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El discurso de Raimundo Espinoza que habría anticipado el quiebre en la Federación de Trabajadores del Cobre Fue removido después de 25 años en la cúpula sindical

El discurso de Raimundo Espinoza que habría anticipado el quiebre en la Federación de Trabajadores del Cobre

Desde 2016 que Espinoza venía advirtiendo de un quiebre en las dirigencias. Un ambiente al que le importaba menos el trabajo gremial, generaciones atentas a un mundo de «Bilz y Pap» y sus intenciones en ese minuto de no repostularse a la dirigencia, son planteamientos que hoy cobran relevancia. ¿Le pesaron sus palabras?


El conflicto en la Federación de Trabajadores del Cobre (FTC) no decae. El martes se conoció la destitución de su histórico presidente, Raimundo Espinoza. El mando quedó en manos de Héctor Roco, dejando atrás 25 años de historia de Codelco con Espinoza como representante gremial.

Pese al eco que ha tenido en varias ramas sindicales de Codelo la movida, que no es apoyada por todas las bases, los síntomas de un quiebre se venían sintiendo hace varios meses. Y los primeros signos los advirtió, cual vidente, el propio Espinoza, como anunciando el principio del fin y augurando un quiebre de sus posturas con las de las nuevas generaciones de la empresa.

Todo se remonta a mayo de 2016. Entonces se desarrolló el 67° congreso de la Federación de Trabajadores del Cobre (FTC) y, en su discurso inaugural, Raimundo Espinoza ya identificaba un quiebre en una de las agrupaciones sindicales más importantes del país.

En sus palabras de apertura, donde se desmarcó del mote de dirigente «amarillo», como se denomina a quienes buscan acuerdos favorables a las empresas, hizo un fuerte llamado. «Necesitamos la unidad de todos los trabajadores, particularmente del mundo sindical. Cuando el mundo sindical está unido, indiscutiblemente que no se van a producir estos problemas y podemos tener soluciones», señaló.

Esa unidad fue la que se quebró este pasado martes, cuando el legendario dirigente, a la cabeza de la FTC desde 1993, fue removido del cargo en una rebelión de las bases dirigenciales.

En aquellos días de 2016, Espinoza ya señalaba que «aquí hay muchos dirigentes jóvenes, y muchas compañeras que se integran al mundo sindical, y también es bueno que reconozcan cuál es la historia de nuestra organización, y cómo hemos llegado donde estamos hoy día, respecto a los avances, retrocesos, pero grandes acuerdos que hemos firmado con Codelco y dónde mantenemos a Codelco», poniendo alarmas sobre los roces con los nuevos dirigentes mineros, a la vez que llamaba a la madurez en momentos en que la minera atravesaba por un duro momento e incluso necesitó una capitalización y endeudamiento para poder cumplir con la Ley Reservada del Cobre, que entrega 10% de las ventas al Ejército.

Dicho «amarillismo» habría sido la chispa que encendió la llama entre sus detractores, que lo apuntaban como un hombre muy cercano al presidente del directorio de la minera estatal, Óscar Landerretche, y al presidente ejecutivo, Nelson Pizarro.

Cabe destacar que en el periodo en que el precio del cobre tambaleaba en los US$2 la libra, en torno a 2016, se acordaron austeras negociaciones colectivas con Codelco y sus sindicatos, buscando posponer mayores regalías a una vez que se recuperara el precio del metal rojo. Dicha negociación habría quebrado los ánimos.

Espinoza finalmente sería reemplazado por el dirigente de Chuquicamata, Héctor Roco, que ayer declaró a diario Pulso que “llegamos al límite. Intentamos hacer muchos ejercicios respecto a esta materia. La decisión había que tomarla y ya no teníamos espacios. Esta crisis de conducción estaba afectando las relaciones laborales y la interlocución con los principales representantes de la Corporación, entonces eso también nos afectaba a los trabajadores”.

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Pero el discurso de 2016 no fue la única instancia que despertó algunas alertas al interior de la FTC en relación con una incomodad de Espinoza, una molestia, más bien dicho, que dejó de manifiesto en otra entrevista, concedida durante el verano pasado al Diario Financiero.  Y de acuerdo las declaraciones, el dirigente ya había advertido lo que se venía.

En ella, comentó que el movimiento sindical atravesaba un momento complejo, al igual que la sociedad, los actores sociales y políticos.

«Debemos enfrentar una nueva generación de trabajadores, que piensa y tiene necesidades distintas y en ese sentido el movimiento sindical debe cambiar el switch. Lo veo en mi división El Salvador, que es difícil de manejar y donde incluso hay visiones distintas entre los mismos jóvenes. Ahí tenemos una gran labor como dirigentes y líderes sindicales. Los trabajadores nuevos tienen visiones distintas del mundo del trabajo y de sus necesidades. Ellos se ven como transitorios y los más antiguos tenemos un sentido de pertenencia a la empresa. No digo que esto sea malo o bueno, pero obliga a ir evolucionando», planteó Espinoza.

Dentro de las soluciones, dijo –en la misma nota de prensa– que había propuesto la creación de una escuela de líderes sindicales, dijo el dirigente que tiene 42 años en la división El Salvador, pero evidenciando que a esas alturas el quiebre parecía acercarse un punto de no retorno. «Yo no soy el dueño de la verdad, pero lo que veo no es que los trabajadores sean distintos, sino que tenemos visiones, intereses y prioridades distintas», indicó.

El diagnóstico del hoy cuestionado dirigente continuó, ahondando en que el problema radica en la desconfianza, que las bases no creen en sus dirigentes, pero además hay una competencia en el mundo sindical. «Todos creemos que somos caciques y yo no digo que la competencia y la ambición de los demás dirigentes sea mala, no es un problema, sino que cómo tú llegas y muchas veces eso se pierde en el camino».

Y como si viera el futuro, comentó también que «un dirigente sindical debe tener la capacidad de estirar el elástico hasta que sepa que se va a cortar y ahí tomar decisiones». Acusó además que los jóvenes parecían más interesados en sus celulares en las asambleas que en debatir sobre al futuro de Codelco y sostuvo que había un espíritu de «Bilz y Pap».

¿Le están cobrando la pasada? Hasta ayer el escenario se volvió cada vez más confuso, luego que la Zonal El Teniente emitiera un comunicado de prensa en que manifestaron no reconocer a la nueva mesa. «Estos personajes no representan la mayoría de las directivas que conforman la FTC; por lo tanto, seguimos reconociendo a nuestro presidente Sr. Raimundo Espinoza Concha», señalan en el documento.

Los siete sindicatos de esta rama exigieron que en el próximo Congreso de la FTC, a efectuarse en abril, se llame a «elecciones libres, claras y democráticas por el bien de nuestra histórica organización».

El conflicto recién comienza en un año histórico para Codelco, donde no solo se conocerá a un nuevo presidente del directorio, sino también posiblemente a un nuevo presidente ejecutivo, y se renegocie más de una decena de contratos colectivos de faenas claves para el cobre chileno.

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