El cada vez más vertiginoso crecimiento en el rubro de la construcción de los últimos años en nuestro país ha aumentado significativamente la demanda y relevancia de productos y prácticas sustentables.
Es en ese contexto que Andrés Almarza, Cristián Pallahuala, Enver Rojas y Mauricio Carvajal crearon Procaucho, empresa dedicada a producir, a través de caucho reciclado de neumáticos en desuso, marcos para ventanas.
El proyecto consta de perfiles de marcos de ventana hechos de caucho reciclado de neumáticos fuera de uso. Según reconocen, la idea principal es hacer productos de construcción sustentables, que otorguen un ahorro tanto al usuario como a las inmobiliarias.
¿Las principales características y ventajas? Procaucho promete una disminución de entre 25% y 50% de la transferencia energética, a diferencia de lo que ocurre con el pvc o el aluminio. Es impermeable, tiene resistencia mecánica, sus desechos son reutilizables (lo que disminuye la huella de carbono), y lo más importante, su precio de venta es mucho menor a la potencial competencia.
Los cuatro emprendedores comenzaron a trabajar en este proyecto cuando cursaban su MBA en la Universidad Diego Portales, donde lograron conseguir el apoyo de la firma Polambiente como proveedor de materia prima y Green Building Council Chile para la certificación.
“Descubrimos las propiedades del caucho reciclado y creímos en el potencial del material para desarrollar productos para la construcción. A partir de eso encontramos un nicho en la construcción sustentable”, comentan.
Procaucho fue presentado en la Feria de Negocios de la Universidad Diego Portales el año pasado y, tal fue el impacto que lograron, que ganaron los premios de mejor diseño comercial, mejor proyecto de innovación y mejor proyecto para invertir.
“Tenemos en mente futuros proyectos ligados al sector inmobiliario y de la construcción sobre la base del mismo material reciclado. De seguro serán de gran interés para los usuarios y clientes como forma de diferenciarse y aumentar la eficiencia de los espacios habitables y recursos naturales, siempre pensando en la sustentabilidad, reducción de la huella de carbono y medio ambiente”, comenta Almarza (33), uno de sus fundadores.
Además agrega que “hemos tenido muy buena recepción e interés por parte de empresarios que están interesados en invertir. Estamos en procesos de evaluaciones y conversaciones con ellos, lo que nos llevaría a realizar una ronda de inversión para levantar capital suficiente y seguir completando etapas del proyecto”
Actualmente el proyecto se encuentra en etapa de levantamiento de capital (su meta es US$700.000) para desarrollar el producto a escala industrial. Gracias al apoyo de la Universidad Politécnica de Valencia, están trabajando en conjunto para obtener capitales CORFO.
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