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Devaluación venezolana golpea fuertemente los planes de financiamiento de Masisa


Las ambiciones del fabricante de paneles de madera Masisa en el mercado de bonos están viéndose minadas conforme Venezuela, su mercado exterior más grande, se encamina a devaluar el bolívar.

El 16 de diciembre, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, devaluó el tipo de cambio del bolívar para las inversiones petroleras y los dólares turísticos, una medida que podría presagiar una devaluación más amplia. Un bolívar más débil reduciría el valor de los activos y los ingresos locales para Masisa, con sede en Santiago, que genera un 30 por ciento de las ventas en Venezuela, su mercado más grande, y es propietario de bosques maderables en el país equivalentes al tamaño de la ciudad de Nueva York.

Masisa contrató a bancos como Deutsche Bank y JPMorgan Chase para organizar reuniones con inversores en bonos en Londres y Nueva York, pero según una persona allegada a las conversaciones, el fantasma de una devaluación podría castigar a la empresa y traer aparejados mayores costos de financiamiento. Los emisores de los mercados emergentes que comparten la calificación BB de Masisa tienen bonos que rinden un promedio de 5,97 por ciento, muestran datos recopilados por Bloomberg.

“Tendrán un diferencial desagradable si salen a buscar una emisión en esta etapa”, dijo Mauricio Peña, gerente de cartera de Aurus, en Santiago, que colabora en la gestión de US$50 millones. “Si yo fuera la dirección, no se si valdría la pena”.

Peña se negó a estimar cuán alto sería el rendimiento sobre los costos de endeudamiento de referencia que Masisa, que busca financiamiento por un plan de inversión de US$600 millones, debería ofrecer a los inversores para que el acuerdo tuviera éxito.

Efectivo cautivo

Masisa se abstuvo de hacer comentarios sobre la posible venta de bonos en una respuesta enviada por correo electrónico. A febrero, Masisa mantenía ganancias en Venezuela equivalentes a US$137 millones, sobre la base del tipo de cambio oficial de 6,3 bolívares por dólar. No ha podido convertir el dinero a dólares para sacarlo del país.

Venezuela llevará a cabo su mayor devaluación desde 2010 para fines de marzo, llevando el bolívar hasta 10,3 por dólar, en un esfuerzo por aumentar los ingresos y achicar la brecha presupuestaria, según un sondeo de Bloomberg realizado el mes pasado que abarcó a 14 analistas.

El director financiero de Ford Motor Co., Bob Shanks, dijo el 18 de diciembre que una devaluación podría llegar a reducir a la mitad el valor del bolívar a comienzos del año próximo y costar al fabricante de autos con sede en Dearborn, Michigan, unos US$350 millones.

Masisa, que duplicó las ganancias en el decenio anterior, tiene un tercio de sus 224.000 hectáreas (553.504 acres) de tierra forestal en Venezuela. La empresa estimó que disminuirá en US$165 millones el valor de sus activos después de que el gobierno devaluó el bolívar un 32 por ciento hasta 6,3 bolívares en febrero. No dio la cifra definitiva correspondiente a la reducción.

La calificación BB de Masisa refleja las restricciones que pesan sobre las ganancias retenidas en Argentina y Venezuela, dijo Joe Bormann, director ejecutivo de Fitch Ratings. “Técnicamente, hay flujos de caja muy elevados en esos países, pero al no poder sacarlos, es un flujo de caja insignificante desde el punto de vista de los acreedores”, dijo Bormann en una entrevista telefónica desde Chicago.

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