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Resultados muestran que salmoneras, clasificadoras y corredoras erraron en su análisis de la industria


Las salmoneras, corredoras, bancos de inversiones y clasificadoras se equivocaron en sus cálculos respecto al negocio del salmón en Chile, y los resultados de las salmoneras en el primer semestre de 2012 evidenciaron el impacto del derrumbe de los precios del salmón desde mediados del año pasado.

Así lo señala el artículo del Diario Financiero publicado el viernes, que explica que las caídas en los valores de colocación internacionales –que acumulan un retroceso de 17% ponderado según volumen despachado entre los primeros siete meses de este año, y de 28,2% promedio en julio 2011/2012-, además de opacar las alzas de producción y ventas de las empresas agudizaron el contraste entre esa realidad y las expectativas que tenía la industria tras superar la crisis del virus ISA.

Recordemos que la apertura de las salmoneras en bolsa provocó el interés de las AFP que invirtieron una cifra que, actualizada fines de febrero de este año, sumaba US$102 millones. Y como lo reportamos en El Mostrador Mercados en marzo, la apuesta de quienes invirtieron era que los precios del salmón seguirían altos, lo que justificaba el valor pagado.

El balance semestral indica que los incrementos generalizados en la producción como consecuencia del deterioro general de los precios desde julio del año pasado castigaron los márgenes y las utilidades de las compañías.

Y esto, dice el artículo del Diario Financiero, presenta un escenario muy lejano no sólo de los cálculos de las propias salmoneras, sino de los análisis de corredoras, bancos de inversiones y clasificadoras, sobre todo los efectuados con motivo de los procesos de apertura bursátil y levantamiento de capital en el mercado en los últimos dos años.

Como la banca -con la que renegociaron unos US$2.200 millones- las tenía castigadas, el camino para captar recursos que les permitiera retomar la producción previa a la crisis del virus ISA fue recurrir a la bolsa.

El prospecto de la apertura en la bolsa de Compañía Pesquera Camanchaca elaborado por Banchile en noviembre de 2010 anticipaba una “oferta mundial con bajo crecimiento esperado entre 2010 y 2011, debido a que Noruega está alcanzando su máximo de producción y Chile comenzará lentamente su recuperación hasta los niveles pre-crisis”, dice la nota del DF.

Recordemos que Camanchaca es la más castigada y la segunda en la que más expuestas están las administradoras de  pensiones: destinaron US$32,6 millones, lo que representa el 9,33% de la propiedad. Controlada por Jorge Fernández y Francisco Cifuentes, la novena exportadora chilena de salmón salió al mercado a $82, el 1 de de diciembre de 2010 y desde entonces acumula una fuerte caída (ayer 13 de septiembre se transaba a $25). Hábitat es la que tiene más papeles: 5,03% de la compañía.

Tampoco, explica la nota del Financiero, se anticipó el ajuste mundial que venía en el prospecto del debut en bolsa de AquaChile elaborado por Celfin Capital, que en mayo de 2011 anticipaba precios para el salmón salar de US$ 5 por libra (que en kilos equivale a un valor en torno a US$ 11/Kg) en 2011, y levemente más bajo para 2012 en US$ 4,6 la libra (cercano a US$ 10,12 por kilo).

Cifras todas por debajo del promedio en torno a US$ 6,52 del período enero-julio de este año, valor ponderado para las variedades atlántico, coho y trucha, agrega el artículo.

AquaChile, la mayor exportadora chilena, de los empresarios Víctor Hugo Puchi y Claudio Fischer, concentra la mayor inversión de las AFP: US$54,2 millones           –equivalente a un 5,52% de la propiedad- según cifras de la Superintendencia de AFP al 29 de febrero pasado. El papel se colocó a $453 y ayer se cotizaba a $315.

Expectativas de corredoras

Con la perspectiva actual, cita el artículo, fuentes cuestionan las proyecciones usadas una vez que la industria consolidó su recuperación post virus ISA. En los años 2010 y 2011 “muchos inversionistas se basaron en supuestos demasiado agresivos, con un porcentaje importante de las estimaciones para la industria que apostaban a indicadores como un ebitda/tonelada en niveles de US$ 1.500 –que en determinados casos se empinaba hasta US$ 2.000– que se asemejaban al peak de precios previos a la crisis sanitaria”, frente a lo cual afirman que los pronósticos debieron seguir una proyección conservadora en torno a US$ 1.000 por tonelada.

Por ejemplo, Banco Penta consideró para análisis de la apertura de Camanchaca un precio de corto plazo de US$ 5 la libra (en torno a US$ 11/Kg) y de US$ 4 (unos US$ 8,8/Kg) en el largo plazo, mientras Inversiones Security incorporó una cotización de US$ 4,7 la libra (US$ 10,34 por kilo) en 2011 y un valor de tendencia posterior en torno a US$ 4 la libra (US$ 8,8/Kg), menciona el Diario Financiero.

Y siete meses después, en junio de 2011, BBVA Research preveía un cierre de ese ejercicio a US$ 4,4 la libra (US$ 9,6 por kilo) para el salmón atlántico, e incluso un alza para este año a US$ 4,7 la libra (US$ 10,34 por kilo).

Con motivo de la apertura de AquaChile en mayo de 2011, Cruz del Sur aseguraba que dado que Noruega estaba operando con un 83% de su capacidad “nuestro país se ve en un buen pie para aprovechar esta circunstancia dado que en la actualidad se encuentra en condiciones para más que duplicar su producción actual antes de llegar a su límite potencial”.

La apuesta de quienes invirtieron era que los precios del salmón seguirían altos, lo que justificaba el valor pagado. Esto, pese a que era evidente que el regreso del salmón chileno al mercado mundial provocaría un alza en la oferta del producto.

En efecto, el precio del filete de salmón del Atlántico, de mayor producción en Chile, puesto en Miami cayó un 5,3%, desde un promedio de US$5,02 la libra en 2010 a los actuales US$4,75, según un reporte de Euroamérica de principios de este año.

En  2011 la producción mundial creció un 12,5%, impulsada por Chile, cuyos envíos subieron 65% sumando US$2.915 millones, precisa el estudio.

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