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Un cacique contra un León: la fiera disputa por el control de Colo-Colo que podría dejar a Vial sin poder en el club Enero es mes clave para firma de promesa de compraventa

Un cacique contra un León: la fiera disputa por el control de Colo-Colo que podría dejar a Vial sin poder en el club

Natalia Saavedra Morales
Por : Natalia Saavedra Morales Editora periodística El Mostrador Mercados
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El quiebre entre uno de los principales accionistas, Leonidas Vial, y el Club Social y Deportivo, comenzó hace casi un año, cuando Mosa se quedó con la presidencia de la sociedad controladora, Blanco y Negro. Pero las diferencias tendrán un giro definitivo en las próximas semanas, momento en que el actual presidente de ByN suscriba una promesa de compraventa de sus acciones en Colo-Colo, que despojarán a Vial de cualquier opción para tener poder en el equipo.


En algún momento se pelearon. Eso es lo que se comenta, aunque nadie recuerda bien qué asunto originó el desacuerdo. Es una historia repasada, principalmente, por medios deportivos: Aníbal Mosa y Leonidas Vial, principales accionistas de Blanco y Negro, la sociedad controladora de Colo-Colo, dejaron de actuar en conjunto y pelearon la presidencia del club. Mosa se quedaría con el trono.

León Vial perdió gran parte de su influencia en el club, además del apoyo de dos miembros clave en la mesa del directorio, los que representan al Club Social y Deportivo Colo-Colo (CSDCC), y que son quienes con sus votos inclinan la balanza a favor de Mosa. Mientras Vial tiene tres representantes en la mesa, Aníbal Mosa hace lo propio con dos miembros. Los otros dos son los del CSDCC.

Cuando se decidió la presidencia de Blanco y Negro, las razones del CSDCC para apoyar a Mosa se sustentaron en varios aspectos. Primero, según dicen en el Club Social, en que Vial presentó su plan de desarrollo muy cerca de la fecha en que se definían las votaciones, en circunstancias que Mosa, a través de Paul Fontainte y Pablo Morales, les había hasta hecho un Power Point, con anticipación, con sus ideas para el club.

“Nosotros votamos en ese minuto por el proyecto que nos parecía mejor para Colo Colo, no implicaba eso en ningún caso un acuerdo de actuación conjunta con Mosa”, recuerda el presidente del Club Social y Deportivo, Fernando Monsalve.

Las palabras del dirigente son relevantes a la luz de la decisión que la Superintendencia de Valores y Seguros (SVS) comunicó en la primera semana de enero, luego de que el abogado de Leónidas Vial, Carlos Larraín –hijo del político RN–, acudiera al organismo reclamando que, tácitamente, desde ese momento ha existido un pacto de accionistas no declarado entre Mosa y el CSDCC, además de una promesa de compraventa de acciones que le da una preferencia al club social en el futuro.

En su reclamo, que se hizo público en octubre pasado, Vial argumentó que el acuerdo de palabra entre Mosa y el CSD infringía condiciones establecidas en el contrato de concesión del club y, en consecuencia, se le debían quitar los dos cupos en el directorio de Blanco y Negro. Sacarlos de la mesa implicaría que Vial pelearía esos espacios, pudiendo lograr el poder decisivo al interior de Blanco y Negro (ByN).

Pero la SVS dejó que el reclamo se debata ahora en otras lides. Todo mientras el Club Social y Deportivo asegura que nunca existieron pruebas de una actuación conjunta. “Muchas veces votamos en contra de propuestas de Mosa. Es una idea que Vial se hizo en su cabeza. Él jamás se ha sentado a conversar con nosotros”, manifiestan desde la dirigencia.

Sin embargo, a través del abogado Carlos Larraín, Vial seguirá dando la pelea. Sus asesores legales abrieron otro frente de batalla (asunto que fue expuesto a la SVS): un arbitraje que ya designó a María de la Luz Jordán como su jueza y que recién comienza. El fin sigue siendo probar que existe un pacto de accionistas entre ambas partes, pero, de paso, intentar frenar una acción que provocaría que Vial vea diluido definitivamente su poder en el club.

Estas semanas los abogados de Mosa, del estudio Guerrero Olivos, junto a Eduardo de la Maza, letrado del CSD Colo-Colo, están trabajando en darle forma definitiva a una promesa de compraventa de acciones que tiene como objetivo garantizarle, a la instancia que representan, la compra de las acciones de Mosa en el club de aquí a cinco años. Ello les daría el control del club, y su antagonista, León Vial, tendría entonces que sentarse a la mesa con ellos sin mayoría y nulas opciones de dominar ByN.

La pelea puertas adentro

La pelea de Vial con el CSD Colo-Colo se ha basado en un eje que deberá ser ahora debatido en el arbitraje. De acuerdo a lo que plantean los representantes de Vial, el CSDCC habría perdido la preferencia de su acción Serie A, que le da derecho a tener directores en la mesa. Esto, porque habría adoptado una serie de acuerdos con Aníbal Mosa, que conllevarían –a su entender– a «vulnerar lo dispuesto tanto en el Contrato de Concesión entre el CSDCC y la Sociedad (Blanco y Negro) de fecha 24 de junio de 2005 (‘Contrato de Concesión’), como en los propios estatutos de esta última”, según consta en la presentación ante la SVS.

Para explicar este punto, el abogado Carlos Larraín argumentó que, tanto Mosa como el CSD Colo-Colo, han reconocido la existencia de acuerdos, incluso firmados por ambas partes. “Que entre Aníbal Mosa y CSDCC habría un acuerdo de actuación conjunta, el cual se constataría por las declaraciones de ambas partes y por su forma de actuar en las sesiones de directorio, entre otros hechos”, añade el documento de la SVS.

