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Argentina se está endeudando a un ritmo no visto en 10 años


La decisión de la presidente Cristina Fernández de Kirchner de abandonar los mercados de bonos para el financiamiento de la deuda ha hecho que dependa más que nunca en organismos del Estado para financiarse en tanto el déficit fiscal crece más que nunca desde 2001.

El gobierno no vende bonos a los inversores privados en el ámbito local desde 2010 y capta fondos a costos de endeudamiento más bajos con colocaciones privadas en organismos estatales como el Banco de la Nación Argentina y la Anses, el fondo de pensiones.

Este año el gobierno vendió cuatro bonos denominados en dólares y dos bonos en pesos por 16.800 millones de pesos (US$3.200 millones), llevando los títulos ilíquidos en poder de los organismos del gobierno, incluido el banco central, a un récord del 36 por ciento del total de la deuda soberana, según la firma de investigación Espert Asociados.

“Hay una orden política de no vender deuda directamente”, explicó Daniel Marx, ex secretario de finanzas que ahora dirige Quantum Finanzas. “La presidente no quiere hacer ver que el gobierno nacional vende bonos pero al mismo tiempo se está endeudando más con el sector publico porque necesita financiar el gasto como pueda”.

Aunque Argentina, que también rehuye los mercados de bonos del extranjero desde su impago récord de US$ 95.000 millones de 2001, dice que su modelo económico muestra que el país puede crecer y a la vez reducir sus obligaciones, el gobierno está gastando más de lo que recauda de ingresos que en cualquier otro momento de la última década y ha reducido sus reservas al nivel más bajo en seis años para pagar su deuda. El ministro de Economía, Hernán Lorenzino, dijo en diciembre que los inversores internacionales que piden rendimientos de 13,5 por ciento, casi el triple del promedio de los mercados emergentes, son “usureros”.

Por debajo del mercado

Las últimas ventas del tesoro por US$ 467 millones en dos pagarés denominados en dólares que vencen en doce meses llevan un cupón del 5 por ciento y no se ofrecieron a los inversores privados, según los títulos que cotizan en la bolsa de Buenos Aires. El tesoro no dijo quién compró los bonos.

Esto se compara con el cupón del 7 por ciento que paga el gobierno por sus bonos en dólares sujetos a las leyes locales con vencimiento en 2015, que cotizan en los mercados secundarios.

“Las tasas de interés que paga el gobierno a los organismos del Estado están por debajo del mercado”, apuntó Marx. “Es por eso que no venden bonos en dólares, aun cuando hay tanta demanda local de ellos”.

Los funcionarios de prensa del Ministerio de Economía no respondieron dos llamadas telefónicas de Bloomberg para pedir comentarios sobre las emisiones del gobierno en el mercado local.

La deuda de Argentina con el sector público seguirá creciendo mientras siga teniendo déficit, dijo José Luis Espert, economista que dirige la firma de investigación de Buenos Aires Espert Asociados.

“Esto es otro reflejo de todos los desequilibrios de la economía argentina”, explicó. “El gobierno insiste en su política de ‘vivir con lo nuestro’ cuando la atención debería centrarse en reducir el déficit”.

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