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Rodrigo Errázuriz: el hombre clave de Saieh en Copesa MERCADOS

Rodrigo Errázuriz: el hombre clave de Saieh en Copesa

Es su colaborador cercano y lo ha acompañado en varias instancias relevantes del tránsito de sus empresas, no solo de su brazo de medios, sino además de sus otros negocios, como la decisiva renegociación de SMU con los bancos en 2013. Conservador, de decisiones rápidas, con cabeza financiera e influencia en connotados y tradicionales círculos de la elite criolla, se ha transformado en los ojos de Saieh en su holding de medios. Y no solo ha ganado confianza, sino también poder.


A los 63 años, Rodrigo Errázuriz Ruiz-Tagle, fue premiado como el mejor jinete amateur por la Asociación de Rodeo de O’Higgins en la temporada 2017, una afición que comenzó a los siete años y que grafica bien su vida profesional. Es ingeniero civil por la Universidad Católica, titulado en 1967, un ejecutivo que se forjó en plena crisis financiera de 1982, cuando le correspondió negociar con los deudores del entonces Banco Santiago. 

Quienes conocen a Errázuriz aseguraron que es un hombre criado en la industria financiera, pero aquella antigua, la que conversaba grandes tratos y problemas caminando por las calles Bandera y Agustinas y que, en tales caminatas, precisamente, se estrechó su relación con el controlador de CorpGroup y Copesa, Álvaro Saieh, transformándose en su principal colaborador.

Fue clave en el ordenamiento del grupo cuando este decidió mudar su estrategia y volver a un proyecto que fuera cien por ciento editorial. Así, Errázuriz tomó protagonismo cuando, en el verano de 2014, vendieron el portal Laborum. Arribó a Copesa al cargo de director ejecutivo el 18 de diciembre de 2013, con la orden de darle un nuevo aire al conglomerado de medios, una tarea en la que ha tenido altos y bajos.

Aterrizó en La Tercera justo cuando el grupo hizo la «pérdida» del canal de TV, el proyecto estrella que nunca vio la luz y que le valió perder varios millones de dólares. Errázuriz ya había intervenido antes en varios asuntos claves de Saieh, entre ellos, la crisis de su línea de supermercados (SMU), que casi lo llevó casi al borde de la quiebra. «Cuando hubo que negociar con los bancos, Rodrigo Errázuriz fue a los bancos a negociar. Conocía bien ese mundo y se movió muy bien», recordó una fuente.

Errázuriz y Saieh se conocieron en los albores de los años 90 como representantes del Banco Santiago y de CorpBanca. Desde allí, aseguraron testigos, no solo tejieron una relación de cercanía, sino también de amistad. Formalmente el ingeniero civil se unió al holding de Saieh en 1994, cuando el empresario lo invitó a trabajar con él para hacer crecer su brazo financiero, sumando el negocio de seguros, comprando otras operaciones y dando paso formal a la creación de CorpGroup, compañía que entonces presidió en 1997.

Una mala mezcla 

Errázuriz es el puente de Saieh con la verdadera elite local. Es dueño del criadero de caballos Amancay, pertenece a la Federación de Criadores de Caballos Chilenos, una entidad que reúne a los más tradicionales empresarios vinculados al campo, como el fallecido Agustín Edwards; el actual ministro de Desarrollo Social, Alfredo Moreno; el banquero Vicente Caruz; y el empresario Gonzalo Vial Concha, hijo menor de Gonzalo Vial Vial, dueño del holding Agrosuper.

Asimismo, Errázuriz fue gerente de Graneles, luego que Vial padre le encomendara ordenar las finanzas de los negocios que su hijo tenía en dicha empresa. Precisamente una de las apuestas fallidas de Vial Concha fue un contrato con Caval por mil 200 millones, en el que asegura que fue estafado. De hecho, en su declaración de 2015, Vial Concha culpó a Errázuriz de sus problemas financieros mientras fue ejecutivo de Graneles, pero su padre no le creyó, según deslizó en su testimonio judicial a propósito del caso Caval.

Errázuriz cuenta con una buena reputación de ejecutivo duro. SMU –el área retail de Saieh– salió de su crisis en parte gracias a su gestión. En ese directorio compartió con el fallecido abogado Carlos Zepeda, amigo del Presidente Sebastián Piñera y del ministro de Defensa, Alberto Espina. En esa mesa también conoció a Fernando Barros, uno de los abogados más cercanos al Mandatario.

[cita tipo=»destaque»]La Tercera ha ejecutado una serie de decisiones con cabeza «financiera», en las que se refleja que Errázuriz sigue siendo una voz escuchada directamente por el empresario. El cierre de Pulso –ahora una sección dentro del matutino–, así como de las revistas Qué Pasa y Paula, también responden a ello, ya que aunque el blanco público de las críticas de dichas decisiones han sido Andrés Benítez y la ex ministra Carolina Schmidt, el verdadero artífice ha sido Errázuriz. [/cita]

Estuvo en Endesa justo cuando estallaba el caso Chispas. Fue por solo seis meses, como presidente de la eléctrica, luego que en medio del escándalo José Yuraszeck saliera de la firma. Con él, guardó una relación de caballeros, fue de los pocos que le dijo al empresario que le iban a pedir la renuncia y que tenía que dar un paso al costado.

