiedad de la Bolsa con la gente que opera en ella, en consecuencia, se elimina el conflicto de interés.

Por el lado de la modernización, es falso que la desmutualización renueve la Bolsa de Comercio. El punto clave es que la Bolsa empezó a cotizar en la misma Bolsa, por lo tanto, cualquier persona puede comprar acciones, cualquier persona puede ir hoy día y comprar acciones que se cotizan más o menos en $3.000. Entonces, uno como inversionista se va a preguntar si compra una acción de la Bolsa, de Falabella, Copec, entre otras, empieza a competir con el resto de las acciones que se transan, y la pregunta es: ¿por qué un inversionista va a comprar una acción de la Bolsa? Acá aplica el mismo criterio que cuando compra cualquier acción, que básicamente es: si esta acción va a subir de precio o no, si tiene un plan de negocios adecuados, que genere ingresos, que se transformen en dividendos o si la industria va a subir.

En consecuencia, con este proceso la Bolsa enfrenta un gran desafío, que es generar negocios y de alguna manera atraer a los accionistas para que compren su acción.

Por tanto, el gran reto no es simplemente modernizarse, que obviamente es un desafío en sí, sino cómo generar más alternativas de negocios que entreguen a esta nueva empresa que cotiza en Bolsa y que le generen ingresos, y para los inversionistas, les sea además atractivo comprar esa acción.

Acá hay un doble error, dar un muy buen servicio a los participantes y generar líneas de negocios que le generen ingresos a la Bolsa, de tal manera que su acción sea atractiva en el mercado.

José Santomingo
Director de FOL.CL

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