Última gran reforma de administración de Michelle Bachelet
Pasado mañana a las 16:45 se realizará la ceremonia, encabezada por la presidenta. Estaba anunciado para este martes, pero el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, había informado ayer que el poryecto quedaba en suspenso antes dudas de la Nueva Mayoría. Aunque oficialmente la razón es que los partidos de la coalición buscan aclarar algunos puntos, el principal obstáculo estribaría principalmente en la propuesta de Alejandro Guillier, quien habría solicitado que se realizaran algunos ajustes, con el fin de que tanto su proyecto como el del Ejecutivo no tuvieran mayores distancias.
Este martes el Ejecutivo iba a enviar el muy anticipado proyecto de ley para reformar el sistema de pensiones de Chile, pero finalmente la fecha y la atención por el borrador se postergaron antes las dudas de los partidos de la Nueva Mayoría.
Sin embargo, finalmente este jueves -definitivamente- la presidenta Michelle Bachelet firmará el proyecto que reformará el sistema de AFP.
El acto se llevará a cabo en el Palacio de La Moneda a las 16:45, según confirmaron fuentes de las administradoras de pensiones.
Esto llega luego de que el lunes el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, indicara que “el proyecto está listo, pero los partidos de la Nueva Mayoría nos pidieron más conversaciones antes de su envío al Congreso”.
En la Comisión Política de este lunes y en la reunión con los jefes de partidos del pasado jueves, se llegó a la conclusión de que tanto la bancada oficialista como los senadores de la Nueva Mayoría «están de acuerdo en el diseño estructural» de la reforma.
El proyecto propondrá aumentar en un 5% la cotización previsional con cargo al empleador, de los cuales un 3% se destinará a cuentas individuales y el resto irá a un fondo colectivo. Esa es la arista más polémica de lo que propone el Gobierno. Aunque la creación de la entidad pública para administrar la mayor cotización será compleja, ya que Hacienda quiere que sea a través de una Ley Orgánica Constitucional, a fin de darle estabilidad en el tiempo a la institución, para lo cual necesitará votos de la oposición.
Un punto que no necesariamente era de discordancia, pero sí necesitaba un trabajo era respecto a si «se incluían o no las regulaciones al sistema de fondo de pensiones», pero en relación con lo cual, en definitiva, «no hay ninguna diferencia sustancial, no lo hemos planteado así», aseguró el presidente del PPD, Gonzálo Navarrete. La propuesta gubernamental estipula cambios a la regulación de las AFP.
El único punto que podría traer consigo mayores problemas es el del administrador público para el sistema de pensiones, debido a que requiere de un cuórum especial. «Es más como una reforma constitucional», esto podría traer aparejado el retraso de la iniciativa en el Senado, razón por la que necesitan cuadrar los votos oficialistas, con parte de la oposición.
En lo que no habría un consenso completo sería respecto a las agendas de los candidatos presidenciales, ya que a pesar de que «todos mantienen un mismo piso (…) los candidatos pueden tener propuestas que van un poco más allá», señala Navarrete. El punto de discordia estribaría principalmente en la propuesta de Alejandro Guillier, quien habría solicitado que se realizaran algunos ajustes, con el fin de que tanto su proyecto como el del Ejecutivo no tuvieran mayores distancias, indican desde la Nueva Mayoría.
De acuerdo al diario Pulso, el senador por Antofagasta quiere proponer un sistema previsional basado en cuatro pilares: uno universal ciudadano (el actual Pilar Básico Solidario); uno de capitalización colectivo, que administre el 5% extra de aporte del fisco –el que luego aumentará al 20%– y que se llamará “Chile Ahorra Contigo”; uno de aporte individual, que es el sistema de AFP, pero que tendrá más competencia; y uno de ahorro voluntario, donde se buscará que empresas y empleadores pacten una contribución extra.
Un borrador de la propuesta de Guillier muestra que el candidato de la Nueva Mayoría contempla penalizar los cobros indebidos de AFP e igualar edad de jubilación en 10 años, según el reportaje.
Esta sería la última gran reforma de un Gobierno que quedará en la historia como uno de los más ambiciosos, pero cuya agenda reformista –tributaria, educacional y laboral– ha tenido un costo político mortal para la Nueva Mayoría y ha sido un factor en la profunda desaceleración que vive la economía.