Entre los criadores de caballos más reconocidos de Chile, su trayectoria nunca ha sido puesta en tela de juicio, pero se volvió un antecedente que no le quedó del todo cómodo a Copesa.

En medio del estadillo del caso Caval, Gonzalo Vial hijo salió vinculado a Natalia Compagnon, pues fue el primer cliente de Caval, con todos los cuestionamientos que ello trajo consigo. El caso habría sido comentario obligado en las altas esferas de Copesa, particularmente porque no querían que se pensara que existió alguna intervención de Errázuriz en la cobertura del caso Caval que, precisamente, destapó la revista Qué Pasa. «Obviamente que generó incomodidad, pero nunca nadie podría decir que se bajaron temas por órdenes de arriba», aseveró un ex colaborador del grupo. 

El malo de la película

Hoy Errázuriz es el malo de la película. Saieh lo puso en el directorio en el contexto de la crisis financiera que ya estaba instalada en los medios tradicionales.

Su cercanía con Copesa comenzó cuando el grupo alejó de sus cargos a varios de sus emblemáticos, como su gerente general, Max Sichel. Primero estuvo de forma interina y, luego, asumió la dirección ejecutiva de manera formal.

Tras el cierre de la 3TV, vino la venta de las radios, lo que daba caja a Copesa. La decisión fue dura, pero conocedores agregaron que el consejo de Errázuriz fue limpiar la operación lo más posible, Saieh lo escuchó, pues sabían que particularmente la emisora Carolina podía dejarles buen margen. Mega se quedó con la señal por varios millones de dólares, aunque el precio no ha sido revelado. Tras la venta, que poco después incluyó a Radio Paula a manos de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), una de las mujeres ancla del grupo dio un paso al costado: Anita Holuigue. 

La Tercera ha ejecutado una serie de decisiones con cabeza «financiera», en las que se refleja que Errázuriz sigue siendo una voz escuchada directamente por el empresario. El cierre de Pulso –ahora una sección dentro del matutino–, así como de las revistas Qué Pasa y Paula, también responden a ello, ya que aunque el blanco público de las críticas de dichas decisiones han sido Andrés Benítez y la ex ministra Carolina Schmidt, el verdadero artífice ha sido Errázuriz.

“Tiene  toda la confianza de los propietarios para tomar las decisiones. Ninguna de las que se ha tomado últimamente ha dejado de pasar por su planilla Excel”, puntualizó una fuente de los trabajadores de Copesa.

“Mientras Benítez y Schmidt han dado explicaciones más conceptuales incluso por Facebook, Errázuriz se ha limitado a las explicaciones financieras duras, que no convencen a nadie, especialmente después que se ventilaran los números y la situación real de la revista Paula, que permitía su continuidad adoptando medidas menos drásticas”, agregó la misma fuente, aludiendo a un artículo de Pauta.cl que publicó las cifras del conglomerado. 

E efecto, ese reportaje precisó que fue él quien dio la cara tras los despidos y no Jorge Andrés Saieh, el hijo del empresario. «Una nota del Sindicato N° 3 de Periodistas y Afines del Grupo Copesa indica que el director ejecutivo de Copesa, Rodrigo Errázuriz, dio ‘explicaciones financieras’ como justificación de los cambios. El mismo tipo de planteamientos económicos entregó Benítez a los despedidos de Qué Pasa«, detalló el artículo.

Al interior del consorcio, creen que la decisión fue adoptada por Errázuriz también por su criterio de hombre conservador, que logró encontrar adeptos en la compañía. “Hubo artículos de la revista que molestaron a la propiedad y ayudaron a cimentar la certeza de que Paula no calzaba con el perfil editorial del grupo, lo de los pérdidas fue una buena excusa para decidir el cierre. Si te fijas, hoy la nueva Paula es totalmente inofensiva”, afirmó una fuente interna de Copesa. 

Siempre acompaña a Schmidt y Benítez, de hecho, la semana pasada estuvo con ellos en un seminario que organizó El Mercurio. Eso no implica que las relaciones sean fáciles, menos con la ex ministra, convivencia que sería más dura, pues aseguraron que en general ella es más de «tincadas», de darles tiempo a los procesos, y Errázuriz prefiere cortar de raíz. La misma fuente agregó sobre Errázuriz un dato no menor: «Tiene una forma perfecta de leer a Saieh. Entonces, si ejecuta algo, es muy raro que él lo critique». 

Tras «limpiar» la operación de Copesa, que ha incluido otros cambios estéticos, como el «refinamiento» de La Cuarta –lo que a ojos de observadores también tiene que ver con el sello que cultiva Errázuriz–, el hombre de Saieh tomaría supuestamente distancia de sus labores luego de oficializarse el arribo de Benítez y Schmidt al cargo de director de negocios y editorial del holding de medios.

Pese a ello, Errázuriz, como un escritor fantasma de la historia de La Tercera, sigue marcando su sello, sin mostrar claramente todavía cuál será el vuelco definitivo que tomé el brazo de medios de Saieh.

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