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Gemines y la propuesta tributaria de Bachelet: mantiene fortalezas fiscales de la economía, pero ojo con el FUT


Otra vez la consultora Gemines salta de pleno a la coyuntura.

Hace un par de semanas Guido Romo, uno de los socios, dio que hablar al decir en el informe de junio que su conclusión es que una nueva Constitución es probablemente necesaria y prácticamente inevitable.

Ahora es el turno del Coordinador General, el economista Alejandro Fernández.

En el informe mensual que Gemines publica para sus clientes y el mercado, Fernández hace un profundo análisis de la propuesta de reforma tributaria de Michelle Bachelet. El economista sostiene que la reforma que tiene en mente la ex mandataria para su segunda estadía en La Moneda presenta algunos elementos "positivos de simplificación y gradualidad". Así, lo que más destaca es que la propuesta mantiene "las fortalezas fiscales que han caracterizado a nuestra economía", aunque advierte que lo que está en la mesa es todavía muy preliminar.

"Las dudas que persisten y persistirán mientras no haya una propuesta más detallada y completa, se refieren a la capacidad de recaudación de la reforma, ya que existen algunas dudas respecto a su capacidad de generar 3 puntos porcentuales del PIB en términos netos en el mediano plazo", explica en el informe.

Donde Fernández enciende la alarma es en la propuesta de eliminar el FUT. Señala que debe ser cuidadosamente evaluada, "ya que representa un cambio drástico en el sistema tributario chileno, con potenciales consecuencias indeseadas". Estima que su eliminación "parece un cambio radical" si no se evalúan cuidadosamente "sus consecuencias e implementación para evitar consecuencias negativas innecesarias".

El economista considera que una alternativa más factible a eliminar el FUT es "corregir los problemas que tiene el sistema tributario nacional sin necesidad de llegar a una decisión tan radical que alterará significativamente el entorno fiscal vigente por 30 años, así como las decisiones de las empresas en cuanto a distribución de utilidades, entre otras cosas".

Fernández incluye su propia receta para lo que debe aspirar a ser un sistema tributario. En su propuesta, el sistema debería ser simple y lo menos distorsionador posible para reducir el impacto negativo que necesariamente genera sobre el crecimiento. Agrega que teniendo eso en cuenta, "es preferible un sistema con pocos tramos de impuesto a la renta, idealmente no más de tres, y emplear el sistema tributario principalmente para recaudar y el gasto (focalizado) para redistribuir. Las exenciones debieran mínimas o inexistentes, lo que permite tener bases amplias y tasas impositivas bajas".

En su informe, el economista de Gemines recuerda que él siempre ha sido partidario de establecer una tasa plana para el impuesto de segunda categoría. Específicamente, Fernández propone "una tasa cero y una de 20 % a 25 % para los ingresos superiores a cierto nivel o, como máximo un sistema que contemple tres tasas, incluyendo una intermedia de 10 % a 15 %, entre la de 0 % y la máxima, eliminando todas las exenciones y tratamientos especiales".

Para las empresas propone una tasa parecida a la máxima "que reduzca significativamente los incentivos para crear sociedades con el fin principal de eludir el pago del impuesto a la renta". Estima que el sistema debería incluir depreciación instantánea de las inversiones, "pero sin discriminar a favor de las actividades intensivas en capital fijo y maquinaria como parece plantearse en la actualidad, sino que un concepto más amplio", algo que él admite haría más complicado su control y facilitaría "pasar por inversión gastos que no corresponden al concepto".

En su opinión, esas reformas resultarían en un sistema tributario "simple, que genera menos distorsiones que el actual (es decir, no altera mucho la asignación de recursos ni el crecimiento), fácil de controlar y con una progresividad razonable".

Fernández haría algo similar con el IVA, ya que en su opinión hay muchos servicios excluidos. "Uniformar su aplicación permitiría bajar la tasa general de 19 % para mantener la recaudación constante. Todo lo anterior, generando una recaudación total, en principio similar a la actual, pero que podría ser superior, aunque con menos distorsiones y, por lo tanto, un impacto negativo menor sobre el crecimiento".

Cabe recordar que la consultora es una de las más influyentes de Chile y cuenta entre sus clientes a varios de los bancos y empresas más grandes del país.

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