Publicidad

Ola argentina de confiscaciones afecta a Brasil y amenaza bonos


La rescisión por parte de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner de la concesión de líneas de carga que operaba la compañía ferroviaria brasileña All América Latina Logística S.A. pone en peligro las relaciones con el mayor socio comercial del país y amenaza con reducir el flujo de capital que Argentina necesita para pagarles a sus tenedores de bonos.

Fernández nacionalizó las concesiones ferroviarias locales de ALL el 4 de junio luego de afirmar que la compañía de Curitiba, Brasil, no invertía en los servicios y dijo que no habrá indemnización. Argentina recibió 61.300 millones de pesos (US$ 11.600 millones) en ingresos de exportación el año pasado, lo que equivale al 30 por ciento de las reservas en moneda extranjera del país, y Brasil constituyó el 22 por ciento de las exportaciones.

Argentina, que no toma crédito en el ámbito internacional desde su impago de US$ 95.000 millones de 2001, depende del comercio y la inversión extranjera para aumentar sus reservas, que son la fuente principal de pago de bonos y han declinado al nivel más bajo en seis años. La nacionalización de ALL se produce 14 meses después de que Fernández expropiara la compañía petrolera YPF SA a la española Repsol SA, lo que ha llevado los costos crediticios del país a 14,1 por ciento, tres veces el promedio de los mercados emergentes. En abril, la productora brasileña de mineral de hierro Vale SA suspendió un proyecto de potasa de US$ 5.900 millones.

“Es un problema más en una relación que ya está muy desgastada y, desde el punto de vista económico, muy tirante”, dijo Dante Sica, un ex secretario de Industria que en la actualidad es uno de los directores de la compañía de análisis Abeceb.com, en entrevista telefónica en Buenos Aires. “Es evidente que en los últimos años la inversión brasileña, que es muy importante para Argentina, se ha detenido, y Vale ha sido el golpe más fuerte”.

Inversión extranjera

El Ministerio de Relaciones Exteriores argentino no contestó un llamado telefónico ni un correo electrónico en los que se le solicitaban declaraciones sobre el posible deterioro de las relaciones bilaterales con Brasil. Funcionarios de prensa del palacio presidencial de Brasil se negaron a hacer declaraciones.

La productora de carne brasileña Marfrig Alimentos SA también cerró dos plantas en el país el mes pasado, mientras que Petróleo Brasileiro SA dijo en diciembre que busca vender su filial en Argentina.

La inversión extranjera directa en Argentina declinó el año pasado 33 por ciento respecto de 2011, a US$ 4.600 millones, según el Instituto Nacional de Estadística y Censos, y seguirá cayendo conforme las políticas del gobierno, la inflación y los controles de capital hacen más arriesgado invertir, dijo Sica.

El déficit comercial de Argentina con Brasil aumentó a US$ 3.400 millones en abril, mientras que era de US$ 2.700 millones en igual período del año pasado, según datos del Ministerio de Comercio brasileño. El comercio entre ambos países, que consiste en su mayor parte en vehículos, cayó 13 por ciento el año pasado, a US$ 34.400 millones, mientras que en 2011 fue de un alto nivel récord de US$ 39.600 millones.

Publicidad

Tendencias