MERCADOS
El jefe de las finanzas públicas se mostró satisfecho ante el reporte y aseguró que «si se mantienen las medidas que se están impulsando, mayores niveles de crecimiento y las medidas fiscales que hemos planteado, se puede revisar al alza la clasificación de riesgo».
La agencia Standard & Poor’s, que el año pasado rebajó la nota de Chile por primera vez en 25 años, de “AA-” a “A+”, informó su decisión de dejar intacta la calificación de Chile, así como su perspectiva “estable”.
El reporte es un espaldarazo a la gestión económica del gobierno, liderada por el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, quien planteó como objetivo, de aquí al fin de la administración Piñera, mejorar la calificación de Chile.
El jefe de las finanzas públicas se mostró satisfecho ante el reporte. «Si se mantienen las medidas que se están impulsando, mayores niveles de crecimiento y las medidas fiscales que hemos planteado, se puede revisar al alza la clasificación de riesgo», señaló, y agregó que «creemos que podemos recuperar esa clasificación de riesgo, pero no es un tema de corto plazo»
Larraín señaló que «no cuesta mucho perder una clasificación de riesgo» y enfatizó en la baja heredada de la administración anterior. «Esto ocurrió en Chile lamentablemente en 2017, y lo que cuesta es recuperarla una vez que la pierdes. Es como la confianza. Lo que tenemos que hacer es dar muestras de seriedad, de responsabilidad fiscal, y es lo que se está valorando».
S&P señala que «la perspectiva estable refleja nuestra opinión de que la consolidación fiscal gradual y la recuperación del crecimiento del PIB ayudarán a estabilizar las finanzas públicas de Chile y su perfil externo”.
“Esperamos que Chile mantenga los pilares distintivos de su economía de mercado (reglas fiscales y monetarias, apertura al comercio e inversión, seguridad judicial y previsibilidad) mientras fortalece las políticas sociales”, agregan.
Además, la empresa estadounidense de servicios financieros señala que «al mismo tiempo, esperamos un crecimiento continuo del PIB, déficits moderados de cuenta corriente (CAD) y una baja inflación estabilizará las finanzas públicas de Chile y su perfil externo”.
A pesar de las buenas noticias, S&P puso una nota de cautela: “Podríamos bajar la calificación de Chile en los siguientes años si se presenta una combinación de una política fiscal inesperadamente laxa y un crecimiento económico menor a nuestras expectativas, que dé por resultado déficits fiscales mayores a lo esperado. Eso podría contribuir a generar incrementos anuales en la deuda del gobierno general más allá de nuestras proyecciones”, enfatizó.