Lo anterior implicaría que el Club Social y Deportivo pierda sus derechos políticos en la sociedad y, con ello, su participación en el directorio de Blanco y Negro. Pero sllegados a Mosa explican que nunca se ha firmado un pacto y que solo se firmó un acuerdo de trabajo conjunto cuando Mosa arribó a la presidencia del club. Para ellos, el reclamo no tiene asidero.

“Un pacto de accionistas es un documento extenso, que debe cumplir una serie de particularidades legales. Ahora, lo que sí existe, pero tampoco transgrede ninguna ley, es la intención clara del accionista Parinacota (Mosa) de desprenderse de sus acciones en favor del club social. Y esperamos que eso quede zanjado en enero”, señala una alta fuente.

Precisamente este último punto irrita a Vial, pues a su juicio habría sido un canje a cambio de la presidencia del club. Cercanos a Parinacota aclaran que la movida no tuvo en ningún caso la intención de perjudicar a Vial, sino que tiene que ver con la intención de Mosa de que “el pueblo colocolino sea quien tenga el control del club. Y por eso se comprometió a, en cinco años, venderle sus acciones”.

El paquete de Aníbal Mosa alcanza el 29% de los papeles y, de acuerdo a lo pactado –vender al precio de compró–, implicaría que le paguen US$ 18 millones por los mismos. El modelo al que apunta Mosa es uno que sus asesores han observado en equipos alemanes, como el Borussia Dortmund, donde a través de una sociedad los hinchas tienen el control del club, con resultados bastante promisorios.

Golpe de gracia

Después del cambio de cancha, de la SVS al arbitraje, cada parte se ha concentrado en armar sus estrategias para una disputa de poder que está lejos de terminar. Algunos se preguntan por qué Vial ha sido tan insistente en permanecer en el club albo. Las versiones son varias.

La primera de ellas es que (en el mercado se comenta), cuando ha sondeado el interés en sus papeles, nunca ha existido un comprador concreto para su participación en Colo-Colo.

Por otro lado, allegados al empresario indican que la pelea con Mosa y el Club Social y Deportivo se circunscribe a que no quiere que se pasen por alto leyes del mercado de valores que –a su juicio– están evidentemente siendo vulneradas.

También se agrega otro ingrediente en su porfía por permanecer en el club, aunque nunca haya sido el compañero más querido del equipo. LarrainVial (LV) fue la corredora encargada de colocar al club en la Bolsa en el año 2005. Fue el primero en entrar al mercado tras replantear el modelo de clubes deportivos y permitirles ser sociedades anónimas. “Creo que hay un cariño especial porque también LV participó de la colocación de otros clubes y aportó mucho al cambio del modelo cuando casi todos los equipos estaban en quiebra. Además, no es algo de ahora, siempre ha estado interesado por el desempeño del club, desde cuando Hernán Levy era presidente. Ha sido buen director del club”, indica una fuente cercana al empresario.

Con todo, durante las primeras semanas del año la concentración de los abogados de Aníbal Mosa, José Ignacio Jiménez, y del CSD Colo-Colo, Eduardo de la Maza, ha estado puesta en afinar las condiciones para cumplir el compromiso contraído por presidente de Blanco y Negro: firmar la citada promesa de compraventa para que el Club Social y Deportivo adquiera sus acciones de aquí a cinco años.

Lo que se está estudiando en detalle es mediante qué vehículo debe hacerse la operación, ya que el CSD no tiene esta potestad. El objetivo del club es que ese documento se firme lo antes posible; hablan, incluso, de que llegue a puerto en las próximas semanas. “El arbitraje es otro tema, nosotros vamos a avanzar igual en la promesa de la compraventa. El otro proceso tiene para una discusión de varios meses”, explican desde la dirigencia.

Cercanos a Mosa confirman la intención de que el contrato de promesa de compraventa se oficialice lo antes posible, “ojalá este mes, porque a Parinacota también le interesa tener esa certeza jurídica”. El bache legal ha estribado en que, por el contrato de concesiones, el club social no puede adquirir bienes, pues, si lo hace, pasarían a manos de Blanco y Negro. Por eso los asesores del club tienen premura en darle forma al vehículo legal para firmar el documento lo antes posible.

De firmarse la promesa, el club se asegurará el poder de voz y voto en Colo-Colo, toda vez que tendría mayoría en el directorio, pero para eso restan aún cinco años. Y surgen preguntas en torno a la operación.

La primera es cómo los hinchas, representados en el club social, financiarán la compra de acciones. Para eso surgió hace un tiempo un grupo de trabajo, llamado «Colo-Colo, Patrimonio de su gente», donde se ha organizado un grupo de socios analizando la mejor vía para conseguir los recursos: desde la banca a aportes personales son parte de las opciones que barajan.

Otra interrogante que se abre con la posibilidad del regreso del CSD Colo-Colo al control del club es, precisamente, lo que se rehuyó cuando se creó el modelo de sociedades anónimas en los planteles y que llevó a varios de ellos a la insolvencia. Manejarlos mediante inversionistas con una visión profesional del negocio parecía una mejor opción. Pero desde el Club Social y Deportivo dicen que el modelo ha fracasado.

“En once años, solo uno de ellos Colo-Colo ha tenido utilidades. Todo el resto de los ejercicios ha tenido pérdidas y ha utilizado la política de la bicicleta, porque nunca han entendido los inversionistas que el fútbol no es un negocio como vender bebidas, tiene otras características. Una vez que firmemos la opción, va a quedar demostrado que el Club Social retoma el control del club y, con ello, se dé por fracasado el modelo que Vial tanto promovió”, concluyen desde la dirigencia del CSDCC.

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