Publicidad

Opinión: Emprendedores, los rebeldes ignorados


Eduardo Gomien, Fundación para el Progreso

En general, la historia suele ser contada desde los acontecimientos políticos y militares ocurridos; lo realizado por grandes estadistas, generales o revolucionarios, en elecciones y guerras, en victorias y derrotas.

Sin embargo, pocas veces la mirada se centra en quienes tienen el verdadero poder de cambiar la vida de millones de personas: los emprendedores.

En este sentido, Estados Unidos es quizás uno de los ejemplos más emblemáticos. A mediados de 1800, después de la cruenta guerra civil, devastados por la muerte de miles de compatriotas y el asesinato del Presidente Lincoln, un grupo de hombres se levantó -muchos de ellos desde lo más hondo de la pobreza-, con el sueño de construir un país nuevo, y terminaron dando inicio a la época más prospera de Norteamérica y de la vida de sus habitantes.

Los ejemplos son abundantes: John D. Rockefeller, nacido en una familia de clase media de Richford, decidió emprender y revolucionar el naciente mercado del petróleo. Andrew Carnegie, un paupérrimo inmigrante escocés, revolucionó la industria del acero, permitiendo que este resistente metal fuera usado para construir puentes y los primeros rascacielos. Thomas Edison, financiado por J.P. Morgan —emprendedor que creó la banca moderna y empresas como General Electric— llevó la luz eléctrica a todos los hogares, calles y edificios de Estados Unidos. Henry Ford soñó con crear un automóvil accesible para las masas, y lo hizo.

Todos estos hombres partieron con una idea y un sueño, que con determinación y asumiendo riesgos lucharon por sacar adelante. No gritaron que harían una revolución, simplemente, la hicieron, y hoy, el mundo no puede ser concebido sin sus innovaciones.

Un par de siglos después, en Chile, mientras muchos protestan y discuten acerca de cómo debería ser el país, otros, ven lo que no les gusta y lo cambian. Emprendimientos como Trabajando.com, que lleva varios años cambiando la cara del mercado laboral chileno, mejorando notablemente las oportunidades de trabajo para las personas. O instituciones como Enseña Chile que se la juegan día a día junto a tantas otras por hacer un cambio real en la educación, son parte de estas innovaciones. Sin embargo, aún nos falta mucho por avanzar.

En este sentido, el ejemplo de Cumplo.cl es bastante revelador, pues siendo una pequeña empresa que está cambiando la vida de cientos de personas, se ha visto frenada por el mismo Gobierno que decretó este como el año de la innovación.

¿Cuál es la revolución que está haciendo Cumplo? Según datos de esta empresa, en Chile la tasa promedio que cobran los bancos por créditos de consumo a las personas está en torno al 50 %, aunque en muchos casos, esta es una cifra conservadora. En un país donde existen casi 3,5 millones de personas con este tipo de créditos, según datos de la Sbif, la cifra resulta más que relevante.

Pero Cumplo está luchando por cambiar eso, y con poco tiempo de funcionamiento y montos transados por más de $ 2.360 millones, ha logrado colocar créditos a tasas cercanas al 20 %, e incluso, para una Pyme lograron el record más bajo de 10,5 %, aspirando a futuro llegar a tasas de un solo dígito. ¿Cómo lo ha logrado? Volviendo a los orígenes mismos de la banca, y constituyéndose como una plataforma que permite a personas prestar dinero a otras personas, actividad completamente legal y en la que todos se benefician. Entonces, ¿por qué quieren parar a Cumplo? Es una pregunta que corresponde al Superintendente de Bancos responder.

Lo cierto, es que si queremos un país en que los chilenos puedan desarrollar todo su potencial y aspirar a una mejor vida, es necesario abrir la puerta a los emprendedores obstinados, para que mañana, sean muchos más Cumplo.cl los que puedan traer innovación a nuestros problemas en Isapres, Bancos y tantos otros sectores que necesitan más competencia. Soñemos en que el día de mañana, en lugar de estampar poleras con la cara del Che como revolucionario ejemplar, le demos a estos verdaderos perturbadores del orden establecido el espacio que merecen en la sociedad.

Publicidad

Tendencias